La plaza Marqués de Aracena fue escenario de la XXVI edición de la Semana Santa Chica, justo antes del inicio de las obras en el espacio público. Salieron en procesión diez cofradías de distintos barrios y calles de la localidad serrana, ya que algunas participan fuera de concurso. Esta tradición, donde los más jóvenes son los auténticos protagonistas, está directamente vinculada con el fervor que vive el pueblo la Semana Santa.

Abuelos, padres, hermanos y cofrades en general transmiten esta costumbre de generación en generación para mantener una fiesta tan peculiar como simbólica, ya que refleja el futuro de quienes velarán por las hermandades y cofradías de Aracena. De hecho en la Semana Mayor existen capataces y costaleros que participaron con anterioridad en la Semana Santa Chica. Entre ellos se encuentra Alejandro Alcaide Cerqueira, uno de los capataces del paso del Divino Redentor Cautivo y la Santa Vera Cruz, cofradías del Miércoles y Jueves Santo respectivamente. Incluso este año ha formado parte de la organización del acto, en concreto del jurado que determina a los mejores en distintos apartados. Aunque el mayor premio es que la participación de los niños continúe con el paso de los años en la Semana Santa. Los premios fueron otorgados por un jurado compuesto por un miembro de cada una de las cofradías.

A las doce del mediodía hizo su salida procesional la primera hermandad. Todas las cofradías realizaron su estación de penitencia por el recorrido preparado por la organización con una diferencia entre una y otra de unos diez minutos. En esta edición, los niños han representado a casi todas las cofradías de Aracena. Aparte construyeron pasos originales con composiciones de imágenes diferentes a las de la Semana Mayor como la representación del Silencio con sus titulares, el crucificado y la Virgen de la Esperanza, juntas en un sólo paso como se hacía antiguamente frente a los dos pasos de la actualidad.

Al igual que en la pasada edición se contó con la participación de la Banda de Cornetas y Tambores de Aracena en el Paseo como acompañamiento musical en la entrada de cada una de las cofradías tras hacer un pasacalle como preludio.

Componentes jóvenes de la organización hacían posible que se escucharan las marchas que los propios capataces habían elegido previamente para un mayor lucimiento de las hermandades. La lluvia quiso hacer acto de presencia en la entrada de las dos últimas hermandades. Con la incertidumbre y tensión del momento más la inquietud del agua, el jurado deliberó los premios entregados junto a alguna cantidad económica por las autoridades civiles y municipales de la localidad serrana como el alcalde, Manuel Guerra, junto a los miembros de las hermandades de penitencia además de componentes de la organización del evento.

Tras la entrega de los premios y entre una multitud que abarrotaba la plaza Marqués de Aracena los niños salieron corriendo con los pasos por el paseo para llegar a sus barrios y disfrutar de una fiesta de convivencia y hermandad entre todos los niños y sus familiares.