En julio de 1993 se presentaba en Huelva la nueva Estación de Autobuses, a través del periódico Huelva Información. La nueva estación estaba ubicada en los terrenos de la antigua estación de Zafra, dónde permanece actualmente, y contaba con un servicio informatizado de control. La inauguración fue presidida por el máximo responsable de la Junta de Andalucía en el momento, Manuel Chaves, así como por el consejero de Obras Públicas.

Según exponía hace 30 años el gerente de la empresa concesionaria del servicio, Germán Salvador, se trataba de la estación más moderna de España. "Este sistema controla la salida y la entrada de los autocares y su recorrido y da avisos informativos a los usuarios de la estación, con lo que parecerá que nos habla una persona, pero en realidad se trata de palabras grabadas que el sistema informático acciona". A esta circunstancia se le unía la vanguardia en el diseño arquitectónico y una flota de autobuses que no superaban los cuatro años de antigüedad. 

Noticia de la apertura de la nueva estación de autobuses

En 1993 se presentaba el edificio de 11.500 metros cuadrados de extensión. Contaba con una treintena de dársenas para los autobuses, torres de control, sala de jefatura de tráfico, cabina de información, taquillas, facturación y consigna, además de cafetería, kiosco y locales comerciales. Su construcción se había llevado a cabo durante dos años y no había estado exenta de problemas, ya que las obras tuvieron que paralizarse durante meses debido a conflictos entre la dirección de la obra y la constructora, por lo que hubo que cambiar la empresa.

Salvador afirmaba que se había extremado el ritmo de la construcción para poder abrirla cuanto antes, ya que durante el verano la afluencia de público es mayor. "Los usuarios de nuestro servicio no tendrán que soportar más calor esperando el autobús porque es reprobable lo que ha tenido que soportar la gente durante este tiempo", aseguraba. Con la apertura de la estación los precios de los billetes pasarían a incluir un canon por su utilización, que oscilaría según los kilómetros del viaje que solicitara el usuario, con un máximo de 25 pesetas, es decir, de 15 céntimos.