Frenar el uso prolongado en el tiempo de ciertos medicamentos es el propósito de la reciente medida del Servicio Andaluz de Salud (SAS), de aplicación en las farmacias de Andalucía y, por ende, de Huelva. Es por ello que, desde el pasado 1 de septiembre se activa una nueva forma de proceder en la dispensación de medicamentos, limitándose la duración del tratamiento. Es el caso del nolotil, el tramadol o las benzodiacepinas.

La receta para el nolotil se reduce a 90 días, "un analgésico cuyo uso prolongado en el tiempo no está indicado", explica a este diario el presidente del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Huelva, Jorge Juan García Maestre, quien también añade que el tramadol y sus asociaciones tienen una duración de 90 días. "Es un medicamento para el dolor que, igualmente, solo debería usarse durante el tiempo estrictamente necesario", afirma.

Mayor es la duración para otros medicamentos que cuentan también con nuevas limitaciones. De 180 días como máximo es la receta de las benzodiacepinas, (fármacos que calman al usuario) y la de la nutrición enteral domiciliaria, "una especie de batidos de proteínas para las personas que requieran una mayor ingesta de proteínas o para quienes tienen poca fuerza tras una enfermedad". 

Tal y como subraya García Maestre a este diario, "no es un problema de abastecimiento ni falta de acceso, sino que lo que se quiere es una vigilancia mayor de medicamentos que no conviene prolongar en el tiempo". Es por ello que el presidente del Colegio onubense es muestra de acuerdo con la medida.

De otro lado, se incluyen una serie de medicamentos para el azúcar para "los que hace falta una validación y autorización previa la primera vez". Son los casos de la dapaglifozina, empaglifozina, rosuvastatina y sacubitrilo/valsartan.