Huelva

Marcha fúnebre para resucitar el patrimonio

  • En la noche de Todos los Santos, una marea de catrinas y ciudadanos recorren el centro, a ritmo de jazz, para admirar los edificios muertos y también los conservados

Algunos de ellos se conservan, otros son difuntos de cuerpo presente y el resto son irrecuperables. Estos inmuebles ya no resucitarán, aunque sí podrán vivir en la memoria colectiva y servir para no volver a tropezar con la misma piedra una y otra vez.

La noche de los edificios muertos -iniciativa organizada por el colectivo Huelva te mira- congregó en la noche de ayer a una marea de catrinas que, con motivo de la festividad de Todos los Santos, participaron en una marcha fúnebre-festiva que recorrió edificios de valor patrimonial del centro de la capital. Numerosos ciudadanos se sumaron a la iniciativa, que les invitó a admirar y disfrutar del patrimonio onubense.

"Observamos lo que hay en otras ciudades con mucha admiración pero no nos paramos a ver lo que tenemos en Huelva. Todavía nos queda algo, lo podemos proteger y admirar. Pero caminamos por el centro y sólo miramos escaparates. Pues yo os invito a que saquéis cuello. Porque Huelva tiene mucha importancia, más de la que pensamos, y existe como ciudad desde hace 5.000 años. ¡Vamos a resucitar a nuestros difuntos!", señaló Deli Del Pino, ataviada de sacerdotisa.

El recorrido, en el que no faltaron el humor y los bailes al ritmo de la Asociación Cultural Müzzic, se inició a las puertas del antiguo edificio de Hacienda, donde la arquitecta Alicia de Navascués, vestida de catrina, avanzó que entre este punto y el Banco de España (donde acabó el recorrido) hay un buen número de bellos y ricos edificios residenciales que no son tan conocidos como los que en su día acogieron sedes institucionales o administrativas, y cuyo mantenimiento depende de particulares.

No son renacentistas, se alzaron en el siglo XX pero "merece la pena que sean conservados". No en vano, la razón de ser de la propuesta de Huelva te mira fue sensibilizar a la sociedad onubense sobre el valor que tiene su patrimonio y, en este sentido, el menos valorado y más vulnerable es el residencial.

Al unísono de un conjuro muy especial -"Huelva, pidamos al edificio que vuelva. Revive. Huelva, te quiero viva"-, la comitiva se dirigió desde la plaza de la Constitución a la esquina en que se ubicaba el antiguo Café-Bar Tupi, que cerró sus puertas en 1982. En la actualidad el edificio está "enterrado", aunque en la otra parte, justo en la esquina de las calles Alfonso XII con Berdigón y Pérez Carasa, hay otro inmueble protegido que luce andamios y está "muerto pero no enterrado".

La siguiente parada tuvo lugar en el edificio de la esquina Pérez Carasa con San Francisco. Se trata de "una esquina muerta que va a desaparecer porque la fachada no está alineada y el Plan General dice que se tire". Sin embargo, hasta llegar allí, la marcha pasó por edificios racionalistas del arquitecto Pérez Carasa que están "vivos". También hay edificios bien conservados, según indicó De Navascués, en la calle Rábida. En ellos se observa la influencia portuguesa, con los azulejos biselados y, en otros casos, la sencillez de sus líneas. Todos son "auténticas joyas".

Ya en la esquina de Vázquez López con Palacios sonó un solo de trompeta por este edificio que constituye "un ejemplo de reproducción mal hecha o de aberración", puesto que "lo que se tira ya no se puede reconstruir". Así, aunque el inmueble de Monís fue catalogado, "se demolió e hicieron un supuesto intento por recuperar la estética antigua".

Por contra, apuntaron que en Vázquez López, a continuación del Gran Teatro, hay un ejemplo de cómo recuperar un edificio en su integridad. Si no se hace de este modo y sólo se apuesta por mantener la fachada, "se deja la arquitectura en el pellejo porque en los interiores hay patios, carpinterías y estructuras de gran valor".

Tras varias paradas por Concepción y Rascón hacia la Zona cero de Huelva (el entorno del antiguo Mercado del Carmen), la marcha continuaría por Bocas, Marina, Plus Ultra y la Plaza arqueológica para terminar en el Banco de España.

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