Pepe Hierro: Buen médico, mejor persona
Gente de aquí y de allá
Además de dominar la ciencia médica, también domina la psicología y habla con el enfermo de una manera que le transmite tranquilidad y confianza
Cuando Pepe Hierro se enteró de que se llamaba José María Hierro se enfadó, porque sus padres no se lo habían dicho nunca. A él le gustaba el nombre de José o Pepe, como todo el mundo lo llamaba. Pepe Hierro era su sello, su marca, su firma. Así que cuando en el instituto le dieron el libro de escolaridad y vio reflejado su verdadero nombre: José María Hierro Aznar, le chocó tanto que les pidió explicaciones a sus padres por no habérselo dicho antes. Todo quedó justificado por haber sido el nombre de un hermano suyo que había fallecido siendo muy pequeño y fue como un homenaje a él.
Yo lo conozco desde hace más de cuarenta años, desde que muy jovencito terminó su carrera de Medicina y empezó a trabajar en los Ángeles de la Noche. Como yo empezaba a tener hijos, tenía que recurrir en muchas ocasiones a este servicio, porque todo el mundo cuando es padre primerizo se asusta con un simple resfriado de sus niños o porque le picaba un mosquito y se le hinchaba el brazo. Y allí acudía el bueno de Pepe Hierro, que así es como se presentó siempre, sonriente y dando soluciones certeras.
Tantas veces vino que casi empezó a formar parte de la familia. Pero yo no quiero hablar mucho hoy de Pepe porque me lo tiene advertido: “Fernando no te vayas a pasar”, así que voy a tener mucho cuidado y no voy a mostrar todo el cariño que le tengo. Voy a ser moderado y a hacer como si no lo conociese a fondo.
Pepe ha salvado muchas vidas con sus consejos y sus tratamientos, al igual que su esposa Jacinta Rodríguez Rodríguez, también médico y que salvó a muchas personas en el quirófano porque ella es cirujana. Ambos forman una pareja inigualable porque son tan buenas personas que los pacientes quedan maravillados con su forma de actuar.
Pepe estudió Medicina porque le gustaba y por ayudar a los pacientes. Todo el que haya estado enfermo con él sabe que estoy diciendo la verdad. Además de dominar la ciencia médica, también domina la psicología y habla con el enfermo de una manera que le transmite tranquilidad y confianza. Y esto lo sé bien porque sin yo llamarlo, cuando he estado enfermo allí aparecía él con mi historial médico para analizarlo conmigo paso a paso y decirme lo que debo y lo que no debo hacer. En definitiva, que Pepe Hierro, además de buen médico, es mejor persona.
Él nació en Huelva en 1955, y por tanto está a punto de jubilarse, por lo que oficialmente nuestra ciudad perderá pronto a uno de sus mejores médicos. Pero los que tenemos la suerte de ser sus amigos lo tendremos siempre al lado.
Su padre Celedonio regentaba un conocido restaurante en Huelva llamado ‘El Comercial’, que estaba en la calle Béjar. Y este fue otro motivo por el que decidió estudiar una carrera y no quedarse con el negocio, pese a que se lo ofrecieron, porque veía que su padre desde muy temprano y hasta muy tarde estaba siempre trabajando y no tenía casi vida familiar. Y eso que no hubiese hecho mal papel en el restaurante, porque Pepe es muy hablador y muy dicharachero. Me lo imagino hablando de las gambas blancas de Huelva y del jamón de Jabugo, ya que sobre todo él es muy onubense, muy recreativista y, en definitiva, como decimos aquí, “muy de Huelva de toda la vida”.
Aparte de la Medicina, Pepe se aficionó desde pequeñito al cine y sabe muchísimo del séptimo arte. A mí me gusta hacerle preguntas difíciles y, sin mirar ni consultar nada, él me responde con más datos de los que yo esperaba, pues es un cinéfilo empedernido. No en vano ya desde pequeñito iba al cine y veía las películas una y otra vez. A eso se le une su inteligencia y su memoria. Por eso pueden ustedes preguntarle lo que quieran sobre cualquier película, que sabe el nombre del director, del productor, del guionista, de los actores, del director de fotografía, dónde se rodó, el cine en el que se estrenó y todo lo que quieran saber de ella.
En una ocasión me pidieron consejo sobre un conferenciante para unas jornadas sobre historia de Punta Umbría y lo recomendé para que hablase sobre la historia del cine en nuestra localidad. Pues bien, Pepe emocionó a todos los asistentes al hablar de los cines Pescadores, Avenida, Saltés, el Cinemar San Fernando y el primer festival que organizó don José Figueroa Agea, que trajo a Punta Umbría a las primeras figuras del cine actual y que posteriormente dio paso al Festival Iberoamericano de Huelva. Pepe habló de cosas del cine que casi todos los asistentes ignoraban y no recuerdo unos aplausos tan fuertes y duraderos en una charla.
Además, colecciona películas. Tanto es así que, aparte de tener una buena biblioteca, tiene una filmoteca particular en su casa con más de 15.000 títulos, lo que le hace acreedor de formar parte de los jurados en varios festivales de cine como el Iberoamericano de Huelva, el Festival de Cine de San Sebastián, el de Sitges y otros más. Todo esto no sería posible si no tuviese la mujer que tiene, Jacinta, que lo acompaña y lo apoya en todo.
Pepe Hierro es profundamente religioso, y además practicante, llamándole practicante a amar y querer al prójimo sobre todas las cosas. Por eso digo con tanta firmeza que Pepe es una gran persona.
Tiene una hermana y dos hijos que viven todos fuera de Huelva, en Sevilla la primera; en Madrid su hija; y en Barcelona su hijo. Pero él está muy bien acompañado siempre con su mujer y la familia de ella, que es la suya también desde el día en que se conocieron.
Podía seguir escribiendo de mi amigo Pepe Hierro, pero como siempre digo, esto no es una biografía, sino una breve semblanza de un gran hombre al que, además, como he dicho, no quería exaltar demasiado. Pero a veces escribo más con el corazón que con la propia cabeza. Pepe, perdóname, pero solo he dicho la verdad y nada más que la verdad.
También te puede interesar
Lo último