M.D., una vecina de Huelva, realizaba su paseo habitual con su perro Toby, de raza Spaniel Tibetano y con 12 años de edad, por la zona del parque junto a la Avenida del Humilladero de la Cinta cuando recibió una llamada telefónica de su hija retirando la mirada por unos instantes de su perro. 

Según ha contado a Huelva Información, aparecieron dos perros, ambos pastores belgas, cogiendo al primero de ellos y alejándose a unos metros de donde se ubicaban. 

M.D., "bloqueada ante lo que estaba viendo", colgó el teléfono y trató de intentar contactar una y otra vez con la Policía, servicio de emergencias y familiares. "Lo zarandearon y veía como le mordían. Me intenté acercar pero tuve mucho miedo, retirándome hasta la acera de en frente y gritando sin parar". 

"Volví a llamar a mi hija, pero ella no vive aquí y poco podía hacer. Vi a un hombre que pasaba por la calle y pensé que era su dueño, pero solo era alguien que daba un paseo y que, como cualquier persona, no se podía meter entre dos perros tan grandes". 

Ubicación exacta donde el perro sufrió el ataque.

Tras aproximadamente un cuarto de hora desde que los perros habían cogido al suyo, lo soltaron. Intentó acercarse pero ambos se giraron hacia ella, haciéndola retroceder hasta el sitio donde se encontraba en un primer momento. "Me quedé paralizada, gritando sin parar". 

Al poco tiempo de esto, los perros desaparecieron y M.D. pudo acercarse hacia el lugar donde habían dejado a su mascota. "Mi perro estaba muerto", cuenta. Poco tiempo después, la Policía llegó al lugar. 

"Lo único que quería en ese momento era no moverme de allí, estar con mi perro y que la Policía encontrara al dueño que los había dejado sueltos. Ellos llamaron al veterinario para recogerlo y abrir la clínica, y se fueron a buscar a los dos perros". 

Lograron localizarlos a lo largo de esa misma tarde del sábado 30. La dueña del perro ha añadido "que piensa interponer una denuncia ante el dueño, porque los perros no tienen la culpa y esa persona no es consciente de lo que pueden llegar a hacer". 

Según el informe veterinario, "el perro presentaba diversas heridas graves, en ambos lados del tórax, con perforación y rotura de costillas", añadiendo en el mismo documento que "se puede observar los órganos de la cavidad torácica, que presentan abundante sangre".