Mejorar las condiciones de habitabilidad y movilidad es el objetivo del proyecto que la Junta de Andalucía va a poner en marcha en el barrio de La Hispanidad, en la capital onubense, una iniciativa, que surge a raíz de un convenio con la asociación vecinal Nuestra Señora del Pilar, consistente en la instalación de ascensores y en la eliminación de barreras arquitectónicas en las viviendas de la barriada, en la que la Administración autónoma va a invertir más de 16 millones.

La actuación, enmarcada en el Programa de Intervención sobre el Patrimonio Público Residencial del IV Plan Andaluz de Vivienda y Suelo, se llevará a cabo en la casi totalidad del parque de viviendas, concretamente en 122 edificios de los 127 que conforman la barriada. Los cinco restantes, los más elevados, conocidos popularmente como las torretas, ya cuentan con ascensor. La medida beneficiará a 1.166 familias, lo que supone unos 5.000 vecinos.

Asimismo, con las obras de rehabilitación de los bloques de viviendas se generarán 1.600 empleos directos e indirectos, un aspecto a considerar en esta época de crisis económica. Según el delegado provincial de Vivienda y Ordenación del Territorio, Gabriel Cruz, esta actuación es un ejemplo de las políticas de vivienda en materia de rehabilitación de la Junta de Andalucía.

Las viviendas de La Hispanidad tienen cerca de cuarenta años de antigüedad. Son casas de promoción pública en régimen de acceso diferido a la propiedad, es decir que sus moradores accedieron en su día a los inmuebles en régimen de alquiler y con el paso de los años han pasado a ser sus propietarios.

El proyecto se ejecutará en cinco fases, siendo el plazo de ejecución inicial de cinco años, aunque todo dependerá de cómo se vaya desarrollando la primera fase, que contempla 18 edificios y se prevé que comience hoy. El delegado provincial de Vivienda y Ordenación del Territorio asegura que tras la firma del contrato con la empresa adjudicataria, todo está en condiciones para el inicio de las obras, subrayando que la primera fase marcará el calendario, "que se irá ajustando". Se pretende que una vez que se termine una fase se comience inmediatamente con la siguiente.

La primera fase se llevará a cabo en las viviendas de las calles Bécquer, Góngora y Fernando de Villalón. La inversión prevista para los primeros dieciocho edificios asciende a dos millones de euros y se beneficiará a 700 vecinos.

Aparte de la instalación de ascensores y eliminación de barreras arquitectónicas, también se acometerán trabajos de eliminación de humedades, renovación de instalaciones eléctricas y de suministro de agua y mejora de los espacios comunes.

Para la instalación de los ascensores se ha tenido en cuenta la fisonomía de las edificaciones, de manera que los elevadores se colocarán en el exterior de los inmuebles, adosados a los portales que dan a un espacio peatonal perteneciente a la intercomunidad de vecinos. Será necesario demoler los dos tramos de escaleras existentes en los accesos de los bloques de viviendas para sustituirlos por escaleras de un sólo tramo.

Las obras de colocación de los elevadores no supondrán ninguna modificación de la superficie de las viviendas aunque sí deberán reestructurarse los espacios comunes de los edificios. Además de en los 122 bloques de viviendas también se instalarán ascensores en la sede de la asociación vecinal así como en las de los colectivos sociales ubicados en la calle Gabriela Mistral.

Éste no es el único proyecto de este tipo que la Junta de Andalucía está llevando a cabo en la capital onubense. Cruz resalta que las actuaciones se adecuan a las peculiaridades de las barriadas. En este sentido, comenta que se están rehabilitando las viviendas de El Torrejón, a las que también se están dotando de ascensores, y que están trabajando en esta misma línea en la Supracomunidad y en La Navidad, "siempre acomodándonos a las condiciones de los edificios y a los condicionantes de los propietarios".