La Justicia alemana impide a un padre recuperar a sus hijos

José Luis Contreras mantiene una larga batalla legal por recuperar a sus dos hijos menores (doce y siete años de edad) tras darse de bruces con la Justicia alemana. Después de una pesadilla, en febrero de 2004, el Juzgado de Primera Instancia 6 de Huelva dictaminaba a su favor en el procedimiento de separación de la que hasta entonces había sido su mujer, T. P. A., y atribuía a José Luis la guarda y custodia de los dos niños, que se encontraban ya en Francfort (Alemania) viviendo con la madre.

Cuatro meses después (junio 2004), la Audiencia Provincial onubense confirmaba la sentencia del juzgado exactamente en los mismos términos pero José Luis Contreras no ha podido reunirse con los pequeños. Meses después de tener legalmente la guarda de sus hijos, se marchó a Alemania con las sentencias en mano para regresar con Alonso y Gabriel. Acudió directamente a la Policía y, asistido por intérpretes, tuvo que enfrentarse un juicio rápido (según lo describe). "Las sentencias dictadas por los tribunales en España no valen para nada... hasta me llegaron a decir que mis hijos eran alemanes".

Admite que cometió un error, sólo a la hora de expresarse. "Dije que me iba a llevar a mis hijos como fuera, era la forma de decir que los quiero conmigo en casa, y ellos se lo tomaron como que los iba a secuestrar y yo soy el que tiene la custodia", se lamenta.

Su calvario no ha cesado: desde hace aproximadamente cuatro años, los menores viven en una casa de acogida porque el mismo Gobierno alemán le retiró la custodia a su ex mujer (tiene problemas psicológicos desde hace años). Además, se ha establecido un régimen de visitas que sólo le permite ver a Alonso y Gabriel cada cuatro o cinco meses, una hora con cada uno de sus hijos y siempre delante de una asistente social. "Ni siquiera mi madre puede ver a sus nietos".

José Luis Contreras considera que la Diplomacia española "tiene que tomar cartas en el asunto" para hacer valer el derecho de los niños y las decisiones de los tribunales españoles, un camino en el que ahora le acompaña el abogado Manuel Jesús Obel.

José Luís Contreras comenzó la relación con su ex mujer en 1995 y, pocos años después de contraer matrimonio (1997) las cosas comenzaron a marchar mal. Fue una primera vez a Alemania, convencido por su ex mujer (su entonces suegra vivía en Francfort) y se vino con su hijo mayor. Después de meses sin ninguna noticia ni interés de la madre por el estado de su hijo, la mujer vino a Gibraleón (donde reside) e intentó llevarse al niño sin el consentimiento de su padre. José Luis la denunció ante la Guardia Civil y la encontraron en la estación de autobuses cuando se marchaba para coger un avión en Sevilla.

A los dos años de la ruptura, se produjo un intento de reconciliación y nació el segundo de los hijos.