La placeta se reivindica como la plaza que fue

huelva de ayer A hoy

Sin nombre. No hay un letrero que indique que es La Placeta, al menos para que su denominación de siempre no quede difuminada en el tiempo, como tantas cosas que se pierden en esta ciudad

LA PLACETA se reivindica              como la plaza que fue
LA PLACETA se reivindica como la plaza que fue / Colección Roisin · Archivo Municipal De Huelva
Eduardo J. Sugrañes

19 de noviembre 2017 - 02:09

En este recorrido por La Placeta y su entorno se puede ver como elemento característico el trasiego de personas en esta encrucijada de calles que hoy tiene de nombre, Plus Ultra, Jesús Nazareno, Bocas, Gravina y José Nogales. Calles entrelazadas en el latir de un punto clave de la ciudad como es La Placeta. Un lugar de venta y trasiego, de mercancias, de ir y venir de personas. Nada que ver con lo oficial, de lo institucional. Es un lugar hecho por la propia ciudad.

Es fácil que en cualquier punto de Huelva a quienes nos pregunten por La Placeta le sabríamos indicar dónde está, cómo llegar. Es lugar de cita en lo comercial de este Centro Abierto, para un rato de café en un velador de sus muchos bares.

En Semana Santa La Placeta se ha hecho en las últimas décadas punto de referencia en el trayecto oficial de las procesiones. Es el lugar de inicio de todo lo cofrade en lo oficial, en ese momento en el que se completa el discurrir de las cofradías por la calle, hacia la estación de penitencia y la visita institucional ante el Ayuntamiento. La Placeta es el punto de partida. Aquí tiene sitio el palco del Consejo de Hermandades.

Un lugar que con el tiempo en siglos pasados se hizo también famoso por la cruz que en su centro se levantaba y ante la que se celebraban las fiestas de las cruces de mayo. La ciudad fue cambiando y entendió que no era el lugar más adecuado para que un signo religioso como una cruz de hierro forjado marcara este espacio, el kilómetro cero de lo que hemos venido a llamar a este punto de la ciudad. La cruz, arrancada de este lugar, tenía sus días contados en un depósito municipal. La Hermandad de la Cinta solicitó en 1888 que se le cediera y desde entonces se levanta en El Conquero.

Ese punto referencial en La Placeta se perdió y con el tiempo la encrucijada de calles lo engulló todo. De tal manera que lo que se denominó La Placeta, porque su configuración era de plaza, quedó perdida en el nomenclator aunque no en la voz de la gente que le siguió denominado así a este punto neurálgico de Huelva.

Ahora que lo peatonal ha ido ganando espacio a los adoquines de la calzada, definiendo de nuevo la plaza que siempre fue, es el momento de reivindicar La Placeta como espacio físico; al menos hay que pedirle al Ayuntamiento un letrero con su nombre en la plaza que indique dónde estamos, cuando hay sitio para macetones, vallas publicitarias, columnas con letrerotes...

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