Aunque la consejera de Educación de la Junta insistió en el compromiso de su Administración por reformar las instalaciones del IES La Rábida, lo cierto es que ayer, durante la Comisión de Educación del Parlamento andaluz, Sonia Gaya no puso plazos. "Yo no le puedo garantizar la fecha exacta del comienzo de las obras", respondió a la pregunta que previamente formuló el parlamentario popular por Huelva Guillermo García Longoria sobre el arranque de una rehabilitación esperada desde hace ya 15 años.

Según argumentó la titular de Educación, las obras están incluida en el plan de inversiones de infraestructuras educativas 2017-2018 de la Consejería y la redacción del proyecto, que se programó dentro del plan de la anualidad anterior, se adjudicó en febrero de este mismo año. Así, actualmente se encuentra en fase de redacción.

La reforma del centro es una promesa que la Administración andaluza hizo hace ya 15 años El 17 de octubre unos 600 alumnos fueron desalojados al llegar el agua a la planta de arriba

Pero esta fase, según precisó, "ha sido muy complicada por el carácter patrimonial que tiene el edificio". Por ello, puntualizó que en estos momentos el proyecto "se encuentra en la fase de redacción y pendiente de subsanar algunas incidencias que detectó la agencia de evaluación durante su supervisión y, una vez subsanado, se elaborará el proyecto de ejecución de obras".

El arranque de las obras para mejorar unas instalaciones que son claramente deficientes sigue siendo por lo tanto, a día de hoy, una incógnita sin respuesta. Y eso que en la retina más reciente está la imagen del desalojo de los 600 alumnos que el pasado 17 octubre, cuando el agua llegó a la planta de arriba del edificio, tuvieron que salir del centro.

"Esto tiene los plazos administrativos que tiene. Pero va seguido y no va a haber parones entre un plazo y otro. El proyecto de ejecución de obras también tiene que ser supervisado favorablemente", advirtió ayer la consejera, tras insistir en que los plazos de ejecución dependen del desarrollo de los procedimientos administrativos y de contratación, "como los que lleva asociados cualquier actuación de esta envergadura".

García Longoria lamentó la respuesta de Gaya respecto al inicio de unas obras que, a su juicio, están "a punto de obtener el récord Guinness de las promesas de la Junta incumplidas en Huelva". El popular expresó su temor de que el proyecto quede de nuevo aparcado, ya que "si no hay plazos claros es muy difícil que haya seguridad en que se va a hacer".

García Longoria criticó que la Junta haya dado múltiples plazos para iniciar las obras y todos los años en los presupuestos se anuncien partidas que nunca se ejecutan. Incluso en 2015 se llegaron a presupuestar, tal y como recordó, 8,25 millones aunque ahora "ya ni se atreven a dar plazos".

El popular insistió en que la Junta dijo que se terminarían las obras en 2006 y después que se iniciarían en 2010. En julio de 2016 se prometió su inicio para finales de 2017, si bien "ahora tan solo tenemos la adjudicación de la redacción del proyecto y ningún plazo". La demora, tal y como valoró, perjudica a los cerca de mil alumnos que cursan sus estudios en el centro.

Este edificio con "un alto valor patrimonial" (data de 1933 y su arquitecto fue José María Pérez Carasa) y "sentimental e intelectual", ya que son miles de onubenses los que han estudiado en él y muchos de ellos ilustres, atraviesa una situación que para García Longoria es "preocupante". Al respecto, señaló que "hay inundaciones, apagones, ventanas de maderas, no hay buenas instalaciones, los fondos de la biblioteca se mojan, hay un ascensor porque lo pusieron los padres y el centro y, por desgracia, lo único que pone la Junta son las promesas y la frustración de unos padres y madres y un equipo directivo que llevan 15 años luchando para que las instalaciones estén al mismo alto nivel de calidad que la enseñanza que allí se imparte".

El parlamentario recordó que en el año 2002 se inició un movimiento que implicó tanto al claustro de profesores como al consejo escolar para que se pusiera fin al progresivo deterioro de un edificio que está catalogado por la Consejería de Cultura. Precisamente de ese año es el primer catálogo de desperfectos y necesidades arquitectónicas que presentaba el inmueble.

Dicho proyecto de 2002, según apuntó el popular, estaba previsto que estuviera terminado en 2006 para celebrar el 150 aniversario del edificio, pero "dada la falta de presupuesto por parte de la Junta de Andalucía, 15 años después seguimos esperando el inicio de las obras" . Incluso el deterioro ha hecho, tal y como manifestó, que el instituto haya tenido que llevar a cabo, dentro de su propio presupuesto, algunas obras como el adecentamiento del salón de actos o el arreglo del aglomerado que se puso encima de las ventanas tras la bajada de los techos. Sin embargo, hay pendientes actuaciones como la rehabilitación total de la techumbre, que presenta notables deficiencias por el paso del tiempo y la actividad de las palomas.