El Molino comienza su apertura hacia la Ría de Huelva con un nuevo frontal residencial
Urbanismo
El barrio contará con las primeras viviendas en las parcelas traseras de naves industriales
La propuesta inicial configura fachadas de gran porte a la avenida con balcones exteriores
El Molino de la Vega se asoma a la Ría con el derribo de las naves de Dimarosa
El Molino de la Vega va a abrir una nueva fachada de la ciudad hacia la Ría. El proceso está en marcha. Todo lo que hasta ahora ha sido trasera se va a convertir en cabecera por la avenida Molino de la Vega, una de las vías de entrada a la capital. Manzanas que fueron dedicadas a la actividad industrial durante más de un siglo serán ahora residenciales, renovando la barriada para convertirse en un nuevo escaparate de Huelva frente a la Ría.
La urbanización de la zona empezará con una primera promoción de viviendas que va a avanzar la nueva configuración del espacio. Ésta tratará de ser acorde con la entidad de la avenida a la que se asoma, punto de paso para miles de personas cada día, y a los nuevos parámetros que se empiezan a exigir en edificios de viviendas plurifamiliares en las ciudades, con grandes aperturas al exterior tras la irrupción de la pandemia de la covid-19.
Precisamente estos dos rasgos marcan el estudio de detalle que se tramita actualmente para la construcción de un residencial de 55 viviendas en el número 52 de la calle Trigueros. Se trata de la manzana que queda delimitada, además de Trigueros, por la calle Fuenteheridos y por la propia avenida Molino de la Vega. Corresponde a la Unidad de Ejecución 25.5 del Plan Especial de Barriadas del Molino, en el que ya se recoge el cambio de uso industrial del suelo de esa zona en favor del residencial, como ya se adelantaba en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) aún vigente, de 1999.
El estudio de detalle, entre otros aspectos, propone la ampliación de los vuelos de los balcones y terrazas hasta 1,50 metros, con lo que estos elementos pasan a ganar protagonismo en las fachadas. En la misma línea se apunta a acabar con la limitación de la longitud de vuelos y balcones, teniendo en cuenta las manzanas y parcelas actuales, aunque sin superar los 15 metros o dos tercios de la longitud de la fachada.
Al detalle
- Un parque lineal para disfrute de todo el barrio. La urbanización de las parcelas en la trasera del Molino de la Vega dejará también una amplia zona verde para el disfrute de los vecinos del barrio. Serán unos jardines lineales en paralelo a la avenida y delimitada por el vial que recorrerá todo el frente residencial. Dispondrá de zonas de juegos infantiles y carriles bici, como ya se contemplaba en el Plan Especial de Barriadas. Además, ya en un estudio de detalle en 2007 se habilitó también la construcción de un parking bajo rasante para la unidad 25.5 que alcanzará los viarios y los espacios libres públicos.
- Los pasos previos con las naves de Dimarosa. A primeros de marzo se llevó a cabo la demolición de las antiguas naves de Mariscos Rodríguez (Dimarosa) junto al Paseo de la Glorieta, en la unidad de ejecución 25.1. Ha sido un paso previo importante para impulsar la transformación del barrio en este frente, junto a la construcción prevista ahora en la unidad 25.5. Los vecinos del Molino llevan años pidiendo una solución para esta zona, la más degradada del barrio, que ahora se acerca a su arreglo.
Según se explica en el documento, al que ha tenido acceso este periódico, la propuesta se justifica en la idoneidad de que la fachada de respuesta a la entidad, en cuanto a dimensiones, de la avenida Molino de la Vega, y al mismo tiempo responda a la demanda actual de mayores espacios al aire libre tras la crisis por el coronavirus.
Además también se propone la modificación de la alineación interior del patio interior de manzana para esta edificación.
Y tampoco se dejan atrás las dos identidades propuestas para las edificaciones, de forma que delante se apueste por la magnitud de una avenida principal de varios carriles, con gran anchura y grandes espacios libres, y al mismo tiempo detrás por una menor altura de edificación de fachada acorde con la identidad interior del barrio.
El estudio de detalle para la ordenación del frente de fachada de esta manzana fue redactado el pasado mes de junio y aprobado posteriormente, de forma inicial, por la Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Huelva en el mes de julio. El documento fue publicado el 13 de agosto en el Boletín Oficial de la Provincia y, según informan fuentes municipales, por el momento no consta la presentación de alegaciones.
Desde el Consistorio se destaca la actuación que está en tramitación por suponer “un importante impacto de renovación urbana en una zona que antes era de uso industrial”, ha apuntado el teniente de alcalde de Urbanismo, Manuel Gómez Márquez.
Esta transformación, recuerda, tiene su matriz en el PGOU vigente, en el que ya se contemplaban desarrollos residenciales que, con la crisis, se han visto ralentizados. El camino está marcado aunque, avanza el edil, se aborda ahora una reflexión en el proceso de revisión del planeamiento urbanístico.
Manuel Gómez asegura que “la vocación del nuevo PGOU es que la barriada del Molino se abra más allá del Polígono Pesquero Norte, planteando puntos de remodelación y de apertura en la zona de naves”. De hecho se apunta que, dentro del anhelo de integrar la Ría en la ciudad, éste es uno de los frentes urbanos que a medio plazo pueden ser referentes.
Ya en el propio estudio de detalle en trámite se subraya que la nueva fachada se abre a la Ría y al Paraje Natural Marismas del Odiel, dada la poca elevación de las construcciones que se encuentran ahora delante, por tratarse de naves comerciales y edificaciones industriales.
Más de 20 años de recorrido
El Plan Especial de Barriadas del Molino fue aprobado en 2003, incluyendo también La Navidad y Las Colonias, para dar forma, entre otros, al cambio de industrial a residencial del suelo de la trasera del Molino de la Vega que se avanzaba en el planeamiento de 1999. El nuevo plan pasaba a proponer un nuevo frente residencial con unidades de ejecución, en altura y con una zona verde lineal de uso público en paralelo a la avenida Molino de la Vega.
Después de 2005 se elaboraron las ordenanzas de la Unidad de Ejecución 25, que se dividió en seis subunidades. Para cada una de ellas se especifica la edificabilidad residencial, sin embargo, el plan establecía las normas generales para garantizar una imagen unitaria de todas las zonas públicas, además de la obligación de continuar con el parque previsto en el frente de la avenida.
De ahí que el Ayuntamiento de Huelva plantee ahora con el nuevo PGOU una reflexión para toda la zona, en la línea de reforzar la unión y permeabilidad del Molino de la Vega con la superficie comercial existente y la zona de dominio público portuario. La Ría quedaría más cerca y la barriada la incorporaría como parte de su identidad.
Casi 25.000 metros cuadrados para transformar una barriada
La transformación de la trasera del Molino de la Vega en nueva fachada hacia la Ría va a comenzar en una de sus manzanas más pequeñas. Todo el espacio recogido en el Plan Especial de Barriadas del Molino que corresponde a la Unidad de Ejecución 25 tiene una superficie total de 24.470,71 metros cuadrados y fue dividido en seis subunidades. El estudio de detalle que se tramita en Urbanismo se centra en la 25.5, que tiene una superficie de 2.609,52m2, de los que la superficie reservada para usos lucrativos es de 960,31m2, aunque con una edificabilidad de 5.992,96m2, según consta en las ordenanzas que regulan estas unidades. De esta forma, quedarían 416,30m2 para viales y 1.232,91m2 como espacio libre público, básicamente para parte del parque lineal que se contempla en el plan en paralelo a la avenida. Separados por la calle Trigueros, la unidad de ejecución 25.4 tiene la superficie menor entre todas las manzanas: 1.721,20m2, de los que 516m2 son de uso lucrativo, con edificabilidad reconocida de 3.816,30m2, y 856,79m2 para espacio libre público. A continuación, tras la calle Macías Belmonte, están las unidades 25.3 y 25.6, dentro de la misma manzana. La primera tiene una superficie de 3.564,20m2, con 1.379,27m2 para usos lucrativos (8.883,58m2 edificables); y la segunda, en la trasera, de 4.917,67m2, con 2.920,78m2 lucrativos (13.095,68m2 para edificación). Separada de estas dos por Santiago Apóstol está la manzana de 3.249,20m2 que es la unidad de ejecución 25.2, en la que 1.218,80m2 son de uso lucrativo, con una edificación prevista de 7.093,25m2, y 2.030,40m2 no lucrativos, 592,46m2 para viales y otros 1.437,94m2 para espacio libre público. Y al otro lado de la calle Bollullos Par del Condado, delimitada por el Paseo de la Glorieta, donde fueron demolidas hace seis meses las antiguas naves de Mariscos Rodríguez, se encuentra la unidad de ejecución 25.1, con un total de 8.408,92m2 de superficie. Para usos lucrativos se reservan 3.582,72m2, para una edificación de 22.545,90m2, como todas los anteriores, para viviendas en régimen libre. Y de los 4.826,20m2 para usos no lucrativos se reservan aquí 1.458,76m2 de dotacional, más 1.136,35m2 de espacio libre privado, 1.278,53m2 de espacio público y 952,56m2 de viales.
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