Huelva

Los fondos tartésicos del Museo de Huelva protagonizan una importante muestra internacional en Madrid

Los fondos tartésicos del Museo de Huelva, protagonistas de una importante muestra internacional en Madrid

Los fondos tartésicos del Museo de Huelva, protagonistas de una importante muestra internacional en Madrid / Rafa Del Barrio (Huelva)

Viéndolas trabajar cualquiera podría afirmar que las manos de Elena Aguilera y Raquel Zapata están hechas de algodón. Nada más lejos. La delicadeza con las que envuelven y tratan cada pieza encaja a la perfección, como en un mecanismo sincrónico, con la firmeza de la protección que les brindan una a una. Sin duda saben bien que por sus manos pasa la historia y la memoria de Huelva. 

Desde un pequeño remache de bronce a una gran urna globular, la directora del Museo de Huelva vigila que ninguna de las piezas a su cargo sufra algún desperfecto fruto de la imprudencia. Enfundada en una bata blanca y guantes de látex, Elena revisa minuciosamente toda la documentación del traslado que está preparando, controla que las cajas estén listas y que cada sello lleve el número de identificación correcto. 

"No podemos permitirnos ningún despiste", explica su ayudante, que también participa activamente de los preparativos. Aunque para ellas es algo rutinario, lo que tienen entre manos no es baladí. Huelva tendrá un papel determinante en la próxima exposición Los últimos días de Tarteso que comisiona el Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid y todo debe estar previsto.

Medio centenar de piezas de Huelva

Para esta cita, que ha suscitado un considerable interés internacional, el Museo de Huelva prestará un total de 51 piezas de la cultura tartésica de su colección que serán expuestas, de forma temporal, en el Museo ubicado en Alcalá de Henares. La muestra, en la que participarán más de una decena de museos y salas de exposición de toda España, permitirá dar a conocer buena parte de la creación y desarrollo de una civilización cuyos inicios no se entenderían sin espacios como la Necrópolis de la Joya, el Cabezo Juré de Tharsis o el Cerro Salomón de Riotinto, entre otros muchos. 

La relevancia de la provincia de cara a entender los entresijos de "la civilización perdida" es tal que será la segunda provincia que más piezas arqueológicas aporte a la exposición, solo superada por los tesoros arqueológicos de El Turuñuelo, en Badajoz, y cuya datación está más ligada a la desaparición de esta civilización tras su marcha de las costas de Huelva a principios del siglo VI aC. 

La delegada Teresa Herrero supervisa los trabajos de embalaje La delegada Teresa Herrero supervisa los trabajos de embalaje

La delegada Teresa Herrero supervisa los trabajos de embalaje / Rafa Del Barrio (Huelva)

Elena Aguilera y su equipo no dejan de fotografiar cualquier muesca o señal en las piezas. "Todo debe estar detallado para saber que las piezas se entregan, llegan y vuelven en el mismo estado de conservación en la que se prestaron", explica la técnico de Patrimonio. Entre las piezas que finalmente aportará el Museo de Huelva a la muestra madrileña se encuentran el jarro periforme, el brasero y la urna cineraria, todas ellas datadas entre los siglos VII y VIaC Otras piezas significativas son las cuatro varillas de bronce, el bocado de caballo o el bocín con forma de felino, todas ellas halladas en la Tumba 17 de la Joya. 

La relevancia de las piezas permitirá ser un reclamo para el turismo cultural en nuestra provincia, así lo confirma la delegada de Cultura, Teresa Herrera, quien también estuvo presente en los trabajos de embalaje: "Estamos ante una labor extraordinaria, que muy pocas veces se ve y se valora pero que desde luego dará a conocer fuera de nuestras fronteras el tesoro arqueológico que tenemos en el Museo de Huelva". Acerca de la trascendencia de la exposición, Herrera considera que "exposiciones como ésta suponen un impulso para el turismo de cultura, que ya supone un tercio de las personas que visitan nuestra tierra". 

La provincia, clave en el puzzle tartésico

A pesar de que la exposición se centra en la etapa final y el colapso de la civilización Tartesa tras su migración hacia la provincia de Badajoz, la muestra acogerá un importante espacio para entender sus inicios y su época de máximo esplendor que se desarrolla casi íntegramente en la provincia de Huelva.

Fue precisamente en las costas del Golfo de Cádiz, a partir de los siglos VIII y VII, donde comenzaron los primeros contactos con griegos y fenicios que supusieron el importante desarrollo de los pueblos ibericos. De esta estrecha relación comercial, la civilización tartesa tomó, desde el albafeto hasta prácticas culturales y políticas como la especialización del trabajo o la cremación de difuntos. De ahí que los importantes recursos minerales de la provincia abriesen camino a un comercio del metal y a una economía de objetos de lujo que posteriormente se usaban para cubrir las tumbas de los fallecidos. 

De los socios comerciales del Mediterráneo, llegaron hasta Huelva nuevas herramientas y animales como los burros o las gallinas que permitieron una etapa de bonanza tanto en la agricultura como en la ganadería. A pesar de este importante desarrollo social y económico, poco se sabe sobre el final de una civilizción que marcó un antes y un después en la Península.

Técnico de TTI coloca una pieza en su molde personalizado Técnico de TTI coloca una pieza en su molde personalizado

Técnico de TTI coloca una pieza en su molde personalizado / Rafa del Barrio (Huelva)

Pudo ser un desastre natural, como un terremoto o un tsunami el que llevó a los últimos pueblos tartesos a trasladarse hacia el interior aunque la teoría que más fuerza cobra es el colapso comercial de fenicios y griegos, asediados por los babilonios los primeros y derrotados por los Cartaginenses los segundos.

Así lo explica Enrique Baquedano, director del Museo Arqueológico y Paleontológico de la Comunidad de Madrid: "Para esta exposición y en concreto para poder ilustrar los momentos iniciales de esta cultura orientalizante, las piezas de Huelva resultan imprescindibles". 

Baquedano, que comisiona la exposición junto al arqueólogo del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Sebastián Celestino, reconoce que ha sido "un verdadero lujo colaborar con el Museo de Huelva", con quienes se sienten "en deuda" y a quien agradece profundamente la colaboración, "especialmente a su directora, Elena Aguilera, porque han sido todo facilidades desde el principio". 

Los contactos, que comenzaron tras una visita de los propios comisionados al Museo de Huelva hace tres años han acabado generando muy buena sintonía entre ambas instituciones quienes esperan poder seguir colaborando en futuras exposiciones en el futuro. 

La muestra estará expuesta al público durante seis meses a partir del próximo 28 de marzo con un recorrido visual por todas estas etapas, siendo un importante reclamo que pondrá en valor el espléndido tesoro tartésico de los fondos del Museo de Huelva. En total la exposición albergará hasta 280 piezas de incalculable valor histórico. La muestra se convertirá así en la más ambiciosa realizada hasta ahora sobre una civilización que todavía resulta una gran desconocida para el gran público.

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