Los Magos, reyes de la tarde

La comitiva de la ilusión recorrió la capital durante cerca de seis horas · Dieciséis carrozas y tres agrupaciones musicales conformaron la cabalgata que fue seguida por miles de personas

Foto: Alberto Domínguez
Enrique Morán / Huelva

06 de enero 2011 - 01:00

La explanada de La Cinta fue un año más, un hervidero de alegría y de ganas de pasarlo bien. Es el lugar en el que la Cabalgata de Reyes arranca. Antes de que la comitiva diera sus primeros pasos y bajara por la empinada Legión Española, los Magos de Oriente se dirigieron al santuario de La Cinta. Allí eran esperados por el hermano mayor de la Hermandad de la Patrona de la ciudad, Manuel Roméu, que les dio la bienvenida. Melchor, Gaspar y Baltasar presentaron sus respetos ante la Virgen Chiquita con sendas ofrendas florales y adoraron al Niño Dios, rememorando la bíblica escena. Roméu agradeció a Sus Majestades el detalle de que "el primer acto que realizáis antes de comenzar la cabalgata es el de venir a ver a la Patrona de Huelva". El hermano mayor de la Cinta deseó que "aunque la crisis ha castigado a esta ciudad y sus habitantes, seáis generosos y les traigáis lo que han pedido".

A las puertas del recinto cintero les esperaban sus bellas carrozas, a las que subieron conscientes de las bellas e intensas horas que tenían por delante.

Una de las cosas que llaman poderosamente la atención es la gran cantidad de personas que se dan cita ya al inicio del recorrido, para no perderse detalle alguno de cómo la comitiva va tomando cuerpo. Con extrema puntualidad, la cabalgata dio comienzo a las 15:30.

Miles de onubenses los esperaban a lo largo de ese largo recorrido que tenía que concluir en las puertas del Ayuntamiento, donde el alcalde les dio la bienvenida cerca de las 21:00. Dieciséis fueron las carrozas incluidas en la comitiva. El cortejo festivo estaba abierto por una charanga constituida por voluntarios, a la que le seguía el tradicional camión de bomberos. A partir de ahí todo fue ilusión.

La alegría era ya desbordante en Legión Española que desde hace una década, se ha convertido en la primera arteria que Sus Majestades atraviesan. Una temperatura magnífica y un cielo que en algunos momentos parecía amenazador fueron otros ingredientes que se sumaron a una tarde donde la comitiva con su ilusión y color, fue la protagonista. En cerca de seis horas se repartieron 17.000 kilos de caramelos, 2.700 kilos de confeti y 200.000 rollitos de serpentinas.

La creatividad mostrada un año más por Juan Manuel Seisdedos y su equipo brilló por las calles. Con la llegada de la noche, algunas de las carrozas realzaron aún más su prestancia tal y como era el propósito del creador. Las diferentes composiciones dejaban con la boca abierta a todos los niños. La comitiva estaba compuesta por 150 personas inyectadas de alegría y entusiasmo que supieron contagiarlo a todos los presentes.

Destacaron los tronos de Sus Majestades. Con toques de fantasía el de Melchor; con características clasicistas el de Gaspar y muy étnico el de Baltasar.

A son de batucada y dejando un rastro compuesto de confetis, serpentinas y caramelos, la comitiva siguió su amplio recorrido. Aun no se habían alcanzado las 18:00 cuando la cabalgata ya llegaba a Quintero Báez. Atrás quedaba el centro y barriadas populares como El Carmen, Las Colonias o La Navidad.

Algo pasadas las 19:00 la comitiva cogía Federico Molina. El ambiente era sencillamente impresionante. La noche ya había caído y a la luz y el color de las carrozas se sumó a la de la iluminación navideña de la avenida. Los críos, como en los demás sitios de la capital, tenían los ojos salidos de las órbitas ante la presencia de Sus Majestades y pensando en lo que quedaba por venir durante la noche.

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