El Parlamento catalán prohíbe las corridas a partir de enero de 2012
La votación llega tras dar luz verde a una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) que comenzó su tramitación el pasado diciembre · Afectará a la Monumental de Barcelona, única plaza en activo
El Parlamento catalán aprobó ayer, con 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones, prohibir las corridas de toros en Cataluña a partir del 1 de enero de 2012, en una votación en la que sólo uno de los 135 diputados que componen la Cámara no participó en la misma.
El Parlament dio así luz verde a una Iniciativa Legislativa Popular (ILP) avalada por 180.000 ciudadanos que pedía abolir las corridas de toros, prohibición que afectará a La Monumental de Barcelona, la única plaza en activo en Cataluña.
El apoyo mayoritario de CiU y de su líder, Artur Mas, a la propuesta, respaldada también por ERC e ICV-EUiA, y varios miembros del PSC ha hecho posible que prosperara esta iniciativa, mientras que el PPC y Ciutadans votaron en contra.
El margen de diferencia entre taurinos y antitaurinos ha sido de 13 votos, cinco más que los 8 de diferencia que hubo en diciembre cuando se votó y aprobó la admisión a trámite de la ILP. Sin embargo, los correbous, festejos populares muy arraigados en la Cataluña del Ebro continuarán e incluso los quieren blindar. La citada zona es uno de los graneros de votos de los nacionalistas catalanes.
Durante el debate, el PSC-CpC optó por un tono moderado y reivindicó mantener la libertad de los catalanes para asistir a las corridas, mientras que PPC y C's arremetieron contra los abolicionistas y denunciaron el afán de CiU, ERC e ICV-EUiA de acabar con "este signo de identidad español".
Los partidos que se inclinaron por la prohibición (CiU, ERC e ICV-EUiA) trataron de desvincular la votación de la relación entre Cataluña y España, marcada en los últimos meses por la polémica de la sentencia del TC sobre el Estatuto catalán. El diputado de CiU Josep Rull recordó que Antonio Machado, Lope de Vega, Santiago Ramón y Cajal o Jacinto Benavente, entre otros, mostraron su "animadversión" hacia las corridas de toros simplemente para lograr "un país mejor".
Por su parte, el diputado del PSC-CpC David Pérez dijo que, aunque su grupo dio la libertad de voto, de forma mayoritaria votaría "contra la prohibición", y reivindicó que los sentimientos "no se pueden limitar o menospreciar por minoritarios".
A pesar de respetar la postura de cada uno de los diputados de su grupo, Pérez, reconocido protaurino, reivindicó el llamado Manifiesto de la Mercè, firmado por más de un centenar de artistas y personalidades de Cataluña en defensa de las corridas y leyó un párrafo para apelar a sus compañeros a respetar esta tradición. "Prohibir, un verbo que tan a menudo nos ha venido de fuera, no lo reconocemos en nuestra tradición ni en nuestra cultura hecha de tolerancia, respeto, pacto, inteligencia, entendimiento y cordura", señaló.
En nombre de ERC tomó la palabra su presidente, Joan Puigcercós, quien opinó que la especie de los toros no se extinguirá en Cataluña por esta decisión, puesto que "aquí no hay dehesas". "Hay que enviar un mensaje al mundo de que la sociedad catalana evoluciona", ha subrayado el líder de ERC, que también ha negado que la votación sea una reacción contra España: "Se ha querido buscar una confrontación (con España) que no es tal. En el resto del Estado también hay abolicionistas".
Por el PPC, Rafael Luna aludió a que tenía "serias dudas" de si el Parlamento catalán tiene competencias para abolir la denominada Fiesta Nacional y concluyó que, pese a que los Toros son una tradición catalana, los grupos nacionalistas quieren vetar estos festejos porque "molesta todo lo que tenga un cierto sabor a España". "El animal no tiene derechos individuales a proteger, somos los humanos quienes tenemos la obligación de protegerlos", opinó, entre apelaciones a la libertad y tras alertar de que la prohibición comportará un coste medio de 250 euros a cada familia catalana.
Por ICV-EUiA, el diputado Francesc Pané reinvindicó "exonerar a los catalanes de una fiesta que espanta la sensibilidad", y tildó de "inmoralidad" asociar un debate animalista con la relación entre Cataluña y España.
El presidente de Ciutadans, Albert Rivera, denunció el afán de CiU y ERC por "borrar del mapa un icono" español, y avisó de que está en juego "perder un trocito de libertad". Y les dijo a los diputados antitaurinos: "A algunos, por el aspecto que tienen, les gusta bastante el foie. No me gustaría que después de prohibir las corridas algunos siguieran comiendo foie y permitiendo que se torture a las ocas".
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