Huelva

La ONCE atiende a 98 alumnos con discapacidad en el inicio del curso

  • Un equipo de profesionales ayuda a los escolares a aumentar sus habilidades

La ONCE se vuelca un año más en la ayuda, el apoyo y la atención de los escolares que padecen una discapacidad visual con el objetivo de que aprendan a compensar esas carencias y que puedan desarrollar su vida diaria con normalidad dentro de los centros educativos. Un equipo de profesionales de la organización atiende actualmente a 98 escolares en toda la provincia. Un trabajo que no solo se centra en la relación profesional-alumno sino que implica una coordinación entre la ONCE, el centro escolar, el alumno y la familia.

Los recursos humanos de la organización en el territorio onubense lo forman ocho maestros (dos con nómina de la ONCE y seis de la Junta de Andalucía, debido al convenio de colaboración existente con la Consejería de Educación), un psicólogo, dos trabajadoras sociales, un instructor tiflotécnico (que se encarga de enseñar las adaptaciones informáticas para ciegos y deficientes visuales), y un técnico de rehabilitación encargado de la enseñanza de la movilidad a las personas ciegas además de las herramientas ópticas. Este equipo humano está coordinado por la directora técnico pedagógica del ámbito de Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Carmen de Miguel Agustino. "A los ocho maestros los asigno a alumnos según la zona en la que estén repartidos", que después se organizan según un criterio de atención que va "en función de las necesidades que tenga cada niño" y que se suma a la etapa educativa en la que se encuentren, cuenta la coordinadora a Huelva Información. Y es que no es lo mismo la necesidad de atención de un ciego total en Educación Infantil que en Secundaria. Eso sí, la ONCE ayuda a cualquier escolar desde la atención temprana hasta personas de la tercera edad.

El equipo de profesionales no descansa en su trabajo. El último trimestre de un curso escolar sirve como labor previa para el año siguiente. Una fecha en la que la ONCE ya es consciente de los alumnos con discapacidad visual que van a cambiar de centro escolar. "Lo primero que hago es enviar una carta a los centros, nos presentamos como equipo y explicamos en líneas generales el trabajo del equipo", apunta Carmen de Miguel Agustino. El trabajo previo es "importante" por lo que la ONCE acompaña al alumno al que será su nuevo centro para que se familiarice con él y conozca a sus profesores. Además la organización explica al centro las necesidades que tendrá el alumno durante el curso escolar.

Uno de los objetivos de este equipo de trabajo es que los discapacitados visuales tengan las mismas exigencias que el resto de alumnos. "El criterio tiene que ser el mismo para todos porque, por ejemplo, vivir se escribe con v en tinta y en braille. Nuestro trabajo está en enseñar al niño a compensar esa carencia que tiene". Para ello la ONCE presta y pone a disposición de los alumnos un gran abanico de material tiflotécnico para que puedan aprender y estudiar todo el material educativo. La máquina perkins para escribir en braille, materiales en relieve o lupas son algunas de las herramientas que utilizan los escolares con discapacidad visual para que puedan desarrollar sus habilidades en su vida educativa. "Este año nos hemos marcado como prioridad incorporar las tecnologías en nuestros alumnos", un trabajo intenso "en el uso de herramientas tiflotecnológicas" para que cualquier deficiente visual pueda realizar todas las acciones como el resto de los alumnos.

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