La Merced acoge a La Cinta en la despedida de Pedro Cantero
cincuentenario del patronazgo canónico (yIII) | hoy se cumplen 50 años de la lectura de la bula
Tras dedicar una década a edificar espiritual y materialmente la Diócesis, el primer obispo se marcha el 30 de junio de 1964 El regalo es la bula del patronazgo principal de la Virgen
La bula de nombramiento de Patrona Celestial y Principal de Huelva se proclama en Huelva en un gran acto, al venir a coincidir con la despedida del primer obispo de Huelva, preconizado arzobispo de Zaragoza. Pedro Cantero Cuadrado cumplía así la primera década de la joven Diócesis onubenses. La puso en marcha y empezaba a caminar. Los onubenses habían tomado conciencia de lo que significaba sentirse en una Diócesis propia, tras una creación resistida en un tiempo eterno. Le daba una autonomía propia y a ello contribuyó el doctor Cantero Cuadrado. Se fue forjando la Diócesis en lo material, con nuevos edificios; en lo organizativo, con su cabildo; y en lo espiritual, con gestos como la cercanía a Nuestra Señora de Huelva, que satisfacía a la propia hermandad en su deseo de nombrarla Patrona canónica.
El doctor Cantero Cuadrado había sentido el afecto de Huelva, que le nombró hijo adoptivo, recibiendo la Medalla de la Ciudad. El Ayuntamiento le dedicó una avenida en una zona donde creó un gran proyecto, la parroquia que dignificaba al Patrón San Sebastián y el gran centro educativo destinado a la mujer, cuando pocos hablaban de su insertación en la formación profesional. Como homenaje despedida la Diputación Provincial de Huelva creó dos becas en el seminario con su nombre. Aquí se descubrió un busto dedicado al doctor Cantero Cuadrado, obra del escultor Antonio León Ortega.
Se hizo coincidir la lectura de la Bula Preclara De Genetrix, del patronazgo principal de Nuestra Señora de la Cinta, con la despedida de Pedro Cantero Cuadrado de Huelva. El acto se celebró el 30 de junio de 1964 a las puertas de la Santa Iglesia Catedral. La Virgen llegó el día antes, lo hacía para su proclamación como Patrona que se lleva a cabo en esa jornada. Así lo dice la proclama distribuida por la ciudad por la propia hermandad cintera: "La Virgen Chiquita y Marinera espera a todos los onubenses en su procesión y en el acto de despedida del que hasta ahora ha sido el primer obispo de Huelva, en cuyo acto será proclamada canónicamente Patrona de Huelva".
En la tarde del día 30 la Plaza de la Merced se vistió de fiesta para despedir al obispo de Huelva, con banderas de España, Huelva y pontificia. A las 19:00 salía al porche en su paso procesional la imagen de la Virgen Chiquita para presidir el altar aquí instalado. El obispo fue asistido por los canónigos Gregorio Martínez y Luis Pardo. Asistieron todas las autoridades, Pedro Cantero Cuadrado lucía en la sotana la Medalla de la Ciudad de Huelva. En su homilía, jalonada de agradecimientos, habló de la calle que llevará su nombre y dijo que significaba que se estaba en el camino de la construcción de la ciudad, al recordar que hacía diez años aquella era una zona baldía. Manifestó sentirse confortado: "Aquí ha pasado lo mejor de mi vida, entregado a los pobres".
Al ofertorio, el doctor Cantero Cuadrado "dio vista al gentío", procediéndose a la lectura, primero en latín y después en castellano, de la bula pontificia por la que el Santo Padre Pablo VI, en su primer año, a instancia del doctor Cantero Cuadrado, concede el título de Patrona Principal de Huelva a Nuestra Señora de la Cinta. Al terminar dicha lectura, el prelado hizo entrega de la bula al alcalde de la ciudad de Huelva, Manuel López Rebollo, "mientras el público aplaudía largamente".
El momento entrañable surgió cuando el obispo de Huelva subió al paso de la Virgen de la Cinta a ofrecerle una medallita de la Virgen de Belén, Patrona de su Pueblo natal Carrión de los Condes (Palencia), y besó la cinta que porta el Niño Jesús, "en medio de una atronadora ovación".
La Virgen de la Cinta volvió al santuario el mismo día 30, saliendo de la Catedral a las 21:30 y llegando al santuario a las 22:45. Muchos recuerdos quedan en el santuario de Pedro Cantero Cuadrado, el verdadero protagonista de este regalo que se le hizo a la devoción a Nuestra Señora de la Cinta. Otra muestra de afecto queda reflejada en un azulejo en el santuario, de 29 de enero de 1963. El obispo, "deseando fomenta la devoción a la Santísima Virgen, bajo la venerable adveración de Nuestra Señora de la Cinta, celestial Patrona de al ciudad de Huelva", concede cien días de indulgencias a todos los que visitaren el santuario, de acuerdo con las prácticas piadosas comunes.
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