Miríadas, la única asociación de maltratadas creada por víctimas

El 25 de julio de 2002 nació en Huelva Miríadas, la primera y única asociación de víctimas de violencia doméstica en España fundada por las protagonistas de las agresiones. Con escasos recursos y con 40 socias en aquellos inicios, la entidad ha conseguido crecer, ganarse la confianza de las mujeres maltratadas de toda la provincia y otras tantas del territorio nacional, hasta el punto de que en este momento aglutina a 579 socias "de todas las edades y posición socioeconómica, porque cualquiera puede sufrir agresiones físicas o psíquicas por parte de su pareja o ex compañero", apuntó la directora de Miríadas, Manuela Noguera.

Los recursos con que cuenta todavía siguen siendo escasos, aunque el grupo de voluntarias que trabajan en su sede de la capital (oculta por motivos de seguridad, ya que el año pasado en su ubicación anterior sufrió un asalto) se desvive para que a sus mujeres no les falte de nada.

Para ello se ha dispuesto un fondo económico de emergencias que "no sustenta nadie, siempre está en las últimas, aunque tenemos establecida una cuota de socia de tres euros y no es necesario que la mujer lo pague hasta que no tenga recursos para hacerlo". Además, consiguen donaciones de ropa y alimentos básicos, indispensables para "muchas víctimas que huyen de su ciudad, y después de que pase el periodo de acogimiento han de integrarse en una nueva con sus hijos, sin trabajo, con una prestación de apenas 400 euros para todo y, en muchos casos, teniendo que hacer frente a las deudas de un marido que se ha declarado insolvente para no hacer frente a la manutención de los niños". Eso sí, todo el que quiera colaborar lo puede hacer a través de la cuenta de La Caixa 2100 2686 77 0210077829.

Las mujeres maltratadas que necesiten ayuda pueden ponerse en contacto con Miríadas a través de los teléfonos 959 100 552 o 959 251 235. Además de ayuda psicológica - "las heridas del alma son las más difíciles de curar"-, la asociación ofrece información sobre cursos formativos remunerados como el Cualifica o el de Cruz Roja, ofrece información sobre los derechos y deberes de las víctimas, sobre los recursos existentes "e incluso vigilamos las sentencias condenatorias, les pedimos citas con los jueces y achuchamos a los abogados", señaló Noguera.

Cuenta Manuela que cualquiera, sea el maltratador o no, puede acceder a los datos de la víctima con relativa facilidad. Por poner un ejemplo de la labor de la asociación, la voluntarias informan a la mujer que recurre a ella para pedir ayuda de la existencia del sistema de protección de datos, "algo que la víctima desconoce por completo, por lo que puedo afirmar que sólo un 10% de nuestras mujeres cuenta con este servicio", vital en muchas ocasiones para la protección de la víctima.

El trabajo que Miríadas hace con estas mujeres es muy importante, puesto que "se necesitan entre dos y tres años para la readaptación a la nueva vida, pero las heridas del alma no curan".