Papel higiénico Teatro sube al escenario de Cartaya

La sexta edición del Festival de Teatro de Otoño de Cartaya cruza mañana su ecuador con la representación de la cuarta obra de su programación. Concretamente se trata de la comedia Lentas pero seguras, de la compañía asturiana Papel higiénico Teatro, que llega al teatro del Centro Cultural de la Villa de Cartaya mañana a las 21:00. Las entradas pueden reservarse en el área de Cultura del Ayuntamiento de Cartaya de lunes a viernes entre las 09:00 y las 14:00, y las 17:00 y las 19:00, o bien a través del teléfono 959 39 37 60.

"Humor en femenino para público femenino, masculino, neutro, singular y plural" es el mensaje con el que la compañía presenta este espectáculo de humor que narra la vida de tres mujeres contemporáneas que se pasan el día corriendo.

Con un estilo ágil, dinámico, jugando con las palabras y con los momentos musicales y coreográficos, aunque siempre en clave de humor -a veces amable otras ácido- Lentas pero seguras es una divertida parodia sobre los problemas cotidianos de las mujeres de nuestro tiempo, la insatisfacción y el estrés de la actual sociedad, la toma de decisiones y la angustia de las alternativas: el paso inexorable del tiempo y la necesidad de aprender a disfrutar de la vida al precio que sea.

Las protagonistas son por tanto tres mujeres que a pesar de pertenecer a mundos completamente distintos se han hecho amigas en sus sesiones de footing, donde van tejiendo unos lazos que las lleva a hablar de lo acontecido en sus vidas a lo largo de los últimos 20 años: estudios, familias, amores y desamores, trabajos, noviazgos, divorcios, embarazos, hijos, maridos, padres y jefes.

No obstante, pese a haber conseguido sus objetivos en la vida, estas tres mujeres son, en realidad, víctimas de sus logros. Cova, interpretada por Cristina Cillero, es una mujer de negocios, esclavizada por el trabajo, independiente, dominante y reconvertida a lesbiana por sus fallidas relaciones heterosexuales; Carola, interpretada por Arantxa Fernández, es una mileurista pija demasiado ingenua y preocupada por cultivar su cuerpo y por el hedonismo; y Sole, interpretada por Marigel Nicieza, es la madre vocacional esclavizada por el trabajo doméstico y por la familia, que practica footing por prescripción facultativa. El trío de amigas se junta para hacer ejercicio físico. Pero ésa es sólo la excusa y el punto de encuentro para hablar de sus vidas, las pasadas y las deseadas.

Es en el lenguaje, en los juegos de palabras y en la sincronía que se construye con los movimientos de las intérpretes, donde radica la gracia y el arte de la representación. Y es que en definitiva, es en la palabra concisa, en la frase recortada y reemplazada con urgencia por otra que niega o cuestiona la anterior donde salta el humor.

Las actrices Cristina, Arantxa y Marigel se desenvuelven muy bien en este training escénico de concordancia que requiere mucho esfuerzo y preparación y que dirige magistralmente Laura Iglesia, que redondea con su ingenio una pieza sencilla de entretenimiento adobada con coreografías y canciones. Una pieza que sale con ritmos en clave de humor autorreflexivo y con una exposición frontal y abierta hacia el espectador para ofrecer tres estereotipos femeninos de dependencia y esclavitud.

En definitiva, es una obra con la mujer en el disparadero pero con unos personajes dicharacheros que no usan la lucha de géneros, ni al hombre, como fetiche vudú para insertar dardos envenenados. Por el contrario, a éstos se los ignora, recayendo toda la fuerza argumental de la representación sobre las tres protagonistas.