Huelva

Miss Whitney y Cristóbal Colón

  • Los onubenses se unen, liderados por el Ayuntamiento, para solicitar la sede del Museo Whitney Pendiente desde 2011 la petición de titularidad municipal y desde 2013, el BIC

DOS nombres unidos en el tiempo. Ahí, en la Punta del Sebo, donde los dos ríos históricos se unen para hacer universal y extender la orilla de Huelva a otro continente. El 10 de enero de 1927 La Provincia anuncia el inicio de todo: "El Monumento a Colón en Palos. Los yanquis tributarán un homenaje al descubridor de América".

El encuentro ocurrió el 17 de mayo de 1927, cuando miss Gertrude Vanderbilt Whitney visita ese lugar, que elige para la realización del Monumento a Colón, asumiendo así el encargo de la Columbus Memorial Foundation. Llegó a decir, según la prensa de la época, al llegar a la Punta del Sebo que "no existe otro sitio mejor que este para lo que yo he soñado". Desde ese mismo momento hubo una especial sintonía en un triángulo formado por Whitney, Huelva y Colón. Aquello se tradujo en el tiempo en agradecimientos, con el nombramiento de hija adoptiva de esta ciudad (1929) y la dedicación de una avenida (1930).

Esto se ha ido relatando año a año, historia a historia, hasta ahora, cuando se quiere vincular de nuevo a miss Whitney, a través de su museo, con Huelva.

Ya pudo pensar en ello el presidente Manuel Chaves cuando habló a boca llena de que iba a poner en La Rábida un Guggenheim. Lo que sí se construyó con anterioridad, para el 92, fue el Foro Iberoamericano, como bien reza en la portada. Ahora hay, además, colocado el maxiletrero de la Diputación Provincial de Huelva, institución que lo tiene cerrado desde hace varios años. Además del escenario musical, cuenta con otro espacio multiusos que ha servido para exposiciones.

Hay quien piensa ya en un lugar para el futuro Museo Whitney en Huelva, porque todo no cabe en el Banco de España, que tiene vocación iberoamericana para ese gran centro andaluz tantas veces reclamado. Cerca está el edificio de la antigua Hacienda, frente al Ayuntamiento, que, ante la mirada impasiva de nuestros políticos, viene reclamando desde hace décadas un nuevo uso y, a ser posible, cultural.

La verdad que ante la idea surgida del Museo Whitney en Huelva hay que decir que pedir es fácil, ocurre que no es lo mismo predicar que dar trigo. Viene ello a colación con la propuesta del grupo municipal del Partido Popular cuando acertadamente indican que el Ayuntamiento debe liderar la petición y no la Diputación, para una sede del museo en Huelva. El alcalde, Gabriel Cruz, ha dicho que está dispuesto a ello. En el paso Pleno municipal se aprobó una moción institucional, nada mejor para iniciar la semana de colombinas que culmina hoy, 3 de agosto.

Lo mismo que va siendo hora de de que el Ayuntamiento también lidere la petición de la titularidad para Huelva del Monumento a Colón, el de la Punta del Sebo. En este deseo de que pase a manos municipales insistieron siempre PSOE e IU. Al final se unió el PP, pero sin conseguir nada; lo hizo cuando estaba restaurado. Le sedujo más hacer otro monumento a Cristóbal Colón y colocarlo en la Plaza de las Monjas. Sí, otro, pues el de la Punta del Sebo seguirá siendo el Monumento a Colón, en el homenaje que la fundación estadounidense le dedicó a Huelva, que se puso en marcha en el banquete del Columbus Day en Filadelfia, en 1926, tras aquella vista providencial de William H. Page a los lugares colombinos en 1917, quien fomentó este gran homenaje.

Un Monumento a Colón que expresa la fe de los navegantes en el Descubrimiento. Ciertas interpretaciones entre este y el de la Plaza de las Monjas han provocado algo de desconcierto. No pasa nada, pues desde los carnavales del 30 ya se canta en Huelva el pasodoble de "la Punta er Sebo alevanta un Monumento a Colón...".

Pues eso, mejor mirar hacia el limbo donde quedó la propiedad y pedir al Ayuntamiento que, dispuesto a liderar, pues haga también de manera efectiva la petición de la titularidad municipal y así de paso la Junta de Andalucía lo declare Bien de Interés Cultural. En 2013, la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico acordó inscribir el Monumento a Colón en el Catálogo. Un expediente aún abierto y a la espera de que tenga la máxima categoría de Bien de Interés Cultural (BIC).

En el propio catálogo de Edificios de Interés de la Ciudad de Huelva, entre las demandas que inserta en la ficha, que lo inscribe dentro de las 25 construcciones más interesantes de la ciudad, está el emprender "gestiones municipales para la adquisición pública del edificio". En junio de 2011 acuerda el Ayuntamiento solicitar la titularidad municipal. Hasta el momento nada se ha conseguido. No es tarea fácil pues el monumento es un ofrecimiento al pueblo español. De no pasar a manos municipal, el Estado tiene que hacerlo suyo en todos los órdenes, de mantenimiento y conservación, cosa que hasta ahora han tenido que asumir otras Administraciones y entidades.

No se descarta la figura de un patronato que lo gestione. Cuando se inició la construcción la Columbus Memorial se puso en contacto con dos instituciones claves en la ciudad para la puesta en marcha de este proyecto, la Cámara de Comercio y el Puerto de Huelva. Hoy continúan siendo dos instituciones que unida a otras y con el liderazgo del Ayuntamiento pueden afrontar el futuro del monumento.

Por lo pronto, hay que animar a la Asociación Huelva Nueva York y sumarnos al Museo Whitney, del que se espera corra mejor suerte que el Arqueológico de Huelva y que la propia Fundación Whitney creada oficialmente por decreto del 19 de junio de 1930, cataloga de beneficencia. Aquella fue confiada al patronato del Convento de La Rábida. Miss Whitney aportó, en 1928, 15.000 dólares, en equivalencia 92.850 pesetas. La idea era un Museo de América en La Rábida y el cuidado de la jardinería pensando en las plantas ibroamericanas, lo que hoy es el parque Celestino Mutis, construido sin que nada tenga que ver con aquella propuesta. Muchas cosas ocurrieron en este país que no pusieron en marcha la fundación: cambio de régimen, acoso a los franciscanos de La Rábida en la República y, el 20 de julio de 1936, la quema y destrozo del convento; luego, un tiempo de olvido hasta su reapertura.

Hoy, aquella iniciativa de miss Whitney se quiere canalizar con una sede de su museo en Huelva. Una buena idea por la que merece la pena estar unidos.

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