Montoro promete volver a bajar el IRPF si el PP gana las elecciones

El Congreso recibió ayer, en una fecha insólita, los presupuestos generales del Estado de 2016, con la presentación del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, en la que ensalzó las cuentas como vehículo para fortalecer la recuperación y reforzar el Estado de bienestar.

La posible convocatoria de las elecciones generales para diciembre ha provocado que este año la tramitación de los presupuestos se acelere, lo que hará que, probablemente, estén aprobados en la semana entre el 19 y el 23 de octubre, dos meses antes de lo habitual.

En la conferencia de prensa, Montoro afirmó que los presupuestos para 2016 son "coherentes y rigurosos" con la política económica que ha permitido a España salir de la crisis, y que enlazarán con la próxima legislatura, en la que el objetivo es recuperar los niveles de ocupación de antes de la recesión.

Indicó que, según mejore la economía, y siempre que el PP vuelva a ganar las eleciones, se podrá bajar de nuevo el impuesto sobre la renta (IRPF), si bien incidió en que el IVA no será modificado.

Montoro desgranó las cifras de unos presupuestos que introducen una reducción del gasto en políticas de desempleo como principal novedad. Lo destinado a este capítulo disminuirá un 21,7%, hasta los 19.821 millones de euros -frente a los más de 25.000 millones de este año- gracias, según el ministro, a "la favorable evolución del mercado de trabajo", que tiene su reflejo en la reducción de la tasa de paro, que en el segundo trimestre de 2015 se situó en el 22,4%, 2,1 puntos menos. Según el Gobierno, la tasa bajará al 19,7% el próximo ejercicio.

A la disminución de este gasto -en unos 5.481 millones- contribuye también el trasvase de beneficiarios de las diferentes prestaciones por desempleo a la renta activa de inserción, dirigida a los parados con especiales necesidades económicas y dificultad para encontrar empleo. Así, los presupuestos prevén dedicar a las políticas activas de empleo 5.215 millones, casi el 10% más.

Las pensiones, el desempleo y el pago de los intereses de la deuda pública se comen uno de cada dos euros del gasto presupuestario previsto para 2016. En concreto, estas tres partidas suman 188.759,24 millones, el 53,64% del gasto total, que asciende a 351.859,09 millones, un 1,2% más que en 2015.

El mayor gasto del presupuesto corresponde a las pensiones, que se llevan 135.448,93 millones, lo que supone un alza del 2,9% respecto al año anterior y el 38,5% del gasto total. El Gobierno prevé subir las pensiones un 0,25%, lo mínimo que recoge la ley.

La partida de desempleo cuenta con la citada asignación de 19.820,94 millones, un 21,7% menos, que supone el 5,6% del total.

En cuanto a la deuda pública, los intereses se reducirán un 5,6% hasta los 33.490 millones, lo que representa el 9,5% del gasto.

En este contexto, los gastos de personal del Estado aumentan un 4,9%, hasta 16.838,58 millones, como consecuencia de la subida del 1% de las retribuciones de los empleados públicos, de la recuperación del 50% de la paga extra de 2012 y el incremento de financiación del régimen de mutualidades.

De otro lado, los presupuestos de 2016 se verán beneficiados por el alza de la recaudación. La mejora de la economía elevará los ingresos un 0,2%. La recaudación por impuestos directos y cotizaciones sociales aumentará un 4,8% a pesar de la rebaja del IRPF y del Impuesto de Sociedades, que Montoro apuntó a que continuará en 2016. También subirá con fuerza (un 44%) la recaudación por tasas y otros ingresos. Los ingresos por impuestos indirectos bajarán, en cambio, un 1,5%.