Durante estos 125 años el Asilo de Ancianos de Huelva ha acogido a 7.600 personas, de lo que se sienten muy satisfechas las Hermanitas de los Desamparados. La superiora es la hermana Modesta Durán Pérez que destaca que lo mismo que ayer, hoy "el asilo se sustenta gracias a la Divina Providencia que hace posible contar con el esfuerzo y la generosidad de mucha gente".

Dice que este es un tiempo de gracia por la labor desarrollada y recuerda con afecto que el Asilo de Huelva se inauguró en vida de los fundadores de las Hermanitas de los Pobres Desamparadores, Santa Teresa de Jornet y el padre Saturnino López Novoa.

Durante este tiempo el asilo se ha ganado el afecto de Huelva, han sido muchas las personas acogidas y la ciudad siempre ha estado atenta a sus necesidades. Ahora, en este tiempo de Navidad, es fácil encontrar en él a un coro de campanilleros cantando alguna tarde para felicitar a los ancianos. Los Reyes Magos antes de iniciar su cabalgata en la mañana del día 5 realizan una visita al asilo donde obsequian a los ancianos, para luego proceder a adorar al Niño Jesús que se encuentra en la capilla. En Semana Santa hay que destacar la llegada del Cautivo o el Resucitado al asilo.

En la actualidad hay 165 residentes, algunos con 90 y 100 años y hay que hacer muchos números para llegar a final de mes, pues sólo cuentan con unas pensiones bajísimas, la mayoría no contributivas y de autónomos. Pero la hermana superiora dice que "siempre hay personas buenas que nos ayudan, con alimentos, donativos, así que nunca les falta una buena asistencia". Los ancianos son atendidos por nueve religiosas y 43 empleados, a los que dice que les agradece su vocación, cariño y amor, que despliegan al máximo, lo mismo que a un grupo de personal voluntario que acude a diario.

El asilo se ha ido adaptando a las necesidades y mejorando sus instalaciones. Una reformas que se inician en 1987, en el ala de señoras; en los 90, la de hombres y hay una nueva reforma en 1992, en el ala de portería. Tendrá, además, el carácter de obra social de la Visita Apostólica del Papa Juan Pablo II a Huelva el 14 de junio de 1993, como culminación a la celebración del V Centenario del Descubrimiento y Evangelización de América y los Congresos Mariano. El Papa no pudo hospedarse en el Asilo como era el deseo inicial, aunque sí pasó por el mismo pudiendo bendecirlo.

Durante este tiempo también se hospedaron en el asilo todas las personalidades que participaron en los congresos, desde el cardenal legado, Eduardo Martínez Somalo; Antonio María Javierre, prefecto para la Congregación de Culto Divino; Eduardo Pironio, presidente del Consejo de Laicos; Posadas Ocampos, vicepresidente del CELAM, el Nuncio Mario Tagliaferri, o los cardenales Angel Suquía, Rouco Varela o Carlos Amigo Vallejo, entre otros.