Nilefos presentará un expediente de regulación temporal de empleo
Los trabajadores de la compañía anuncian nuevas movilizaciones a partir del lunes · Consideran que el ERTE no garantiza la continuidad de la compañía y desconfían de las intención de la dirección


Los trabajadores de Nilefos vuelven el lunes a las movilizaciones. Así lo decidieron ayer en asamblea multitudinaria tras conocer que la empresa presentará en los próximos días a la Junta de Andalucía un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE), que ya tiene elaborado. La plantilla se concentrará el lunes en el muelle del Tinto y realizará desde allí una marcha hasta la factoría, que se traducirá en el inicio de nuevas acciones, mientras se concretan otras por la situación que atraviesa otra vez la compañía.
Y es que los trabajadores rechazan el expediente de regulación, porque consideran que no garantiza el futuro de la empresa y porque sólo servirá para agotar una parte de sus prestaciones por desempleo, según explicó el presidente del comité de empresa, José Pérez, a esta redacción.
El ERTE tiene una duración de nueve meses y afectaría a la práctica totalidad de la plantilla, ya que tan sólo quedarían once trabajadores del servicio de mantenimiento de los 60 con que cuenta la fábrica.
Los trabajadores desconfían de las intenciones del propietario de la factoría, Nitin J. Madhvani, por lo que solicitan que se determine el futuro de la empresa y que si es necesario se anuncie el cese de la actividad y el cierre de Nilefos.
Los empleados entienden que con el ERTE la dirección empresarial sólo persigue ganar tiempo por si tras los nueve meses ha mejorado el mercado, aunque se muestran escépticos sobre la continuidad de la compañía.
Hasta el momento, la empresa ha incumplido los acuerdos alcanzados con la Junta de Andalucía y no ha realizado las inversiones comprometidas para la planta y para mejorar su productividad. La Administración andaluza concedió 2,3 millones de euros a la factoría con la condición de que ésta invirtiera 15 millones de euros.
La factoría acumula deudas hasta el punto que ha recibido una orden de corte de luz para el pasado 9 de agosto que aún no se ha cumplido pero que podría ser efectiva en cualquier momento, como indicó José Pérez.
La dirección de Nilefos tampoco garantiza el pago de las nóminas de los trabajadores a partir de agosto, por lo que éstos temen que ya no vuelvan a cobrar sus salarios. Pérez señala que hasta ahora los trabajadores han podido cobrar gracias a los stock que acumulaba la compañía pero que a partir de ahora será más difícil porque la dirección la está descapitalizando.
La plantilla espera que la Junta de Andalucía no acepte el ERTE, ya que primero se tiene que producir un acuerdo entre empresa y trabajadores y vaticina que irremediablemente tendrá que volver a mediar en el conflicto. Los trabajadores se plantean incluso acudir a los tribunales para que la justicia investigue si la operación de compra venta entre Rodhia y Nilefos se hizo atendiendo a la legalidad vigente.
Mientras, el comité de empresa de Ercros, en Palos de la Frontera, presentará casi con toda seguridad la próxima semana, el recursos contra el expediente de regulación de empleo presentado por la dirección de la compañía por entender que es discriminatorio.
El comité continúa recabando todos datos, una copia del desarrollo y los hechos que han tenido lugar a lo largo del proceso que condujo al acuerdo entre Ercros y la comisión negociadora al expediente de regulación temporal de empleo que afecta a 54 trabajadores y que tiene una duración de 4 meses. El recurso se suma a otras acciones emprendidas por los trabajadores como las denuncias que han presentado por la realización de horas extraordinarias, mientras se cuestiona la viabilidad de la compañía.
UGT censuró la deslealtad institucional del Ministerio de Trabajo con la Junta de Andalucía por aceptar el expediente y considera inadmisible e inasumible la resolución efectuada a sabiendas que desde la Administración regional apuesta por la continuidad de la actividad económica por lo que está estudiando un plan de viabilidad.
El preacuerdo firmado el pasado mes de julio no hizo bajar la guardia a los trabajadores. La planta de Palos ha seguido con su actividad a pesar de lo anunciado por la empresa a principios de mayo. El aspecto más destacado fue entonces la confirmación de que seguirá la actividad en Palos al menos hasta 2020. De esta forma, la empresa daba marcha atrás a su primera intención que no era otra que el cierre definitivo que había propuesto con anterioridad, y que suspuso un auténtico mazazo.
El preacuerdo coincidió con la presentación de los resultados de la empresa que apuntan a unas pérdidas de 18,1 millones de euros en el primer semestre del año, tres veces más que los 5,4 millones en número rojos de ejercicio anterior.
El resultados coincide con una caída del 30% de los ingresos, hasta 317 millones y con una valoración negativa de las existencias del grupo de 11,5 millones. Además, el beneficio bruto de la explotación pasó de 22,3 millones el año pasado a un déficit de 8,4 millones.
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