Emotivo el pregón de María Cotán-Pinto al Patrón de Huelva, San Sebastián. El Gran Teatro acogió el acto, que contó con la presencia de autoridades civiles y militares. En el escenario junto a la pregonera, el hermano mayor de la Hermandad de Estudiantes, Pablo Marchena, y el párroco de San Sebastián, Cipriano del Toro, se encontraba el alcalde de la capital onubense, Gabriel Cruz. La pregonera fue presentada por su hermano José Ramón, que quiso realizar la presentación en forma de cuento, el contado por un hermano mayor a su hermana pequeña.

En la presentación, recordó como sus padres, Santiago, natural de Gibraleón, y Juanita, de Valverde, se trasladaron de jóvenes a vivir a la capital onubense, ciudad en la se conocieron, se casaron y formaron su familia. Tuvieron tres hijos, dos niños y la niña, la pequeña de la casa, "una niña muy activa, con carácter rebelde". De ella subrayó que "es una magnífica profesora de inglés y una gran comunicadora, le viene de familia", para a continuación decirle: "ha llegado tu momento, la hora de hablarle a Huelva y que sus ciudadanos te escuchen".

Previamente, el hermano mayor de Estudiantes manifestó que en 1978 la cofradía se hizo cargo de los actos de las fiestas de San Sebastián, "hace ya 45 años y sigue con el mismo ímpetu, intensidad e ilusión". Recordó que en 1984 se hizo el primer pregón, lo dio Rafael Mezquita, que fue presentado por José María Segovia, " es uno de los actos más importantes". Durante su intervención, Marchena tuvo un recuerdo para Ángel Llamas. 

La pregonera eligió la canción de La Vida es Bella, interpretada por la Banda Sinfónica de Huelva, como apertura del acto y quiso que el tango de la película Esencia de Mujer sonara como preámbulo a su pregón. Un tango muy especial para ella. Comentó que le hubiera gustado bailarlo con su padre el día de su boda, aunque "de alguna forma lo bailé". Tras ensalzar la riqueza natural, patrimonial, cultural y gastronómica onubense, la de "mi tierra bonita, la que me vio nacer", realizó un pequeño recorrido por la historia del Patrón y la devoción al santo en la capital onubense, que se remonta a "muchos siglos atrás".

Alfonso Sánchez, el pequeño Martín Sánchez y Fran Rivera intervinieron en el acto interpretando sevillanas, rumbas y fandangos dedicados a Huelva intercalados en el pregón de  María Cotán-Pinto. Los acompañaron a la guitarra Vicente Ruiz, a la percusión, Manuel Herrera y al bajo, Marti Sanmarti.

Para hacer su pregón, la pregonera se basó en las vivencias de su madre. Recalcó que sus padres "me han hecho querer y valorar la ciudad". Tal y como le relató su progenitora, rememorando la tradición vivida desde que se estableció su residencia en Huelva, "el 20 de enero se celebraba el día de San Sebastián. Durante todo el año el santo estaba en su capilla", desde la que se trasladaba a la Parroquia de San Pedro. Era entonces arcipreste de Huelva Julio Guzmán.

En la Parroquia de San Pedro, continuó la pregonera, se le hacía una novena y el 20 de enero el Patrón de Huelva volvía a su capilla "en procesión solemne". Subrayó que "era impresionante cómo se adornaba la calle, con cadenetas, flores y farolillos y se llenaba de puestos con los palmitos, eran unas fiestas en las que se estrenaba la ropa de invierno". Conforme la procesión iba avanzando "se tiraban flores de los balcones y se creaba una alfombra colorida de flores".

Señaló que "Huelva se llena de luz y color, se llena de fervor" cuando la imagen de San Sebastián sale en procesión. "San Sebastián procesiona y Huelva se postra ante él". La pregonera incidió en que la Hermandad de Estudiantes "trabaja constantemente por hacerlo mejor cada año, se viste de gala para sacar al Patrón por las calles de la ciudad, que procesiona con lluvia de pétalos y flores". Explicó que "procesiona San Sebastián y brilla con luz propia haciendo que Huelva brille aún más, alegría siempre al paso del Patrón, Huelva se echa a la calle, huele a fiesta y tradición".

La pregonera reconoció mientras pronunciaba el pregón, que la responsabilidad adquirida conllevó días "sin apenas dormir" pero ya ante el atril lo estaba "disfrutando y mucho, me siento bien y muy feliz con sólo verle la cara a mi madre, es la que más lo está disfrutando". El pregón finalizó con el pasodoble Mi Huelva tiene una ría, interpretado por la Banda Sinfónica de Huelva, que le dedicó a su madre.