Ni un niño solo es el lema de la oenegé Mamás en acción, que aterriza esta semana en la provincia de Huelva para acompañar a menores que tienen que pasar su hospitalización solos. Esta iniciativa, que surgió gracias a la voluntad de "cuatro amigas con apenas cuarenta euros" en el bolsillo, es ahora un gigante solidario que presta sus servicios en más de una decena de provincias. 

"Somos una comunidad de personas", describe Majo Gimeno, fundadora de Mamás en acción. Una red de "mamás, papás, abuelitos, abuelitas y toda aquella persona que esté dispuesta a querer y cuidar gratuitamente" y "dedicar tiempo y cariño a aquellos niños y niñas que, además de estar enfermos están solos". 

Gimeno explica que Mamás en acción trabaja en torno a tres perfiles básicos de menores en situación de vulnerabilidad. "Primeramente acompañamos a niños y niñas que son víctimas de malos tratos domésticos y en el que un juez impide a cualquier familiar acercase a ellos", asegura la portavoz. "También operamos con niños y niñas sobre cuyos padres y madres desde los servicios sociales se detecta una situación retadora, es decir, aquellas en las que se ven obligados a elegir entre acompañar al menor o trabajar". Ambos perfiles se suman a un tercero, "el de niños y niñas que viven en centros de acogida de forma permanente y que, por falta de personal de la Administración, no pueden ser acompañados entendiendo que estos ya se encuentran en un entorno seguro como es el centro hospitalario". 

Una red que llega a Huelva

El próximo jueves, día 15, Mamás en acción ofrecerá una doble sesión informativa, a las 11:00 y a las 16:30, en el salón de actos del hospital Universitario Juan Ramón Jiménez de Huelva. En ella se dará a conocer el proyecto a todas las personas interesadas en forma parte de la malla de personas voluntarias que dedicarán su tiempo a "hacer lo que hacen mamá o papá en la cama de un hospital". 

Aún es pronto para conocer cuántos niños y niñas necesitarán los cuidados de las personas voluntarias. "Sean las que sean, buscamos crear una gran comunidad de voluntarios lo suficientemente grande para atenderlas a todas", explica Majo quien asegura que los niños están atendidos "las 24 horas al día durante todos los días de su ingreso". 

Para cubrir todo este calendario, "las personas voluntarias donan el tiempo que tienen", asegura. "Algunas tienen una tarde libre, otras una noche, siempre adaptándose a sus posibilidades para que entre todos podamos cubrir el día completo". Si en algún caso no contamos con personas voluntarias, "hacemos una llamada de atención con carácter urgente a través de las redes sociales para que también ese hueco quede cubierto". 

Requisitos para ser 'Mamá en acción'

Cualquier persona que quiera ser voluntaria de este banco de tiempo deberá realizar una pequeña formación presencial a cargo de la oenegé de apenas un par de horas. "No les enseñamos cómo ofrecer cariño porque eso es algo muy subjetivo pero sí aquellas cosas que no se pueden hacer, lo que legalmente no está permitido como hacerle fotos al menor, o alimentos, son cosas básicas pero que se pueden pasar fácilmente por alto", explica Majo. 

"También todas las personas pasan un test psicológico en el que identificamos los perfiles con el objetivo de que las personas no sufran", asegura la coordinadora. "No es un voluntariado sencillo, les enseñamos que tenemos que dejar ir, que nuestro trabajo independientemente de la patología del niño, se queda ahí y cuando le dan el alta es una despedida definitiva", algo que no todas las personas están emocionalmente dispuestas a asumir. 

Además de estos aspectos, es necesario acreditar que se está en disposición del Certificado de Delitos de Naturaleza Sexual un requisito administrativo indispensable para trabajar con menores en España.