Lorente ve en el lavado la clave para que el ADN de Medina llegara a las toallas

juicio por el doble crimen de almonte | la ronda probatoria finaliza el lunes

El perito de la defensa estima que la transferencia se produjo durante la mezcla de prendas de la colada

El experto forense considera que es "muy difícil" que una persona se seque en tres toallas de los dos baños

Una agente judicial muestra a Marianela Olmedo una de las toallas con ADN de Medina.
Una agente judicial muestra a Marianela Olmedo una de las toallas con ADN de Medina. / Josué Correa

Huelva/El catedrático de Medicina Legal y Forense de la Universidad de Granada y experimentado genetista José Antonio Lorente y su compañero en la pericial de la defensa del doble crimen de Almonte, el profesor Juan Carlos Álvarez, intervinieron ayer en la vista oral que se sigue en la Audiencia Provincial de Huelva contra el único acusado de los asesinatos de Miguel Ángel y María Domínguez, Francisco Javier Medina, para exponer su hipótesis de que la transferencia del ADN del inculpado a las tres toallas de dos baños distintos de la escena del crimen pudo producirse de forma "secundaria", concretamente después de que éstas supuestamente se mezclaran en la lavadora con prendas de la madre y mujer de las víctimas, Marianela Olmedo, y que contuvieran restos de semen del inculpado, quien era su amante en la fecha de los hechos luctuosos.

Los peritos evidenciaron la profesionalidad de los expertos del Instituto Nacional de Toxicología a la hora de realizar el análisis del ADN del inculpado, y respaldaron ayer ante el tribunal del jurado la mayor parte de sus conclusiones, con la excepción de la que apunta a la posibilidad de una transferencia directa por el posible secado de la cara, el cuerpo o las manos. En este sentido remarcaron que "para que aparezca ADN en tal cantidad y en tal superficie tiene que haber habido un contacto intenso".

El genetista entiende que si alguien se hubiera secado con intensidad dejaría pelos

Sobre el hecho de que Toxicología especifique en su informe que en los recortes de las toallas con el rastro del acusado no encontró restos ni de semen ni de sangre ni de saliva, los expertos en genética refirieron que durante el lavado de la ropa se puede llegar a romper la célula del espermatozoide y "liberar el ADN, que se pega dentro de la fibra" sin que pueda identificarse su origen.

A su entender, la lavadora es "un mecanismo de transferencia" y no existe forma de averiguar "el cómo ni el cuándo" el ADN de Medina llegó hasta las tres principales evidencias del caso, por lo que se inclinan por esta opción. De hecho, "si hay mucha concentración de ADN no tiene por qué responder a una transferencia directa", ya que, a día de hoy, "no hay ningún método exacto para determinar su hubo transferencia primaria o secundaria".

El profesor Lorente se aferró a "la lógica" para explicar que "exista ADN de una persona en todos los lugares analizados y en igual cantidad que el de los moradores" del domicilio, lo que le lleva a concluir que "esas toallas estaban previamente impregnadas de ADN en el proceso de lavado". Es más, añadió que para que aparezcan los restos genéticos de Medina en tal cantidad y en esa superficie "tiene que haber habido un contacto muy intenso, y si ese contacto intenso ha existido, tiene que haber muchos pelos", mientras que en el escenario del doble crimen no se ha hallado ni uno de Francisco Javier Medina en el número 3 de la avenida de los Reyes. No obstante, matizaron, esta tesis no serviría si el sujeto estuviera completamente depilado en las zonas del cuerpo que pudo frotarse con las mencionadas toallas.

El perito fue más allá: "Creo que es muy difícil que una persona se haya secado con tres toallas diferentes con tanta intensidad". Lorente no le encuentra, pues, sentido a que se lavara y se secara las manos en cada una de ellas.

Preguntado por si la lejía que Marianela Olmedo dice que aplicó a la colada antes de hacer la mudanza a la casa de alquiler de la calle Cabañeros pudiera eliminar los restos genéticos de las toallas en cuestión, tal y como dijeron los peritos del Instituto Nacional de Toxicología el pasado martes, el experto indicó que depende de la concentración de lejía que se introdujera en el tambor y el modo de hacerlo. A mayor concentración, mayor destrucción de la información genética que estuviera presente en la tela, y viceversa.

Desde su punto de vista, el autor de los asesinatos "no llevaba capucha porque conocía a las víctimas" y ve complicado "que alguien se duche con la capucha puesta".

Hoy no habrá sesión del juicio. La última prueba de la vista oral admitida ayer por las partes y la magistrada Carmen Orland, presidenta del tribunal, se verá ya el lunes. Se trata de un informe psicológico realizado por los doctores José Manuel Rodríguez y María del Pilar Ceballos a Francisco Javier Medina. Previsiblemente, defensa y acusaciones se prepararán este fin de semana los informes finales, de modo que el próximo martes (y es posible que también el miércoles) puedan exponer sus conclusiones ante el tribunal del jurado. Una vez finalizados, los miembros se retirarán a deliberar para emitir el veredicto definitivo.

Un perito considera que la reconstrucción "no es científica"

El facultativo y decano de la Facultad de Criminología Aitor Curiel, perito de la defensa, expuso ayer su opinión sobre los informes centrados en la reconstrucción del crimen elaborados por el perito de la acusación particular, Juan José Hellín, poniendo de relieve que no está de acuerdo con la metodología que ha utilizado para elaborarlos porque "no es científica". Él descarta que se pueda afirmar que el autor accedió con llave al piso porque hay otras opciones posibles y cuestionó que el asesino calzara unas zapatillas mayores que su pie. Además, el criminalista opina que "no se puede hacer una reconstrucción en base a fotografías" y entiende que los informes se realizaron de "manera sesgada".

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