El sol primaveral saca a los onubenses a la calle

Día de Andalucía

El Paseo de la Ría reúne a cientos de personas para disfrutar de la festividad de Andalucía

Los bares llenos y los niños con sus juguetes protagonizan el día

Decenas de personas pasean por el Paseo de la Ría.
Decenas de personas pasean por el Paseo de la Ría. / Alberto Domínguez
J. M. Lugardo

01 de marzo 2019 - 04:04

El sorbo del café de ayer, casi por inercia, era más lento y suave. Dio tiempo hasta para cruzar los brazos y levantar la vista al sol caliente de una primavera que se adelantó para que se reflejara en la tez tostada del onubense. La festividad andaluza no hizo más que parar el tiempo en la esquina del sur occidental. Ayer el onubense no andaba de un lado para otro para hacer cruces en su lista de quehaceres sino que la jornada sirvió para pasear. Con el silencio que rompían los pájaros y la risa de los niños entre sus juegos.

El trote de unas zapatillas de deporte, el flash de una fotografía y el roce de las ruedas de una bicicleta sobre el suelo empedrado. Son solo algunos de los sonidos que se mezclaron ayer bajo el marco natural que se proyecta en Huelva gracias al Paseo de la Ría. La jornada fue para ejercitar todo menos la mente que mantuvo su descanso apartada del ajetreo laboral. “Tienes que correr para allá porque si lo haces para el otro lado el viento cae a la cometa”, le explicaba una madre a su hijo en mitad de numerosas personas que abarrotaban una de las zonas de descanso por excelencia de la capital.

Panorámica del Paseo de la Ría.
Panorámica del Paseo de la Ría. / Alberto Domínguez

La panorámica desde lo más alto del Muelle del Tinto era como una cálida pintura que tenía un marco propio. El de Huelva y su gente. El de la familia disfrutando de la festividad de su comunidad. El de la pareja que paseaba sin hablar con la única comunicación que el roce de sus manos. O el del grupo de amigos que buscaron en una cerveza el alivio tras la barra de cualquiera de los establecimientos. Para muchos ayer comenzó un puente de cuatro días por delante y otros, sin embargo, se conformaron con solo una jornada alejados de todo el estrés diario.

“Poneos ahí para una foto”, señaló un hombre a su mujer e hijo antes del comenzar a cruzar el Paseo de la Ría. “Y ahora ya te puedes montar en la moto que por aquí no hay coches”. El juguete de dos ruedas no fue el único que recorrió los adoquines. Patinetes, coches telederigidos, bicicletas de montaña, de paseo o profesionales fue un continuo vaivén durante todo el mediodía. Un día perfecto también donde muchos pequeños hicieron el esfuerzo para aprender a montar sin las ruedas supletorias.

El descanso también se sumó a ese deporte improvisado a través del Paseo de la Ría. Los diferentes bancos que cruzan la longitud del espacio fueron el lugar apropiado para que las miradas se perdieran entre el azul del cielo y el resto de tonalidades naturales que son infinitas más allá de la Punta del Sebo.

La agradable temperatura ambiente –los termómetros superaron los 22 grados– fue incluso un tema de debate a la hora de descansar el cuerpo en uno de los bancos. Sentarse en el sol o en la sombra fue la única preocupación que parecían tener una pareja de mayores, que terminaron por no ocupar los bancos y seguir el paseo del día festivo.

El humor y la guasa fue el sustento de muchos trabajadores ayer para suplantar el agobio laboral en los distintos bares que componen una de las patas de ocio del Paseo de la Ría. “Dos cervezas por aquí”, “Tres tercios, un café con leche y un paquete de patatas”, “La cuenta de la 16 por favor”. Y así, un no parar gracias al ambiente que se gestó en Huelva durante el Día de Andalucía ante un sol de justicia, que es santo y seña de la comunidad.

stats