Huelva

La investigación señala que Laura Luelmo pudo tener una muerte violenta

  • Un tatuaje permitió la identificación del cadáver de la joven profesora. Un voluntario de Cruz Roja dio aviso a la Guardia Civil tras encontrar unos pantalones y otra prenda

Los agentes de la Unidad Científica se disponen a recoger pruebas en la zona donde apareció el cadáver de Laura Luelmo.

Los agentes de la Unidad Científica se disponen a recoger pruebas en la zona donde apareció el cadáver de Laura Luelmo. / Alberto Domínguez (El Campillo)

Como en días anteriores el dispositivo de búsqueda de la joven profesora de 26 años Laura Luelmo se activó ayer a las nueve de la mañana. El equipo lo integraron miembros de la Guardia Civil, Policía Local, Protección Civil pero sin voluntarios, no como había ocurrido en las anteriores batidas. En el centro de coordinación se formaron los grupos: uno debía rastrear en la zona comprendida entre El Patrás y otro en el área de la mina La Poderosa, zonas en las que Laura pudiera haber tenido un accidente o se hubiera refugiado. En la búsqueda iban a participar miembros de Protección Civil venidos de diversos puntos de la geografía onubense: Bollullos Par del Condado, Almonte, Moguer, Palos de la Frontera y Lepe, entre otros, que se unieron a los de El Campillo.

Los equipos realizaban aún las labores de búsqueda cuando una persona, en concreto un voluntario de la Cruz Roja que rastreaba por su cuenta, dio aviso a la Guardia Civil de que había encontrado unos pantalones y otra prenda en un camino. Al llegar la patrulla al lugar señalado, a unos 200 metros encontró el el cuerpo sin vida de la Laura Luelmo, boca abajo. A la espera de los resultados que ofrezca la autopsia, las fuentes consultadas apuntan a que la muerte de la joven pudo tener lugar de modo violento.

Eran las doce del mediodía cuando el operativo supo del fatal desenlace de la joven. Muy cauto se mostraría después el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, a la hora de comunicar a la prensa la aparición del cadáver. Tan sólo señaló que se había encontrado el cuerpo sin vida de un mujer, aunque no se podía determinar que fuese el de Laura Luelmo. Un tatuaje confirmó posteriormente que se trataba del cadáver de la joven.

Un agente de la Guardia Civil realiza una fotografía durante el rastreo junto a un policía. Un agente de la Guardia Civil realiza una fotografía durante el rastreo junto a un policía.

Un agente de la Guardia Civil realiza una fotografía durante el rastreo junto a un policía. / Alberto Domínguez (El Campillo)

Cuevas, grutas, pozos, arroyos, cortijos y casas de campo habían centrado la búsqueda de la joven natural de Zamora. Previamente se había estado buscando a la desaparecida durante toda la noche, después de que el domingo se decidiera no suspender el operativo y las distintas patrullas del Instituto Armado rastrearon pistas forestales y caminos de la zona.

El pasado miércoles por la tarde la joven abandonó la vivienda en la que residía en El Campillo ataviada con ropa deportiva sin que desde entonces se supiera nada más de su paradero.

La última localización de su teléfono móvil se situó a las 20:00 de ese mismo día a unos nueve kilómetros del El Campillo, una distancia superior a la que finalmente fue hallado el cadáver, alrededor de 4,5 kilómetros en línea recta desde el centro de la localidad minera.

Laura Luelmo vivía allí desde hacía pocos días, después de que el pasado 4 de diciembre se incorporara a la plantilla del instituto Vázquez Díaz de Nerva, para hacer una sustitución de la asignatura de Plástica.

La familia de la fallecida interpuso una denuncia sobre su desaparición el pasado jueves y desde entonces la Guardia Civil había coordinado el dispositivo de búsqueda.

Hasta la localidad minera se habían desplazado ayer por la mañana la subdelegada del Gobierno, Manuela Parralo; el delegado del Gobierno andaluz, Francisco Romero; y el presidente de la Diputación, que mantuvieron un encuentro con la alcaldesa de la localidad, Susana Rivas. Todos, junto al coronel jefe de la Guardia Civil, Ezequiel Romero, arroparon a Rodríguez Gómez de Celis, a la hora de ofrecer la información pública sobre el hallazgo.

El cuerpo sin vida de la joven fue encontraron a 200 metros de las prendas en una zona de terraplén y matorrales

El delegado del Gobierno explicó que habían estado con la familia de la joven y le habían traslado toda la información, “aunque aún no estaba certificada la identidad del cuerpo, si bien todos los indicios así lo indicaban”.

También que se había trasladado a la familia “todo el respeto y cariño en mi nombre, en el de la Guardia Civil, en el de todos los vecinos de la comarca, en el de los efectivos de todos los dispositivos que han participado en la búsqueda y, especialmente, el cariño del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez”.

Rodríguez Gómez de Celis solicitó el “máximo respeto a la familia, que está pasando un momento muy difícil y complicado, y lo que requieren es paz y tranquilidad”, así como que “no se elucubre en relación con la investigación, pues ello podría entorpecerla, y a partir de este momento se centrará en el cuerpo localizado; ahora lo que hay que tener es paciencia y confianza plena en la Guardia Civil”.

En ese momento avanzó que a la zona llegaría el mejor cuerpo que tiene la Guardia Civil en investigación y análisis científico y por tanto, a partir de ahora, tratarían en el menor espacio de tiempo aclarar si ha sido una muerte accidental o violenta, y de ser así, localizar al culpable.

Así, nada más conocerse el hallazgo del cadáver se procedió a dar aviso a la Unidad Científica de expertos de la Benemérita desde Madrid, mientras se iba a proceder a acordonar y limitar la zona donde se encontró el cuerpo sin vida de Laura Luelmo, para evitar alterar las pruebas, y a comenzar la búsqueda de pistas o cualquier prueba que pueda aclarar lo sucedido.

No elucubrar sobre sospechosos

El delegado incidió en la importancia de “no elucubrar sobre sospechosos, porque cualquier elucubración puede dar al traste con la investigación y porque no podemos estigmatizar a nadie”, después de las noticias aparecidas sobre un presunto culpable de los hechos.

Sobre el lugar en el que se ha encontrado el cadáver prefirió no dar ningún dato, hasta la llegada de los investigadores, para evitar que pudieran perderse pruebas y poder investigar milímetro a milímetro todo el entorno.

Sin embargo, poco tardaron los medios de comunicación, a pesar del hermetismo, en encontrar la ubicación del cadáver, en concreto en un camino situado en el punto kilométrico 166 de la carretera Nacional 435, a la altura del poblado de Traslasierra.

Allí se concentraron cámaras, gráficos y redactores de televisiones, radios y prensa escrita, en un área acotada por la Guardia Civil. No fue hasta pasadas las cinco de la tarde cuando en una zona aledaña aterrizó un helicóptero venido de Madrid con la policía criminalista que se sumó a los agentes de la UCO.

Dos voluntarias de Protección Civil en la labores de búsqueda de la desaparecida. Dos voluntarias de Protección Civil en la labores de búsqueda de la desaparecida.

Dos voluntarias de Protección Civil en la labores de búsqueda de la desaparecida. / Alberto Domínguez (El Campillo)

Una vez en el lugar del hallazgo descargaron el material, se enfundaron monos blancos y procedieron a grabar con una cámara y a fotografiar todo lo que consideraron oportuno para intentar esclarecer los hechos.

Durante horas estuvieron recogiendo pruebas por la zona, en presencia de la juez del Juzgado de Instrucción número 1 de Valverde del Camino que también se había desplazado hasta allí.

Los agentes de la policía criminalista aprovecharon hasta los últimos minutos de luz  para recoger pruebas, mientras llegaba ya de noche el furgón de la funeraria que iba a trasladar el cuerpo sin vida de la joven profesora a un tanatorio de la capital. Para entonces pasaban las 19:17. Y se ponía fin al peor de los presagios.

Allí permanecieron los expertos de la Unidad Científica desplazados desde Madrid para continuar trabajando en la zona pese a la caída de la noche, para intentar recabar pistas que ayuden a aclarar lo sucedido. La Guardia Civil mantiene varias líneas de investigación abiertas, si bien no ha procedido aún a ningún interrogatorio.

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