El hospital de los animales salvajes que sufren algún percance en la provincia de Huelva se llama Crea-Cegma, depende de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía y está a un tiro de piedra de la capital, en el paraje Marismas del Odiel. Por allí han pasado 1.391 animales desde que abrió sus puertas en el año 2012 y de ellos, más de la mitad, concretamente 742, han podido ser reinsertados en su hábitat tras su completa recuperación. Son linces ibéricos, águilas imperiales, milanos, búhos, lechuzas, cárabos, buitres, cernícalos..., pero también especies marinas, como cuando se producen varamientos de cetáceos en las costas onubenses o alguna tortuga recala en el litoral. No en vano, el de Huelva es el único Centro de Recuperación de Especies Amenazadas (CREA) que también es de Gestión del Medio Marino (Cegma) de toda Andalucía.

Pero no sólo tiene esa peculiaridad: también es el único que combina su función hospitalaria con una vocación educativo-formativa desde su origen mismo. Sus instalaciones revelan la intención de concienciar sobre la importancia de respetar la naturaleza mostrando al visitante las consecuencias de una mala actuación con los animales. Algunos de los que llegaron al centro no podrán volver a su medio por las lesiones provocadas por algún accidente, pero en otras ocasiones no regresarán porque no sobrevivirían: han sido troquelados o improntados por la acción directa del ser humano, no se reconocen como parte de su especie. Son irrecuperables.

Son las dos caras de una misma moneda y ambas pudieron ser conocidas ayer por la veintena de personas que participaron en la I Jornada Divulgativa al Ciudadano, que, como explicó la delegada de Medio Ambiente, Josefa González Bayo, se celebró con el objetivo de incidir en la concienciación de la población sobre la necesidad de proteger a la fauna ibérica y la importancia de avisar ante el hallazgo de algún ejemplar herido o atrapado. El Crea-Cegma es, de este modo, "un elemento trascendental", una "verdadera garantía" para todas las especies emblemáticas de la fauna ibérica que habitan la provincia.

Así, muchos de los ejemplares que llegan hasta el centro lo hacen gracias al aviso de un particular, bien al 112, a cuerpos de seguridad o directamente al centro, como explica Nacho Segarra, cuidador del Crea-Cegma. Entre ellos se encuentran animales incluidos en el Catálogo Andaluz de Especies Amenazadas, algunos amparados por el máximo grado de protección.

También, por las instalaciones de este espacio insertado en plena Reserva de la Biosfera, han pasado a lo largo de sus tres años de vida cuatro linces ibéricos (Lynx pardinus), dos águilas imperiales ibéricas (Aquila adalberti), tres cigüeñas negras (Ciconia nigra), una avutarda (Otis tarda) y 28 tortugas mora (Testudo graeca). Unas especies en peligro de extinción a las que se suman 12 buitres negros (Aegypus monachus), dos águilas pescadoras (Pandion haliaetus), dos águilas perdiceras (Hieraaetus fasciatus) y 53 aguiluchos cenizos (Circus pygargus), estas últimas clasificadas como vulnerables.

La primavera es, precisamente, la época en la que más animales llegan al centro. "Son muchas las causas por las que se ingresa a un ejemplar: por envenenamiento, por atropello, por colisiones, electrocuciones, disparos, caídas de nidos o animales que están enfermos debido a cualquier circunstancia biológica", enumera Segarra. Proceden de cualquier punto de la provincia y tras la llamada de aviso que alerta de la existencia de un ejemplar en una situación de riesgo, un vehículo con agentes de Medio Ambiente proceden a la recogida del ejemplar.

Al llegar, el animal incapacitado encuentra unas instalaciones de 13.000 metros cuadrados equipadas con piscinas para fauna marina, quirófano, sala de rayos, sala de cuarentena, voladeros en los que las aves recuperan su destreza para volver al aire libre, así como una sala de usos múltiples para celebrar exposiciones y talleres divulgativos como la jornada que se impartió ayer, gracias a la que, como explicó González Bayo, el "enorme y apasionante trabajo" que realiza el Crea-Cegma "es más conocido por la población".

El Centro de Recuperación de Especies Amenazadas y de Gestión del Medio Marino Andaluz Marismas del Odiel, además de atender a todas las especies protegidas (aves, mamíferos, reptiles y anfibios) que hayan resultado incapacitadas para sobrevivir en libertad, presta asistencia sanitaria en las tareas de hacking (o cría en semilibertad) y a los nidos del programa de reintroducción del águila pescadora, así como en los casos de varamientos de cetáceos en la costa de Huelva. De igual modo, colabora con el proyecto Antídoto a través de la realización de necropsias para el esclarecimiento de supuestos episodios de envenenamiento de animales en el territorio onubense.

El centro, en definitiva, desde la óptica de la delegada territorial, "va más allá de la recuperación de la fauna silvestre y su reinserción en el medio natural, en la medida en que participa también en programas de investigación y de cría en cautividad y promueve acciones de educación ambiental". No en vano, en sus tres años de trayectoria ha recibido a más de medio millar de escolares de Primaria y Secundaria para su participación en charlas sobre la conservación de especies amenazadas, talleres didácticos y visitas al área de irrecuperables. Asimismo, desde el Crea-Cegma, con la colaboración de la Policía, la Guardia Civil y los agentes de Medio Ambiente, se imparten cursos de manejo de fauna silvestre y varamientos.

Pero, tal y como aseguró el director conservador del paraje, Enrique Martínez, "estamos intentando ampliar este tipo de actividades y esta en concreto, que es una jornada especial de puertas abiertas, como ha tenido tanta demanda, la repetiremos más adelante, para que la gente conozca el centro y pueda traer un animal aquí". "Está claro que la gente lo demanda, quieren conocerlo. Son instalaciones públicas y aunque es un centro veterinario y no se puede estar entrando y saliendo todo el tiempo, la ciudadanía tiene derecho a conocerlo", recalca el director.

La visita al Crea-Cegma permite, efectivamente, conocer más de cerca la riqueza del patrimonio natural de la provincia de Huelva a partir de la información que ofrece el personal que desempeña su labor en el centro y del contacto con las distintas especies animales que se encuentran alojadas en él bien para su recuperación y posterior puesta en libertad o bien para ser atendidas sine die ante su incapacidad de regresar al medio del que proceden.

Todos ellos tienen su historia, una causa que provocó que acabaran en las instalaciones de este vanguardista hospital de urgencias ubicado en el paraje de Marismas del Odiel que constituye todo un referente en la comunidad autónoma, y que marcará si, superada su dolencia, pueden volver a casa o no.