Medio siglo del mural de Caballero
en el titán
lLa obra se encuentra en el salón de plenos de la Diputación y recrea las sensaciones de la madrugada del 3 de agosto
Huelva tiene pendiente la creación de un museo del pintor
Esta ciudad, que la mayoría de las veces es de lamentos y pocos hechos, siempre fue consciente de la escasa presencia del pintor José Caballero en este lugar que lo vio nacer. La verdad es que circunstancias de la vida personal del pintor hicieron que se marchara a Madrid y todo su bagaje cultural se desconectara de Huelva. Un vacío que duró muchos años, hasta que en los ochenta se devuelve una luz con la concesión de la medalla de la ciudad. Más tarde, en los noventa, vimos a un José Caballero especialmente entregado, había brotado una nueva ilusión en la última etapa del pintor al ser nombrado hijo adoptivo de Punta Umbría. Mucho tuvo que ver en ello un joven artista Pedro Gil Mazo. Una nueva ilusión y un nuevo vínculo. Nos acercaba hasta un Caballero muy cercano y nos hacía profundizar en su obra.
Es entonces cuando se descubre que en el Museo Provincial de Huelva no hay ninguna obra suya, solo un dibujo tan sencillo que mejor guardarlo. Luego se hicieron algunas adquisiciones por parte de la Consejería de Cultura; poco acertadas, porque no se acudió a donde se debía.
Sin embargo, hay dos obras especialmente significativas que estuvieron siempre cercanas al público, a pie de calle. No hacía falta entrar en una sala o en un museo para verlas. Nos las encontrábamos en el día a día. Durante medio siglo viene ocurriendo. José Caballero dedicó dos de sus mejores murales a la ciudad de Huelva. El primero de ellos en la Caja de Ahorros de Huelva para su oficina principal, unas modernas instalaciones inauguradas en 1962. Aquí dedica también otros diseños para los elementos exteriores e incluso para unas vidrieras.
Medio siglo de presencia de José Caballero entre nosotros como en la Diputación de Huelva, entidad que promovió la creación de la Caja y que cuenta con otro gran mural para un espacio público como es el salón de sesiones.
Ambos trabajos constituyeron para Huelva un gran acontecimiento cultural en los sesenta. Medio siglo después no se engrosó ese patrimonio artístico de José Caballero, ni la misma línea de calidad ni importancia. Sí es cierto que hay obra diversa y muy interesante en la propia Diputación de Huelva, en la Fundación Cajasol (hoy propietaria del legado cultura de la antigua Caja de Ahorros de Huelva), y en el Ayuntamiento, algo menos en el Museo Provincial de Huelva, cuyos fondos para este tipo de adquisiciones fueron siempre especialmente escasos.
Lo más interesante llegó de la mano de la viuda de José Caballero, con ocasión de la celebración del centenario del pintor, con el regalo de la colección Cuadernos de Huelva, junto con un óleo de la casa del artista. La obra estuvo expuesta en la Casa Colón y de ahí pasó a ser custodiada en el Archivo Municipal, porque es un regalo a la ciudad de Huelva. Está en su página web con las molestas marcas de agua. Creo que es una obra para hacerse popular y acabar hasta decorando los bares de la ciudad y las casas de los onubenses, que podrían hacer copias de ellas y las expondrían enmarcadas como gustan ahora de las antiguas fotografías y postales. Hay que popularizar a Caballero y ésa es la mejor vía, hay que quitar la marca de agua. Esa es una Huelva soñada y querida en la que todavía el espíritu se recrea en la nostalgia aunque sea por un instante.
Espabilándonos un poco hay que volver a la realidad, a aquella moción que se realizó en el Ayuntamiento de Huelva a iniciativa del recordado José Pablo Vázquez, el 25 de enero de 2012. Se pretendía algo difícil, muy difícil. Que Huelva tuviera un Museo de José Caballero. Difícil, sí; pero no imposible. Cierto que José Caballero dejó en su voluntad que la obra estuviera en Alcalá de Henares, pero por cuestiones del infortunio no fue posible su instalación.
En Huelva no se debe dejar ese deseo de tener una vinculación directa con José Caballero, contar con su propio Museo unido al de su fundación. Para ello hará falta partir de la generosidad y aprovechar el desmontaje de la obra mural instalada en la oficina de la Caja en Plus Ultra. Es buena ocasión para conseguir reunir la obra de Caballero en Huelva y darle unidad. Estos son atractivos por los que la ciudad debe trabajar. Existen espacios vacíos para albergar proyectos de estas características. Los tiempos no son fáciles, por eso los retos son más interesantes y divertidos.
Esta es una oportunidad para celebra medio siglo de José Caballero entre los onubenses. Les invito a que vayan a la Diputación a ver el mural de La Partida en este año del 525 aniversario de la llegada a América.
La angustia de la partida
La noticia la firmaba en el diario Odiel Víctor Márquez Reviriego. "Huelva, a la vanguardia del arte. Mural de Pepe Caballero para la Diputación". No era para menos, en ese reencuentro con José Caballero el motivo principal no es otro que La noche de la partida, como lo titula. Ahora que celebramos el 525 aniversario del encuentro o el descubrimiento (como ustedes quieran) de América merece la pena una mirada a este mural que está en la Diputación, la que de alguna forma es la que invita a esta efemérides. En 30 metros cuadrados y tres meses de trabajo, José Caballero consigue impregnar en él la angustia de la partida, todas las sensaciones de aquel momento. Describe la noche de víspera del viaje. "Día incierto aquel. Esperando una aventura insólita. Desconocida y nueva. ¿Qué fue lo más característico de esa noche? ¿El paisaje, el colorido, el ajetreo del puerto, los personajes? No. Por encima de todo había algo que unificaba a grandes y pequeños, a capitanes y grumetes: la incertidumbre. La angustia temida y querida a la vez del viaje próximo a no se sabía a donde".
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