Hoy sería incomprensible pero para los niños y niñas de los años 70 y 80 era lo habitual. Lo cotidiano. Entre las ruinas y deshechos de la chatarrería de la calle Amor de Dios, entre el quiosco que regentaban "el Joaquín y la Dolorcitas", creció una de las generaciones más felices que se recuerdan en la capital. 

Entre los restos del desguace que se acumularon durante años en el descampado de la trasera de la calle, los más pequeños de la barriada de la Navidad y sus alrededores construían fuertes, jugaban a las guerrillas, a chapas y canicas hasta que caía el sol. 

Como una época feliz. Así recuerda Manuel los días en que iba a visitar a su abuela Josefina y a su abuelo Bartolomé que vivían muy cerca del que considera "el descampado de su infancia". Manuel asegura que en aquel terraplén "hizo los mejores amigos de su vida", amigos que aún conserva y con quienes jugaba largas horas "a toda clase de cosas", incluido el fútbol, su diversión favorita, después de improvisar "a ojo y con un par de palos, piedras o sudaderas". 

Afortunadamente, el barrio cuenta ya con parques y zonas seguras donde nuestros hijos pueden jugar sin peligro, explica Carmen, vecina de la calle Patriarca San José. "Yo conocí esos descampados y es verdad que me lo pasé muy bien de niña pero también eran un sitio muy peligroso donde había restos oxidados y jeringuillas usadas. Más de un amigo tuvo que correr a ponerse la inyección del tétanos", asegura. 

Un barrio que vio pasar el ferrobús de la costa 

Además de los antiguos páramos de juegos, en la memoria colectiva de los vecinos del barrio de la Navidad permanece todavía el trazado de la línea ferroviaria Ayamonte-Huelva-Gibraleón. Un servicio de casi 50 kilómetros de recorrido que estuvo vigente desde 1940 hasta el 27 de septiembre de 1987 cuando Renfe desmanteló un servicio público esencial que conectaba, en menos de una hora y veinte minutos, toda la costa onubense hasta la frontera portuguesa. 

"Recuerdo que aquel tren pasaba al menos tres veces al día y que hacía temblar medio barrio a su paso". explica José Luis, exvecino de la barriada. "No entiendo cómo quitaron esa línea, con la falta que hacía y que nos sigue haciendo"

El Ferrobús de la costa a su paso por la barriada de la Navidad

Efectivamente, el Ferrobís 305-D que atravesaba la barriada de la Navidad a través de la calle Tharsis, cumplía un servicio público. En su recorrido, el tren hacía hasta trece paradas en los diferentes apeaderos de la provincia. "Vivíamos conectados en una época en que las carreteras eran aún muy precarias y donde no todo el mundo contaba con un coche. A mi familia y a mi nos permitió pasear por nuestras playas, conocer Portugal y también visitar a nuestros primos y tíos de la Sierra", asegura José Luis. 

Nuevas generaciones pisan con fuerza

Ya sin el recuerdo del Ferrobús pero con la esperanza de contar en los próximos años con el esperado AVE de Faro prometido por la Junta, las nuevas generaciones tratan de crear un barrio a la altura de sus necesidades. Así lo entiende el director del colegio Virgen de Belén, Vicente Ponce, una escuela de Educación Infantil, Primaria y Secundaria que lleva en el barrio más de tres décadas y cuya labor es todo un ejemplo de integración, multiculturalidad y convivencia en la capital. 

Fundada por la Congregación religiosa del Sagrado Corazón y gestionada en la actualidad por la Asociación Nuevos Horizontes, la escuela ofrece educación de calidad a niños y niñas entre los 3 y los 16 años.

La Escuela tiene además una estrecha relación con la parroquia Virgen de Belén a la que apoya en la importante labor social que despliega para mejorar la vida colectiva del barrio. El centro religioso, regentado por el párroco Manolo Salazar, lleva a cabo numerosos proyectos para tratar de mejorar la vida de la barriada y especialmente de las familias más desfavorecidas. "Tratamos de hacer todo lo que podemos con los escasos medios y los pocos recursos de los que disponemos", asegura Salazar. "A pesar de todo, siempre ha habido un grupo muy numeroso de personas atenats que tratar de dar lo mejor de sí para mejorar nuestro entorno".

Portada de la Barriada de la Navidad durante los años 70

Tanto dentro como fuera de la iglesia se organizan actualmente talleres y charlas como el Punto de Información Cuenta con Nosotros así como formaciones por los derechos laborales en torno al 1 de Mayo, gracias a la colaboración con diferentes agentes sociales y organizaciones como la Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC). Su presidente, Eugenio García, ha explicado que desde la Pastoral Obrera trabajan en todos aquellos barrios que como el de Navidad existen necesidades especiales en esta materia. "En la barriada contamos además con un párroco muy comprometido y dispuesto siempre a ayudar a todos". 

A criterio del sacerdote, el barrio necesita ahora "más recursos con los que hacer frente a la realidad social diaria". 

Viviendas para seguir disfrutando del barrio 

Ciertamente, la barriada de la Navidad ha experimentado en los últimos años un importante proceso de renovación. "Quienes vivimos aquí seguimos siendo gente humilde, no nos avergüenza decirlo, tenemos muchas carencias con respecto a otros barrios y zonas de Huelva pero poco a poco las cosas están cambiando", advierte José, vecino del barrio desde hace treinta años, sobre los cambios urbanísticos que la barriada de la margen izquierda del Odiel está experimentando. "No solo vamos a estar en boca de Huelva para lo malo, también para lo que se hace bien, que es mucho".

Su casa familiar, de carácter municipal es una de las últimas a las que el Ayuntamiento está ayudando a rehabilitar. En concreto, el consistorio onubense ha rehabilitado una decena de viviendas cuyos interiores, cubiertas y tejados no habían sido intervenidos desde su construcción con el objetivo de que los vecinos de la Navidad puedan disfrutar de viviendas dignas para su uso y disfrute.