Moro toma el control de Urbanismo y Emtusa en relevo de Pérez Viguera
El concejal-senador concentra el poder con la GMU, Relaciones Institucionales, Vivienda, Aparcamientos y Aguas de Huelva · Tendrá que lidiar con el futuro de la empresa de autobuses en el momento más delicado
En el backstage de la Gran Vía sigue el ruido de fondo sobre el debate sucesorio, mientras se consuma el primer movimiento de ficha con la mayor concentración de poder en el concejal-senador. Como ya adelantó Huelva Información, Francisco Moro vuelve a las riendas de la Gerencia Municipal de Urbanismo (GMU) tras la toma de posesión de Enrique Pérez Viguera como subdelegado del Gobierno en Huelva. Un comunicado oficial del Ayuntamiento dio cuenta ayer de la asunción de todas las competencias del que fuera concejal de Fomento y Obra Pública por parte del primer teniente de alcalde.
Así, la macroconcejalía de Moro -que además es portavoz municipal del PP- abarcará la gestión de la GMU desde la coordinación del área de Desarrollo Urbano, la Empresa Municipal de la Vivienda, Aparcamientos, Relaciones Institucionales, la semiprivatizada Aguas de Huelva y, a partir de ahora, la Empresa Municipal de Transportes Urbanos (Emtusa). No en vano, Moro es asimismo representante del Consistorio onubense en el Consorcio Metropolitano de Transportes, un órgano supramunicipal -que la Junta prevé poner en marcha en el primer semestre de este año con tarifas unitarias- y que tendrá un vínculo directo con el servicio que presta la flota de autobuses de Emtusa.
Moro se hace cargo de esta empresa cogiendo una patata caliente, en un periodo difícil en el que suenan vientos de privatización. Y es que el Plan de Reequilibrio Económico-Financiero 2012-2014 que está imponiendo la pauta de recortes en el Ayuntamiento determina la desaparición jurídica de patronatos y organismos satélite y deja en una encrucijada a las empresas municipales deficitarias (en lo que Emtusa se lleva la palma): o consiguen una vía de autofinanciación o cambian el "modelo de gestión", siguiendo la estela de Aguas de Huelva.
Aunque todos estos movimientos se han ido esbozando durante meses de forma oficiosa -desde que el tsunami azul de las municipales diera municiones al PP para allanar la victoria en las generales y pensar en el triunfo autonómico-, lo cierto es que Moro comenzó el quinto mandato periquista liberado para la búsqueda de recursos fuera de las fronteras onubenses. Su nuevas competencias preparaban su camino al Senado y lo perfilaban como embajador de las grandes operaciones, por lo que Pérez Viguera asumió inicialmente el día a día de la GMU.
En este trasvase, la cartera urbanística lleva dentro desafíos del calado del desarrollo del Ensanche Sur, el impulso a la operación Montija, la resurrección de Isla Chica o la presentación -algo que se espera a muy corto plazo; de hecho, antes de las elecciones autonómicas- de la alternativa del PP para la recuperación de las marismas contaminadas por los fosfoyesos.
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