Desaparición y asesinato en El Campillo

Laura Luelmo: un año del crimen que conmocionó a España

  • El desconcierto por la desaparición de la profesora zamorana y su fatal desenlace golpeó duramente a la provincia hace 365 días

La joven profesora zamorana Laura Luelmo, asesinada en El Campillo en 2018.

La joven profesora zamorana Laura Luelmo, asesinada en El Campillo en 2018. / H. Información (El Campillo)

En la gélida tarde del 12 de diciembre de 2018 se perdió la pista de la zamorana Laura Luelmo. La joven, de 26 años, apenas llevaba unos días ejerciendo como profesora de Dibujo en el IES Vázquez Díaz de Nerva. La fatalidad hizo que se instalara en el número 13 de la calle Córdoba de El Campillo durante el puente de la Inmaculada. Ella no lo sabía, pero enfrente se agazapaba un monstruo.

Solo unos metros separaban la modesta vivienda de la del principal encausado (por su detención ilegal, agresión sexual y asesinato), Bernardo Montoya, un individuo con un amplísimo historial delictivo que había abandonado la prisión de Huelva mes y medio antes y se había ido a vivir al número 1 de la calle Córdoba.

La joven docente se había dado cuenta, sin embargo, de que algo no iba bien. Así se lo transmitió a sus familiares, a los que expresó que el vecino la miraba de forma inquietante desde la puerta de la casa de enfrente. Ellos lo hicieron constar en la denuncia que presentaron el 13 de diciembre del pasado año por la desaparición. No sabían nada de Laura desde la tarde anterior.

A lo largo de estos doce meses ha trascendido que la víctima fue atacada por Montoya cuando regresaba a casa de hacer la compra y que la abandonó en el paraje campillero de La Mimbrera, donde su cuerpo sin vida fue localizado el 17 de diciembre. Solo un día más tarde el vecino era detenido.

Ya han pasado 365 días. El suceso conmocionó a España y golpeó con fuerza a la provincia onubense (en general) y a los habitantes de la Cuenca Minera y de El Campillo (en particular), localidad en la que su Ayuntamiento ha decidido no realizar hoy ningún homenaje por respeto a su familia.

La ola de solidaridad de los vecinos y el despliegue de medios de la Guardia Civil y los cuerpos policiales de la zona para encontrar a la zamorana en aquellas jornadas de amarga incertidumbre fueron arrolladores, ejemplares.

Prácticamente desde la primera línea vivió aquellas nefastas horas la subdelegada del Gobierno en Huelva, Manuela Parralo, a la que le cuesta recordar un hecho "tan luctuoso, desagradable y triste", de gran impacto para la sociedad onubense. Entonces tuvimos que vivir "la cara más aguda de la desigualdad de género: el crimen, el asesinato atroz de una chiquilla".

Lamenta además que los padres de Laura "tengan ese recuerdo del primer trabajo de su hija y de una provincia tan agradable y hospitalaria como la nuestra". La subdelegada aplaude la "protección" que ofrecieron la Guardia Civil y la Policía Nacional para que no trascendiera ninguna imagen de los Luelmo Hernández y de la pareja de Laura durante el tiempo que permanecieron en Huelva, al tiempo que evidencia que, "si algo hubo positivo en la tragedia, es que enseguida se detuvo a este individuo, que estuvo desde el principio en el punto de mira" de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado.

El actual coronel jefe de la Comandancia de la Guardia Civil de Huelva, Andrés López, todavía no había llegado a la provincia, pero recuerda que "fue un crimen dolorosísimo". El trabajo de la Benemérita fue efectivo y "el asesino está entre rejas", aunque reconoce que "la familia con eso no tiene consuelo: le han quitado a su hija y yo, que tengo hijos de esa edad, no quiero ni pensar que les pasara algo así". Por ello quiere enviar "un abrazo a la familia y lamentar enormemente que sucedan estas cosas".

La investigación sigue su curso en el Juzgado de Instrucción 1 de Valverde del Camino y todo apunta a que será un jurado popular quien juzgue a Montoya. Su expareja, Josefa Carmina G.C., también figura como investigada, después de que Bernardo la señalara a ella como responsable de la muerte violenta de la joven.

El fiscal jefe de Huelva, Alfredo Flores, recuerda que desde el primer momento, "con estos delitos tan graves, nos volcamos en que todo sea lo más profesional y en que se haga lo mejor posible". La fiscal del caso, Jessica Sotelo, se coordinó con la Policía Judicial, con el juzgado y con los forenses para que todo se llevara con el máximo sigilo y profesionalidad. "Todo el mundo trabajó mucho y bien", al tiempo que "intentamos que la familia se viera atendida, informada y arropada, con lo complicado que eso es y más en estas fechas. Y creo que eso se consiguió gracias al trabajo de la compañera".

La prioridad ahora es el avance de la instrucción para que "cuanto antes se pueda producir la transformación, en principio, en procedimiento del jurado" y poner rumbo a la vista oral, señala Flores. En este aniversario quiere reiterar "nuestro ofrecimiento a la familia de Laura para lo que ellos necesiten y que se sientan apoyados, y ojalá cuanto antes pueda celebrarse el juicio y pasar esa página".

La coordinadora del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), María Martín, afirma que "todavía resuenan en nuestros corazones el desgarro, la impotencia y rabia por el asesinato machista de Laura". Desde el organismo autonómico, asegura, "tenemos muy claro que la violencia contra las mujeres es la violencia más tácita y cruel de la desigualdad; por ello es muy importante educar en igualdad". Que la joven zamorana no esté viva y realizando sus sueños es "durísimo; todas las instituciones debemos ir de la mano para erradicar la violencia machista".

Finalmente, el alcalde de El Campillo, Juan Carlos Jiménez, manifestó a través de un comunicado que "duele recordarlo, todavía duele, por eso quiero mostrar mi más absoluto respeto y cariño" a su entorno.

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