Juegos de la 'universidad de la calle'
Más de 600 menores cartayeros participan en una jornada dedicada a los juegos tradicionalesl multijuegos en la naturaleza La iniciativa tiene como fin unir juego, deporte y naturaleza.
Juegos tan populares como la comba; el pañuelo; las carreras de sacos, huevos, burros o de camarero; el muerto; cara y cruz; gavilán; policía y ladrón; pilla, pilla; 1, 2, 3, pollito inglés; marro o paella; o el lobo y el rebaño, han constituido durante años el principal y casi único entretenimiento de muchas generaciones de niños cuando, organizados en pandillas, salían en sus ratos de ocio a las calles, plazas y parques de nuestros pueblos y ciudades.
Son juegos que han ido perdiendo peso en los últimos años frente a otras alternativas de entretenimiento basadas fundamentalmente en las nuevas tecnologías y en la explosión digital del momento. Este fenómeno se traduce en un número de horas cada vez mayor del menor actual en casa frente al televisor, ordenador o videoconsola, en detrimento de la práctica de juegos tradicionales en la calle.
Los juegos tradicionales son más simples, menos sofisticados y por tanto mucho más económicos, y suelen ser más propicios a la hora de fomentar las interrelaciones sociales y grupales entre los menores. Tal es el caso que la mayoría de nuestros menores desconocen actualmente este tipo de juegos. Cuarenta de ellos han sido descritos de forma detallada hace ahora dos años por el autor cartayero Antonio Suardíaz en su libro Cuando jugábamos a jugar, editado por el servicio de publicaciones de la Diputación Provincial de Huelva y por el Ayuntamiento de Cartaya.
En el prólogo, Suardíaz describía el verbo jugar como "hacer algo como diversión", a lo que añadía no obstante que "no todas las actividades encaminadas a jugar poseen el mismo grado de creatividad y, sobre todo, convivencia e interrelación con otras personas". Para el autor cartayero, jugar es además "una actividad de desarrollo personal tanto individual como colectivo".
Por todo ello, y al objeto de unir juego, deporte y naturaleza, el Patronato Municipal de Deportes del Ayuntamiento de Cartaya, en colaboración con todos los centros de Primaria del municipio, ha llevado a cabo recientemente las denominadas jornadas de multijuegos en la naturaleza, que se han desarrollado en el pinar cartayero y en las que han participado más de 600 menores de 8 y 9 años.
Según han explicado sus organizadores, con esta iniciativa la intención no es ni mucho menos confrontar ambos tipos de diversión y sí concienciar a los escolares de la importancia de compatibilizar ambas formas de jugar, cada una en su justa medida.
Un aspecto este último en el que también coincide el recopilador de juegos populares, Antonio Suardíaz, quien en su libro Cuando jugábamos a jugar afirma que su intención no es ni mucho menos dar la espalda al progreso, sino intentar que no se pierdan "aquellos juegos en la plaza con mis amigos (…) donde se mezclaba destreza, velocidad, fuerza, valentía y suerte, que en ciertos casos eran estacionales como la lima tras las lluvias o alau cuando llegaba el buen tiempo y que se aprendían por tradición oral en la universidad de la calle".
También te puede interesar
Lo último
Contenido ofrecido por Porcelanosa
Contenido ofrecido por Restalia