Pablo Rada: arteria y corazón de la Huelva moderna y abierta

Pablo Rada no es un barrio. Es algo mucho más grande. Pablo Rada es una comunidad de personas que conviven, celebran la vida y generan comercio y riqueza en una de las arterias más importantes de Huelva por donde todo pasa y todo sucede. Por su rambla central discurre cada día la vida de la ciudad, los cientos de paisanos y turistas que la transitan a diario, hacen de este camino, no solo uno de los más importantes de la capital, sino una de las experiencias culinarias y gastronómicas más reseñables de toda Huelva.

Así lo confirma Rafael Mora, vecino de esta majestuosa avenida desde el año 1998. "Estoy encantado de vivir aquí, no podría vivir en un sitio mejor ni me veo en otra parte", asegura este ingeniero de profesión. "Lo tengo todo a mano, el trabajo y el ocio, a mediodía soy de los que baja al Ziaro casi por religión a comerme mi tapa de tortilla y mi cervecita al sol. Es una fantasía".

Esta avenida, creada en la década de los 90 del pasado siglo, vino a configurar la entrada de la Avenida Andalucía, que había quedado obsoleta tras lustros de abandono y crecimiento de la propia ciudad. La capital quedó así conectada desde la salida y llegada de la carretera de Sevilla hasta el casco histórico, lo que supuso un aliciente, no solo para el tráfico, que comenzó a disponer de un camino directo, sino de los propios peatones, que desde entonces pudieron recorrer a pie una gran parte de la ciudad, con una avenida transitable y sostenible.

La calle de Pablo Rada es ahora, en pleno 2023, un camino recto que discurre entre la histórica Palmera - hoy plaza Quintero Baez- y la rotonda de los Litri en cuyas inmediaciones se encuentra el conocido por todos como Hotel Monte Conquero (hoy Senator), un espacio que ha acogido a centenares de turistas deseosos por conocer la cultura de la ciudad.

Frente a este lugar de descanso de nuestros visitantes, se encuentra la plaza de la Soledad, un espacio abierto y dinámico en el que jóvenes y no tan jóvenes pasan las tardes con sus monopatines y bicicletas, especialmente durante los meses de primavera y verano. Junto a la ermita que le da nombre, esta singular plaza fue el último espacio de la avenida en urbanizarse. De hecho, en los últimos meses, el Ayuntamiento ha impulsado la finalización de la urbanización de la plaza, un proyecto de reparcelación muy esperado y demandado por los vecinos y vecinas de la zona.

Hoy, además, la plaza de la Soledad es el hogar de una colonia de gatos a los que los vecinos cuidan con mucho cariño. "Vamos a darles de comer cada día", asegura una vecina de San Pedro. "Cada vez están más cuidados y estamos muy pendientes de que no les falte nunca ni agua ni comida".

La avenida que comienza o termina, según se mire, ondeando una inmensa bandera de Huelva, es orgullo del proceso de modernización de la ciudad. "He visto crecer la avenida casi desde que nací", asegura Julio Soro,