En 1996, el Servicio Militar era todavía una actividad obligatoria por la que tenían que pasar los hombres de más de 18 años. A pesar de parecer hoy algo anacrónico, la mili fue obligatoria hasta 2001, a pesar de contar con una amplia oposición en todo el Estado. 

El movimiento insumiso o de objeción de conciencia se dio a conocer en Huelva en los últimos compases de los años 80 cuando 8 objetores reivindicaron su derecho a no prestar un servicio que atentaba contra su ideario pacifista y antimilitarista. 

Los insumisos en Huelva y en general el movimiento por la desobediencia civil no dejaron de crecer aquellos años a pesar de que las penas de cárcel se encontraban a la orden del día. Fue este crecimiento el que llevó a Huelva Información a dedicar aquel 15 de mayo de 1996 un suplemento especial en el que se daba a conocer la situación de todos aquellos hombres que reclamaban el derecho a una prestación social sustitutoria y, en concreto, a llevarla a cabo en la Universidad de Huelva. 

Objetores al servicio de la Universidad

El colectivo de objetores se reunió aquel año en el Parque de la Esperanza para reivindicar, con una gran garbanzada, "cambiar las armas por libros". El Colectivo Antimilitarista de Huelva (CAH) explicó en aquel acto que su postura nacía "de la solidaridad con todos los pueblos que sufren cualquier tipo de opresión, violencia, desigualdad e injusticia" y pedían el fin de las condenas.

En aquel año existían en la capital 286 prestacionistas repartidos en 20 entidades como Cruz Roja, el Ayuntamiento de Huelva, la Junta de Andalucía y la Diputación Provincial. Una cifra que fue creciendo hasta la desaparición del Servicio Militar obligatorio en diciembre de 2001.