La Hermandad de las Tres Caídas celebra el 75 aniversario de su traslado de la Milagrosa al Sagrado Corazón de Jesús, en 1947, y en solo siete años se cumplirá el primer centenario de ambos templos, que vienen a marcar el primer gran momento de expansión religiosa por la propia ciudad de Huelva, que lo hace por simpatía ante el despegue de la población que cubre nuevos territorios más allá de la zona centro, en el eje de las parroquias de San Pedro y de la Concepción.

Desde el siglo XVI la ciudad no se había planteado una nueva expansión de sus templos. El primero de los casos es como baja la ciudad anclada en los barrios de San Pedro y San Sebastián a la zona portuaria de la Calzada, la hoy calle Marina.

Lo que se aprecia es la expansión hacia una población más necesitada, en una primera actuación social que se inicia a finales del siglo XIX, con la creación de la Casa de Beneficencia de las Hijas de la Caridad que pone en marcha el párroco de la Concepción Pedro Román Clavero e implica al propio Ayuntamiento de Huelva.

La Milagrosa antes de su restauración.

Las Hijas de la Caridad tienen la necesidad espiritual de contar con una iglesia propia. El párroco de la Concepción ve un acierto en ello porque no solo atenderá a la comunidad religiosa sino a la feligresía de su alrededor, descongestionando en algo a la propia parroquia.

El informe de Pedro Román Clavero sobre la necesidad de la iglesia es de 12 de julio de 1921 y en el mismo indica que en los 45 años en los que se viene dedicado a la iglesia local, había crecido esta población “dos terceras partes de lo que entonces la constituía, y solo se han abierto algunas capillas, de instituciones religiosas que se han establecido, muy reducidos, sin que se haya construido templo alguno”, pero es más indica que no responden los existentes “a las necesidades espirituales de estos fieles”.

Pedro Román Clavero se encuentra preocupado por esta situación y su mirada está no solo en los nuevos baldíos, como el de los Tumbaos, donde había levantado en 1910 el convento y capilla de las Hermanas de la Cruz con su propio colegio.

La inquietud del benemérito sacerdote se lanza más allá de la Cuesta de San Cristóbal, en el entorno del Polvorín, donde los ingleses van a construir un barrio para obrero.

Una zona en auge donde cada vez hay más pequeños núcleos urbanos de casas diseminadas que se agrupan. La carretera del Odiel, la hoy de Italia con su salida de toda la industria pesquera por este trazado, paralelo al del ferrocarril, también irá potenciando este lugar.

Pedro Román Clavero, impulsor del desarrollo espiritual de Huelva.

La mirada de Pedro Román Clavero se levanta hacia el Polvorín donde dice en 1919 que esta es la expansión de la ciudad, aquí se había formado en los últimos veinte años una barriada de más de cuatro mil personas.

Quiere levantar la tercera parroquia en El Polvorín y Balbueno, así lo hace saber al Arzobispado de Sevilla el 25 de febrero de 1919. El primer rechazo lo encontrará en la propia parroquia de San Pedro, que no está dispuesta a dejar su amplia feligresía extendida por el campo. Considera que aquí con el colegio de las Teresianas y su capillita es bastante para la atención espiritual, que a lo sumo se podría potenciar su asistencia.

El nombramiento de Pedro Román Clavero en aquel año como arcipreste de Huelva reforzará sus argumentos, aun cuando Julio Guzmán párroco de San Pedro no estaba por la labor, quería esperar al desarrollo de la barriada. La visita del cardenal Eustaquio Ilundaim en 1921 es clave, decreta que se estudie esta parroquia para el extrarradio oyendo lo que dice el arcipreste. Al año siguiente el Cabildo Catedral de Sevilla apoya la solución propuesta por Pedro Román Clavero de crear una parroquia independiente y en Las Colonias una coadjutoría.

En 1925 Román Clavero consigue tras largos años de expedientes que se cree la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús que será acogida provisionalmente en la capilla de las Teresianas. Continuó un largo proceso hasta que el 22 de diciembre de 1929 el cardenal Eustaquio Ilundaim bendice el nuevo templo, que tendrá una gran proyección.

No tuvo mal ojo Pedro Román Clavero, viendo las necesidades de esta populosa barriada, constituyendo en la actualidad una de las más importantes y dinámicas parroquias, algo que se le debe al que podemos considerar el primer polvorinero. Gracias a su esfuerzo y tesón, a su visión de la expansión espiritual que demandaba Huelva, hoy tenemos la parroquia del Sagrado Corazón de Jesús que lo envuelve todo.

El Corazón de Jesús y la Milagrosa quedaron unidas no solo en los deseos y los esfuerzos de Pedro Román Clavero, sino en el hecho de que ambos templos se bendicen el mismo año de 1929, cuando se inaugura el Monumento a Colón de la Punta del Sebo.

Nuestro Padre Jesús de las Penas en sus Tres Caídas.

Ahora cuando se celebra el 175 aniversario del nacimiento de Pedro Román Clavero y el 150 de su ordenación sacerdote, la Hermandad de las Tres Caídas une estos dos templos en una celebración tan especial como la salida extraordinaria de su titular, recordando su fundación en la iglesia de la Milagrosa y su posterior traslado al Sagrado Corazón de Jesús.

Se trata de dos templos en espacios y estilos distintos pero que se encuentran en una misma época histórica, en la de la expansión espiritual de la ciudad que florecía por las numerosas y acertadas propuestas pastorales del cura de la Concepción y arcipreste de Huelva Pedro Román Clavero.

Hoy es momento de gozo al unirse estos templos con una hermandad que de seguro le hubiera conmovido a Pedro Román Clavero como es la Hermandad de las Tres Caídas, que es también de alguna forma fruto de aquella insistencia que nació hace un siglo.