Pasión por su profesión y por la cirugía
Traumatólogo
Transmite una enorme fuerza vital y contagia la ilusión con la que asume su trabajo. Fran es traumatólogo y ha realizado el MIR en el Hospital Infanta Elena. Sevillano de nacimiento confiesa que su incorporación al mundo de la medicina no le viene de familia como en otros muchos casos. De hecho, tuvo una primera etapa bastante insegura aunque "una vez que comencé la cerrera me di cuenta de que había tomado la decisión correcta". Cinco años de residente en el Infanta Elena dan para mucho y Fran se ha ganado el cariño y aprecio de todos sus compañeros. Han sido años duros en los que un médico comienza a ejercer como tal y que al mismo tiempo, suponen algo así como un nuevo inicio: "El trato y atención a los pacientes te hace ser consciente de que has de seguir estudiando y te entran enormes ganas de hacerlo".
Dentro de la especialidad de traumatología, Fran tenía clara otra cosa: trabajar en el ámbito de la cirugía. Como en el resto de los aspectos de los médicos residentes, se comienza junto a alguien: "Empecé a entrar en quirófano pronto pero obviamente no a operar". Sin embargo ya ha realizado varias intervenciones quirúrgicas y es donde se siente más realizado. Le pregunto que dentro de la traumatología, cuáles son las operaciones más complicadas. Me contesta que los casos de politraumatismo que proceden en su inmensa mayoría de accidentes. Una de estas intervenciones puede alcanzar las ocho horas de duración. En las operaciones programadas, destacan las prótesis de rodilla.
Fran tiene 30 años y una estupenda carrera por delante. Tuvo la oportunidad de completar su formación pasando una temporada en un prestigioso hospital de Buenos Aires, especializado en traumatología.
Una cosa que no olvidará sin embargo, será la primera guardia en Urgencias que suele ser el primer encuentro con los pacientes y del que todos los MIR hablan como si un bautismo en la profesión se tratara.
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