Marín Rite llama a la ética a la clase política para "evitar su suicidio"

A pesar de seguir teniendo fondo, quiso despedirse de la vida institucional y política en la que se ha dejado la piel durante más de tres décadas y pasó el testigo de la Presidencia del Puerto, donde desempeñó su responsabilidad política hasta el pasado verano. El socialista que inauguró la etapa democrática en el Ayuntamiento como alcalde de Huelva, José Antonio Marín Rite, recibe al inicio de su recién estrenada jubilación el primer Premio Martín Alonso Pinzón, creado por la Subdelegación del Gobierno en reconocimiento de los valores constitucionales que ha trasladado a los foros y cámaras políticas en la que ha hecho notar su voz.

En el gesto de gratitud a su trayectoria y a su entrega al servicio público, el acto que ayer se celebró en las cocheras del Puerto, Marín Rite dibujó la cara y la cruz de la política y habló de sus luces y sombras para llamar a la ética de la clase política en respuesta a la voz "dura" de la calle. El hombre que estuvo nueve años llevando las riendas del Ayuntamiento, saltó al Parlamento andaluz y llegó al Senado reclamó una "respuesta enérgica", que incluya los reglamentos éticos, que alcance al corazón mismo de los partidos políticos y de las instituciones para promover un cambio. "De lo contrario -advirtió- el deterioro continuará y será una especie de suicidio de la buena política. Es necesario un esfuerzo para evitarlo", dijo.

En un análisis de la actual situación, señaló como elementos negativos las eternas campañas electorales, a los asaltos entre adversarios políticos a fuerza del desprestigio mutuo, a los supuestos de corrupción que salpican a todos los frentes, y a la utilización del Parlamento como -dijo- "lugar en el que se hace público lo que se ha decidido en los partidos políticos". Estos elementos "provocan un efecto demoledor" remarcó.

En la cara opuesta, la de las luces, su convicción en una actividad "noble y digna" cuyas bondades se visualizaron con claridad, a su juicio, en la Constitución de 1978. Marín Rite echó la mirada atrás para repasar los años de "enfrentamiento y de falta de libertades" que precedieron a la Carta Magna y sacó pecho en favor de los políticos que protagonizaron la transición a la Democracia. "El primer fruto de la Constitución fue la paz y la concordia para España, y lograr encauzar los problemas que habían ensangrentado nuestra historia durante siglos".

El veterano miembro del PSOE destacó la renuncia de los partidos políticos y sus dirigentes a parte de sus ideas en favor de la libertad. "Desde el acuerdo y la ausencia de sectarismo", indicó, fue un logro de los partidos políticos "en un extraordinario ejercicio de generosidad" que abrió el camino a "la tolerancia, el desarrollo y la libertad".

En su intervención, Marín Rite abogó por la reforma del Senado, que "está pendiente y es imprescindible" , para abundar en su convicción del "servicio que la Constitución ha hecho al país y del que igualmente hizo la clase política de aquellos tiempos".