Huelva

El entorno egipcio del Monumento a Colón

  • Las actuaciones de conservación continúan en la programación del Puerto de Huelva, que ahora se dirigen a todo el espacio que le rodea

Vista aérea del Monumento a Colón, donde se ve cómo comienza el deterioro por los autobuses.

Vista aérea del Monumento a Colón, donde se ve cómo comienza el deterioro por los autobuses. / POSTAL DE ALARDEE ARCHIVO E.J.S.

"Si es verdad que las pirámides fueron engendradas por la idea de lo que el hombre puede hacer, con sus propias manos, un registro físico que perdurará eternamente, es igualmente cierto que el Monumento a Colón de Gertrude Vanderbilt Whitney nació de la idea de que los hombres miran eternamente el futuro con fe en lo inexplorado”.

Este es un fragmento de lo que escribió Forbes Watson en septiembre de 1929 en la publicación neoyorkina The Arts, tras su conversación con la escultora y que recuperé en la investigación sobre el Monumento a Colón en la Punta del Sebo.

De esta forma me uno al Puerto de Huelva que esta semana no solo recordaba la inauguración del monumento -el 21 de abril de 1929-, sino las obras de restauración realizadas y los proyectos en marcha. Es su 92 aniversario y se vuelve a recordar en una efemérides que quiere proyectarse hacia su centenario. La mejor forma es recuperando su entorno en un nuevo proyecto que ahora mismo tiene la Autoridad Portuaria.

En esta imagen se puede ver los alcorques sobre el terrizo. En esta imagen se puede ver los alcorques sobre el terrizo.

En esta imagen se puede ver los alcorques sobre el terrizo. / POSTAL DE VDA. DE M. ARIAS ARCHIVO E.J.S.

Esa península en la que se levanta el coloso es ahora mismo un espacio desdibujado en el tiempo, que poco tiene de la idea original de la escultora. Aquel malecón contenía un espacio terrizo que solo se marcaba con la presencia de grupos de palmeras que nos llevan de nuevo al país del Nilo. Recuperar esa idea es devolverle la esencia al espacio que se hizo punto de referencia desde entonces para los onubenses a la orilla de nuestra Ría.

Es descubrir la fuerza egipcia del Monumento a Colón. Miss Whitney había llegado a Alejandría el 28 de enero de 1927. Solo cinco años después del hallazgo de la tumba de Tutankamon, que provocó un especial interés por la egiptología en el mundo Occidental. Una de esas viajeras curiosas es nuestra escultora, en sus fotos siempre el mismo comentario: “Egipto es emocionante”.

Aquí en el Valle de los Reyes, en el Egipto de los faraones, encontrará la inspiración para el monumento de Huelva. Su biógrafo B. H. Friedman cuenta: “Lo que ella está aprendiendo en este viaje no se puede encontrar fácilmente…, pero se encontrará -refundido- más tarde en el Monumento a Colón, sobre el cual ella está constantemente pensando”.

Forbes Watson refiere en The Arts que el elemento clave está en la inspiración o idea del monumento: “Occidental hasta la médula fue, sin embargo, nacido en Egipto. Fue desarrollado por un cerebro estadounidense, pero el primer boceto de esta escultura extraordinaria se realizó inmediatamente después de que la escultora hubiera ido una vez más a Egipto para estudiar los colosos, y para nosotros impersonales, testigos de la genialidad egipcia. Esta obra no fue concebida en pequeña escala. Se imaginó como una construcción físicamente grande que se pudiera ver desde Cádiz y más allá. La propia artista tampoco lo pensó como una pieza idiosincrásicamente modelada. Creció como una construcción de bloques en una sustancia (piedra nativa) que se desprendía de sí misma, tan inevitablemente como una muralla medieval, a través de la naturaleza misma de su material y construcción, todas ellas irrelevancias individualistas”.

El Puerto planea ahora un nuevo reto para el Monumento a Colón en su 92 aniversario.

Palmeras junto al coloso

Esta es una postal del Monumento a Colón al poco tiempo de su inauguración, lo que permite conocer cómo era todo lo que le rodea. Grupos de tres palmeras en las esquinas. Se ven levantadas en sencillos alcorques como dando continuada a la zona terriza, sobre la que se eleva el monumento en una plataforma a la que se accede tras superar tres hileras de escalones. Sin duda, todo el espacio sugiere esa inspiración egipcia de la escultora miss Whitney para su obra en la Punta del Sebo.

A media tarde y en pleamar

La fotografía es de 1964, ofrece esa visión de playa junto al Monumento a Colón, cuando ya se ve algunas alteraciones, como los arriates a modo de triángulos en sus esquinas que nunca tuvo o cómo los autobuses llegan hasta dentro marcando un cerco de deterioro en un nuevo pavimento. La playa tiene sus toldos y casetas.

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