Huelva

Pequeños cofrades del Viernes de Dolores

  • Alumnos de distintos centros educativos salen en procesión por las calles de Huelva

Las procesiones infantiles se sucedieron ayer, Viernes de Dolores, en la capital onubense. Alumnos de centros educativos de la ciudad emularon a sus mayores y realizaron por la mañana sus salidas procesionales con sus artesanales pasos, con representaciones de distintas escenas de la pasión de Cristo, unas comitivas en las que se cuidó hasta el más mínimo detalle.

En la calle Diego Velázquez, en la barriada de San Antonio, donde se ubica la guardería Clarines II, la cruz de guía, portada por uno de los pequeños, apareció por la puerta de la escuela de Infantil unos minutos antes de las once de la mañana. La comitiva fue avanzando al ritmo que marcaba un grupo de músicos de la Banda Nuestra Señora de la Cinta.

Tras la cruz de guía, niñas de mantilla, penitentes con túnicas blancas y capas negras, realizadas con bolsas de plástico, y capirotes negros de cartulina, portando cirios rojos; monaguillos y costaleros junto al paso del Cristo Cautivo, dirigidos por el capataz. A continuación, un segundo tramo de penitentes y niñas con mantilla, seguido por el paso de palio. Entre los estrenos se encontraba la corona de la Virgen de los Clarines, y los varales restaurados del paso de palio, que hizo el recorrido entre nubes de incienso.

No faltaron las saetas a las imágenes en la voz de Verónica Silveiro, una de las madres. La directora de la guardería, Pepa Gavino, destacó la colaboración de los padres en la preparación de la salida procesional, así como la de una abuela, que ayudó a poner las mantillas a las pequeñas.

Gavino comentó que los niños viven esta procesión como "una actividad de ritmo", a lo que añadió su deseo de que en próximos años se unan todos los centros educativos de la ciudad para hacer una salida procesional conjunta el Viernes de Dolores.

En el campus del Carmen de la Universidad de Huelva, cerca de un centenar de alumnos de la guardería Jardín de Luz salió por segundo año en procesión, los del curso de cero a un año, vestidos de monaguillos; los de uno a dos años, de costalero los niños y de mantilla las niñas, y los del curso de dos a tres años, de penitentes, con túnicas moradas y capirotes blancos, acompañando a los dos pasos, el del Cristo de la Luz y el de Nuestra Señora de los Sueños. Detrás del paso del Crucificado iba una banda compuesta por músicos de varias agrupaciones. Durante el itinerario, Teresa Romero, de la Fundación Amparo Correa, le cantó saetas a las imágenes.

En el barrio de La Hispanidad, alumnos de Infantil, primero y segundo de Primaria salieron en procesión desde el colegio La Hispanidad por las calles del entorno del centro. Sobre el uniforme escolar, los estudiantes que iban de penitentes llevaban una túnica blanca, que complementaban con un capirote blanco, seguidos de niñas con mantilla.

Sobre el paso, con faldones morados y exorno floral rojo, iba una imagen del Cristo Cautivo, realizada con goma eva, portada por costaleros, que marchaba al compás de la banda formada por alumnado del colegio.

Los escolares del colegio Diocesano Sagrado Corazón realizaron por cuarto año la estación de penitencia, el tercero fuera de las instalaciones. Participaron más de seiscientos alumnos de Infantil y Primaria, que recorrieron algunas de las calles de la barriada de Santa Marta, visitando en su recorrido la residencia de ancianos de La Orden.

Las imágenes y los pasos de misterio, Entrada Triunfal de Jesucristo en Jerusalén, y de palio de Santa María Madre y Maestra de la Alegría son obra de los chavales, que contaron para su elaboración con la ayuda de profesores y padres. Toda la comunidad educativa se vuelca en esta actividad.

Este año se estrenaron las insignias, así como el paso de misterio, con candelabros de guardabrisa y faldones de tela.

Abría paso una cohorte de soldados romanos, seguida de la cruz de guía, penitentes, hebreas y monaguillos, siendo los pasos portados por costaleros. Acompañaba al paso de misterio una banda constituida por alumnado del colegio.

En el centro de la ciudad, los alumnos del colegio María Inmaculada representaron la procesión Entrada Triunfal de Jesucristo en Jerusalén y María Santísima de los Niños, con la participación de 245 chavales, entre costaleros, penitentes, niñas de mantilla, hebreas, acólitos, monaguillos, policías locales, guardia civiles y músicos. Los escolares sacaron dos pasos a la calle, imitando la agrupación musical que acompañaba al paso de misterio a la Banda Nuestra Señora de los Reyes, de Sevilla. Los penitentes del primer tramo llevaban palmas rizadas.

Entre las novedades se encontraba el guión conmemorativo del décimo aniversario de la primera salida procesional, la restauración de los pasos de misterio y de palio, la candelería del paso de palio y el rostrillo de la Virgen, que fue vestida por Nicasio Durán, vestidor de la Virgen de la Victoria.

A su regreso al colegio, el cortejo fue sorprendido por un pequeño chubasco.

Un gran número de personas, entre ellos familiares, se congregó por los distintos puntos por los que pasaron las procesiones escolares.

El jueves, salieron en procesión por el entorno del centro los alumnos de la guardería Dudu el Duende, vestidos ellos de costaleros y ellas de mantilla, acompañando el paso de palio de la Virgen.

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