Metáfora contra la esclavitud
Más de 200 amantes de la capoeira se dieron cita ayer en Huelva en el primer festival de este arte marciall Doble salto mortal La Universidad de Huelva acoge hoy el bautismo de la primera promoción de capoeirista de Huelva. Pabellón de Deportes Príncipe de Asturias. Campus del Carmen, a las 11.00 horas.
En la remodelada plaza de las Monjas no se podrá montar una feria del libro, ni de la tapa, ni nada que conlleve anclajes sobre su nueva solería. Ahora bien, sobre ese intocable y diáfano embaldosado, bailar todo lo que se quiera y más. Es más, vista con buenos ojos, este cuadrilátero incomparable del centro de Huelva se asemeja más a una pista de baile, que a un recinto ferial, las cosas como son. Y por tal motivo, se permitió en la tarde de ayer que sobre sus baldosas, cerca de 200 amantes de la capoeira dieron rienda suelta a sus cuerpos ofreciendo un espectáculo jamás visto en estas latitudes, gracias al I Festival Internacional de Capoeira que se lleva celebrando en la capital desde el pasado viernes, 25 de abril, y que se clausura en el día de hoy, con el 'batizado' de la primera promoción de capoeiristas netamente onubense, a celebrar en el campus del Carmen de la Universidad de Huelva.
Lo de ayer fue la segunda jornada de este encuentro que, organizado por el grupo internacional de capoeira Topazio, con la colaboración del Ayuntamiento, la Diputación y Cajasol-Fundación, pretende difundir y promocionar esta actividad de ocio entre los vecinos de esta ciudad.
Para tal fin, 'Topazio' ha conseguido reunir a los más importantes maestros de las escuelas carioca y europea. Maestros de Brasil, Italia, Bélgica, Francia y Suecia que, junto con los 90 alumnos onubenses de este arte marcial, demostraron sobre el parqué de dicha plaza el porqué de maestría, bajo acrobacias y movimientos espectaculares, realizados en sintonía con los sones más envolventes de la música brasileña. "Con esta exhibición y, sobre todo, con este primer festival dedicado a esta lucha disfrazada de danza, se ven cumplido un sueño en el que hemos trabajado durante muchos años", apunta Leonardo da Silva, presidente del Club Deportivo Capoeira Topazio de Huelva.
Este onubense de adopción, y brasileño por todo lo demás, irradiaba satisfaccion del deber cumplido. Llegó hace dos años a Huelva para sembrar las raíces de estos danzantes combates en la capital. Reconoce que su estancia se reducía a tan sólo unos meses. Sin embargo, al comprobar con el paso del tiempo que por estos lares, la capoeira podía hacer mucho bien, decidió quedarse hasta...
Da clases de este arte marcial en varios centros sociales como deportivos de la capital y provincia, así como en la Ciudad de los Niños, allí ha montado un taller de capoeira, con un fin social: "mostrar a estos jóvenes otras alternativas para encauzar sus vidas, y demostrarle que cualquier actividad es mejor y más fructífera que estar en la calle sin hacer absolutamente nada bueno".
Al igual que hiciera en las fabelas de Río de Janeiro, Da Silva propone una buena sesión de capoeira en los centros sociales onubenses, así como en cualquier otro lugar, para ayudar a los onubenses a dar una patada certera a todas aquellas cosas con las que no es conveniente bailar en esta vida.
Y es que está acrobática actividad se amolda a cualquier circunstancia, gracia a su reivindicativo y solidario nacimiento. Dice que ésta nació en Brasil en la época colonizadora. "Era una me metáfora contra la esclavitud que se implantó en mi país". Con el tiempo ha ido evolucionando, y en la actualidad, aunque no ha perdido sus raíces culturales, la capoeira da una cierta flexibilidad a la hora de ser practicada. "Se puede exhibir como un espectáculo coreografiado, como parte de un show, como una exhibición de lucha, como un baile.... En odas estas vertientes está asegurada su espectacularidad", remarca Guerrero, mientras se dispone a realizar saltos y piruetas con una precisión gimnástica. Este onubense de adopción, que parece de goma elástica, vuelve para animar a los onubenses a conocer y practicar este arte marcial. "En los niños, su aspecto lúdico y de juego, reinvierte en una mayor disciplina; en los jóvenes, se desarrolla la flexibilidad y resistencia; y en los mayores: el placer, ocio y fortalecimiento físico".
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