Noche de Terror en El Molino

La Intercomunidad 'Virgen de la Cinta' recrea una pequeña aldea habitada por zombies y monstruosl Iniciativa Un gran número de niños recorre la tenebrosa aldea en la primera jornada

Noche de Terror en El Molino
Noche de Terror en El Molino
T. Lojo / Huelva

01 de noviembre 2012 - 01:00

Noche de Halloween en Nuevo Molino, donde niños y mayores vivieron una noche de terror en una aldea habitada por zombis y monstruos. Socios de la Intercomunidad Parque Nuevo Molino Virgen de la Cinta habilitaron 1.000 metros cuadrados para recrear una pedanía con una plaza, una mansión -la de los condes del Molino-, un ambulatorio, una capilla, la casa de las brujas y un cementerio. Todo ello construido con material reciclado -palés, palos de eucaliptos, puertas, contraventanas, maderas, muebles viejos y cartón- .

La velada comenzó con la fiesta de disfraces organizada por la Asociación de Vecinos de El Molino, que se celebró en el parque del barrio, decorado para la ocasión con el típico cementerio con sus tumbas y esqueletos. Muchos de los pequeños se trasladaron después a la Intercomunidad Parque Nuevo Molino para recorrer su terrorífica aldea. En grupos de diez fueron entrando los visitantes -la mayoría niños disfrazados- que tuvieron que pagar el precio simbólico de un euro.

El recorrido, lleno de sobresaltos, comenzó en una plaza por la que deambulaban zombis y brujas, desde la que accedieron a la mansión de los Condes del Molino, donde fueron recibidos por el mayordomo, que los fue conduciendo por las diferentes dependencias del inmueble. Empezaron por el salón, los condes estaban acompañados por su hija y una amiga del matrimonio, y los atendían varias doncellas. De allí se dirigieron a la cocina, en la que cuatro cocineras se encargaron de que los invitados fueran bien servidos.

Los visitantes fueron invitados, en el desván, a electrocutar a un condenado a muerte en la silla eléctrica. El reo estaba escoltado por el hombre sin cabeza y frankenstein.

Al cuarto de baño se accedía por un pasillo donde había una especie de celda, en la que estaba encerrado un caníbal, vigilado por un loquero. Encima de la bañera, donde flotaba una cabeza, se podía ver un estante con tarros llenos de vísceras .

La niña del exorcista, acompañada por un cura y un obispo, se encontraba en el dormitorio, última estancia de la mansión. A la salida esperaban el hombre de la guadaña y el Conde Drácula y los visitantes fueron recibidos por los zombis, que los condujeron a un ambulatorio, con enfermeras ensangrentadas, dirigidas por su supervisora, y un médico con un ojo colgando, que operaba a un paciente.

La siguiente parada fue la capilla, en la que un cura estaba casando a una peculiar pareja de novios, junto a la que había un panteón lleno de nichos, en los que descansaban los miembros de la junta directiva de la Intercomunidad Parque Nuevo Molino Virgen de la Cinta. Al lado de estos se encontraba el de un joven, que con las visitas se animó a salir de su ataúd.

Una vez dejaron atrás el panteón, los visitantes se encontraron con la zona de brujas, y el cementerio -con lápidas auténticas- lleno de zombis, entre los que andaba el demonio. En medio del campo santo, una dama se columpiaba en un columpio.

Sesenta y cinco figurantes, con edades comprendidas entre los 18 y los 52 años, hicieron posible esta recreación, fruto del trabajo de dos meses. La aldea volverá a abrir sus puertas hoy y mañana, a partir de las siete de la tarde.

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