Huelva

Paco de la Poza: "La Banda Sinfónica Municipal de Huelva atraviesa uno de los momentos más dulces de sus 114 años"

Paco De la Poza, director de la Banda Sinfónica de Huelva.

Paco De la Poza, director de la Banda Sinfónica de Huelva. / H.I (Huelva)

El valenciano Paco De la Poza guía las conversaciones con una sutileza magistral, como cuando maneja la batuta encima del atril de la Banda Sinfónica de Huelva. Con un sutil in crescendo, la charla va virando desde el niño que quería ser periodista hasta el afamado director de orquesta en el que se ha convertido. 

Sus galardones no son cualquier cosa. En 2009 recibió el 1er Premio y Mención de Honor en el Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia dirigiendo la Banda de Música de Isla Cristina. Una década después fue galardonado con el 1er Premio en el Certamen Nacional Villa de Olivares en Julio de 2017 a cargo de la Banda Municipal de Punta Umbría.

A pesar de sus orígenes levantinos, De la Poza lleva casi tres décadas residiendo en Huelva, una provincia de la que se considera un enamorado y en la que es feliz dirigiendo los sonidos de la provincia. Hoy visita la redacción de Huelva Información para explicar su experiencia al frente una Banda centenaria con una importante labor social y cuyos beneficios van a parar siempre a obras benéficas.- Lleva toda una vida dedicada a la música, ¿cómo fueron sus comienzos?- Aunque nací en Valencia, mis padres son andaluces, de Baeza. A pesar de que en Paterna hay mucha tradición musical yo no había visto una banda de música hasta que llegué al pueblo de mis padres. Allí veía a mi tío, que era músico, salir de la casa de mi abuela con su saxofón y así fue como me empecé a aficionar a la música. Cuando volví a casa, le insistí tanto a mi padre que nos apuntó a cinco de mis seis hermanos y a mi a clases de música en la Banda de Paterna. 

A día de hoy, aunque solo yo me he dedicado profesionalmente, todos tenemos formación musical. Tres de ellos se sacaron incluso la carrera. Una hermana da clases de saxofón.

- ¿En algún momento ese niño que comienza a aprender música como un hobby piensa en dedicarse a ello profesionalmente?

- Yo quería ser periodista pero es verdad que desde pequeño ya empiezo a vivir con la música muy intensamente. Todas las tardes ensayando, los fines de semana, comienzo a hacer mis amigos en torno a la música e incluso conocí a mi mujer en la banda juvenil. La música se convirtió en un estilo de vida. Tanto es así que salí del conservatorio con 18 años queriendo dedicarme a ello.

- ¿Tuvo algún modelo a seguir que marcase profesionalmente su carrera?

Tuve muchos maestros pero el que más me marcó en esta época fue Rafael Tortajada, en aquel momento trombón solista de la orquesta y un fuera de serie a nivel pedagógico. Desde ese momento yo quería ser como él, tanto como músico como persona. Fue mi modelo y mi referente.

- ¿En qué momento alguien de Valencia, con tanto arraigo por su tierra y tantas oportunidades por la cultura musical levantina, acaba viniendo a Huelva?- A principios de los 90 estaba preparándome las oposiciones para la Banda de Bilbao cuando me enteré que habían salido plazas para la Banda Municipal de Huelva con tanta suerte que me presenté y aprobé en el mes de diciembre de 1993 cuando la Banda estaba dirigida por Vicente Sanchís. Después de esto se trasladó también mi mujer que actualmente da clases de música en la Universidad y cuando me propusieron volver a Valencia estaba tan agusto en la provincia que no quise moverme. 

- Tu carrera desde entonces ha sido meteórica siendo todo un referente en la provincia y fuera de ella logrando con ello que la Banda diera un importante salto de calidad desde que la diriges

- En las tareas de dirección como subdirector de la Banda llevo casi diez años, supliendo al titular cuando este bi podía encargarse de la labor. Desde hace dos año soy el director de la orquesta pero es verdad que he colaborado con muchos otros proyectos como la Banda sinfónica municipal de Sevilla, la Orquesta sinfónica de Getafe y he sido director de la Banda Federal de Extremadura, entre otras cosas. 

En los últimos años también he llevado a cabo diferentes proyectos artísticos como la Orquesta Clásica de Huelva. 

La Banda Sinfónica Municipal durante un ensayo en el Gran Teatro La Banda Sinfónica Municipal durante un ensayo en el Gran Teatro

La Banda Sinfónica Municipal durante un ensayo en el Gran Teatro / Alberto Dominguez (Huelva)

- Por las direcciones de la Banda de Isla Cristina y de Punta Umbría le galardonaron con dos importantes premios como el Certamen Internacional de Bandas de Música Ciudad de Valencia y el Certamen Nacional Villa de Olivares

- Sí, el certamen de Valencia que ganamos con Isla Cristina, además, podemos decir que fue la primera o de las primeras bandas andaluzas en ganarlo. Desde luego la primera de Huelva en acceder al primer premio. Ibamos con muchísima ilusión por participar y con la certeza de que la experiencia era lo que contaba. Jamás pensamos en el resultado que logramos al final. Dimos la campanada absoluta.

- También ha tenido una experiencia en Corea del Sur, ¿cómo surge una oportunidad así?- Exacto. Esto fue un concierto con la Daejeon Philharmonic Orchestra de Corea del Sur para conmemorar el alto el fuego entre el país y Japón. Allí se interpretaron los solos de Tuba Tenor de Don Quijote (Strauss), con la  ofreciendo dos Conciertos en el Concert Hall de Daejeon y en el Arts Center Concert Hall de Seúl, y con la Orquesta de Valencia en el Palau de la Música de Valencia. Son experiencias que te nutren a ti y nutren tu trabajo y que después se traslada a la Banda que diriges. 

- A pesar de toda su trayectoria, la música no siempre es una profesión sencilla y está llena de obstáculos. En este sentido, ¿ha habido momentos en los que haya tenido ganas de tirar la toalla?

- Sí, ha habido muchos. En la época de estudiante sobre todo. Te frustras porque no progresas como te gustaría o porque mucha gente te desmoraliza diciendote que la música no es una carrera, que no se puede vivir de esto. Por fortuna he tenido muy buen ambiente musical y esos momentos se compensan. 

Al margen de esto, la música necesita mucha actualización. Las obras son todas diferentes, los estilos no son iguales, la práctica de los instrumentos es constante... En Huelva hemos tenido épocas de más o menos motivación dependiendo de las circunstancias externas, del apoyo que hemos ido recibiendo. Ahora la Banda esta en un momento muy dulce, hay mucho feeling con la concejalía de Cultura y su responsable, Daniel Mantero y estamos concentrados en cerrar un buen programa. 

- Parte del éxito de esas críticas es el repertorio tan amplio que ofrecen al público, desde marchas de Semana Santa, a eventos navideños o conciertos escolares. No parece que tengan límite en cuanto al estilo. 

- Es verdad que artísticamente estamos recibiendo muy buenas reseñas y llenando todos los actos. Eso lo compensa todo. Un espectáculo como el de Mara Barros en la Inauguración del Festival de Cine es radicalmente diferente a la última actuación con Lola Reina, por ejemplo. Te tienes que adaptar pero esto motiva mucho a los músicos, porque son proyectos diferentes que te obligan a reinventarte y a salir de la monotonía.

Al margen de esto, estamos trayendo directores invitados y eso es algo que los músicos agradecen porque significa conocer otra técnica y otra forma de hacer las cosas. Es muy necesario. También traemos cada año a solitas invitados como Rubén Simeón, un prodigio de la trompeta desde que tenía 12 años. 

- ¿Cómo es un día corriente para la Banda Sinfónica de Huelva?

- Hay una importante labor previa de calentamiento individual. Los músicos no pueden llegar y ponerse a tocar inmediatamente, especialmente algunas piezas fuertes porque podrían producirles importantes daños posturales o heridas en la boca, en el caso de algunos instrumentos. Esta parte suele durar entre 15 y 20 minutos. Después comienza el ensayo propiamente dicho de las piezas que se vayan a tocar en el siguiente concierto o en la siguiente procesión. Estos ensayos se hacen en periodos de dos horas con un descanso intermedio previo a la segunda parte. 

Nuestra jornada laboral tiene una parte de ensayo individual de dos horas diarias de estudio que se hace incluso en vacaciones. En ella los músicos concretan sus propios sonidos, su propia práctica en la que repasan su actividad dentro del grupo. Después esta el ensayo grupal en el que todo ese estudio individual se pone en común. 

- Todo este trabajo requiere una programación y una dedicación que pasa íntegramente por sus manos

- Mucha gente no lo sabe pero la jefatura de servicio pasa íntegramente por las manos del director de la orquesta. Esto significa que no solo se ocupa de la planificación musical de la temporada sino también de toda la parte administrativa y económica que requiere mucho trabajo. En mi caso me ocupo de equilibrar el espectáculo que quiero dar a nivel musical y artístico con las características de los músicos y los instrumentos con los que contamos. Cuadrar las agendas de los invitados, traer a quien te permite el presupuesto. No siempre puedes traer o tocar lo que te gustaría.

Tanto los músicos como los directores apenas tenemos vacaciones, siempre estamos preparando la siguiente actuación, estudiando el siguiente programa. Casi no desconectamos. 

- ¿Tiene la impresión de que la música se valora más y está más reconocida fuera de España que dentro de nuestras fronteras?

- En España están saliendo muy buenos músicos y hay muy buenos conservatorios y escuelas de música. Lo que sí falta es impulso decidido por parte de algunas instituciones. Tu vas a centroeuropa, a países como Austria, y es otro mundo. Aquí hay que pelearlo todo muchísimo y eso que de aquí de España están saliendo los mejores músicos de Europa, las mejores orquestas del mundo están copadas de músicos españoles.

En Huelva tenemos un pianista como Javier Periañez que es de Nerva que estaba el otro día tocando en el Metropolitan de Nueva York y está considerado uno de cinco mejores pianistas del mundo y al que se rifan en los auditorios. Tenemos otro director, Lucas Macías que es de Valverde que es el director titular de la Orquesta de Granada y de Oviedo, algo que es casi imposible porque en la mayoría son extranjeros. Este hombre fue oboe solista de Amsterdam. Estamos hablando de uno de los mejores oboes de la historia y es de aquí y apenas se le reconoce en su tierra. Tenemos una lista interminable en la provincia. 

- ¿Por qué todo ese talento no se concentra en Huelva y se tiene que ir fuera para poder trabajar?

- Casi todos nuestros mejores músicos están repartidos por las orquestas de Europa y del mundo. Aquí no tenemos las condiciones materiales para conseguir que se queden. Para empezar no tenemos Conservatorio Superior, quienes quieren acabar la carrera tienen que salir fuera con el correspondiente gasto económico que supone. Muchas familias acaban el Grado Medio y ahí se quedan sus aspiraciones. Todas las provincias andaluzas cuentan con Conservatorio Superior excepto Cádiz, Almería y Huelva. 

Tampoco tenemos Escuela de Danza, por ejemplo, y sin embargo tenemos muchos conservatorios elementales. Quizá deberíamos tener menos conservatorios elementales y darle más salida a un conservatorio superior. Después salen muy pocas plazas para las Bandas con lo que toda esa gente que se va apenas tiene posibilidad de volver. 

- ¿Qué tiene preparado para el público la nueva programación de la Banda Sinfónica de Huelva?- La nueva programación esta a punto de salir. Continuaremos con la dinámica de los años anteriores de cuatro pilares, siempre pensando en que presentemos obras que muestren al mundo que en Huelva se están haciendo las cosas bien, donde se tocan obras nuevas a estrenar, y que muestren que la Banda Sinfónica hacemos cosas interesantes. Además y como siempre será una programación pensada para ofrecer a nuestro público cosas novedosas, que no haya visto y que disfrute. También para acercar a la gente en la calle hasta la banda. En definitiva que motive tanto al público como a los músicos. 

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