Guitarrista y compositor

Juan Carlos Romero: “España es mucho más que bares y el sector de la cultura está herido de muerte”

  • El onubense reestrena hoy su espectáculo ‘Entre manos’ tras el parón de la pandemia 

  • Publica en 15 días un nuevo disco en el que interpreta varias arias de ópera con la guitarra y junto a las voces de Rocío Márquez y Sandra Carrasco

Juan Carlos Romero en la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez

Juan Carlos Romero en la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez / Josué Correa

El guitarrista onubense Juan Carlos Romero vuelve a los escenarios, aunque sea de forma virtual, con un concierto que hoy se emitirá en streaming para 180 países desde la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón Jiménez. El programa incluye granaína, soleá, seguiriya, tangos, bulería, rumbas y fandangos de Huelva. Todo un plan para una tarde noche de domingo.

–¿El concierto de este domingo supone un reencuentro con el público tras muchos meses, aunque sea de forma virtual, ¿cómo se siente?

–Por un lado estoy muy ilusionado y emocionado por poder volver a tener contacto con el público, aunque sea de una manera indirecta a través de las cámaras; y al mismo también siento la inquietud que uno tiene cuando se enfrenta a algo que no ha hecho nunca. Es la primera vez que me realizo un concierto virtual, un poco forzado por las circunstancias actuales, y lo desconocido siempre impone más, pero con muchas ganas.

–El marco elegido para este evento es la Casa Museo Zenobia-Juan Ramón, ¿por qué esta localización y qué relación tiene con el poeta moguereño?

–Para mí Juan Ramón es uno de los poetas más importantes de la historia de la literatura universal y es alguien a quien admiro mucho. Sus poemas me han servido de inspiración a lo largo de mi carrera. Concretamente hace unos años utilicé su obra para componer un disco a Carmen Linares. Es sin duda alguien muy especial, a quien leo con frecuencia, un artista al que no le importó nunca ir a contracorriente tanto escribiendo como en su forma de pensar y todo eso siempre me ha atraído mucho de él. Además, mi música invita al recogimiento, a la intimidad, y lo más parecido a un templo laico era la Casa Museo y por eso la elegí. Me parecía un espacio único, en el que sigo con mi máxima de acercarme a los grandes por si fuera contagioso.

–¿Qué va a ofrecer al espectador el espectáculo ‘Entre manos?

–Va a ver un concierto especial por los músicos que me acompañan. Se trata de una formación bastante inusual en la que por un lado están el violín de Alexis Lefevre y el cello de José Carlos Roca; y por el otro la percusión y las palmas con el ritmo de Los Mellis. He querido hacer que convivan elementos de una formación clásica, con lo tribal del flamenco que aporta el ritmo de la percusión, unidos por mi guitarra, que hará de puente entre los dos. Con esto pretendemos ofrecer un mundo de sensaciones completamente distinto a lo habitua. Asimimo, creo que también es único por el hecho de que sólo pudiéramos estrenarlo y que ya no se pudo volver a tocar por culpa de la pandemia, algo que lo convierte prácticamente en un estreno, ya que se ha hecho una vez.

–¿Cómo van a poder acceder aquellos que quieran disfrutar del concierto?

–Pues todos aquellos que quieran unirse a la emisión pueden comprar su entrada a través de la plataforma scenikus.com por el precio de 10 euros, con la particularidad de que esta cantidad se cobra por conexión, por lo que comprando una sola entrada toda la familia, o el grupo de amigos, puede reunirse en torno a la pantalla para disfrutar de la música.

–Estos meses de pandemia el sector de la cultura ha sido de los más afectados por la plena paralización de los espectáculos, ¿cree que el formato virtual puede ser la solución o su apuesta es por la vuelta a los teatros?

– Sin duda lo virtual ofrece una posibilidad en las circunstancias actuales, pero también pienso que es un formato que ha llegado para quedarse, y que incluso cuando volvamos a los escenarios, que es lo que realmente todos queremos, tengo la sensación de que convivirán los dos. La necesidad de conexión que hay con buena parte del mundo, y ya que las televisiones están ocupadas con otras cosas que nada tienen que ver con la cultura, ésta tiene que buscar sus propias vías para hacerse oír y llegar hasta la gente que la demanda. Los altavoces habituales que eran las televisiones comerciales menosprecian la cultura y la sustituyen por basura, por lo que en lo virtual se ha encontrado una vía para difundir el arte.

–Tengo entendido que en breve va a sacar un nuevo trabajo, ¿qué va a ofrecer al público?

–Es un trabajo muy especial en el que me adentro por primera vez en el mundo de la música clásica. Va a estar protagonizado por las arias de óperas, interpretadas a guitarra, y con la colaboración de dos voces del flamenco onubense como son Rocío Márquez y Sandra Carrasco, junto a la orquesta sinfónica Iberia. Las 10 arias van a estar interpretadas por la guitarra y el acompañamiento de la orquesta y, además, en dos de ellas comparten el protagonismo melódico las voces de estas artistas y la guitarra.

–¿Tiene pensado realizar gira de conciertos para presentarlo?

–Estamos trabajando en ello, pero con la incertidumbre de estos momentos es complicado concretar nada hasta saber seguro las posibilidades que vamos a tener. La única certeza que tenemos es que entorno a la segunda quincena de mayo el disco va a salir a la venta, en unos 15 días.

–Las colaboraciones son frecuentes a lo largo de su carrera, ¿qué le aporta trabajar con otros artistas?

–Bajo mi punto de vista trabajar con otros artistas es algo que siempre te enriquece. También un factor a tener en cuenta es que a mí me gusta mucho la composición para la voz y que antes que cualquier cosa yo me siento compositor. Afortunadamente mis trabajos han despertado el interés de varios artistas y eso ha hecho que las colaboraciones sean frecuentes. Me gusta mucho compartir con ellos mis composiciones y ver la visión que ellos tienen de lo que he compuesto para ellos.

El artista en la biblioteca del poeta durante la entrevista. El artista en la biblioteca del poeta durante la entrevista.

El artista en la biblioteca del poeta durante la entrevista. / Josué Correa

–Una decisión valiente lanzarse a grabar en estas circunstancias, ¿en qué se ha diferenciado la realización de este disco de sus trabajos anteriores?

–La realización de este disco podría compararse con una carrera de obstáculos. Yo estaba en casa encerrado, como todos, y tomé la decisión de no estar lamentándome y en lugar de eso trabajar. Cada vez que teníamos una pequeña oportunidad avanzábamos en el tema, muy poco a poco, salvando muchos contratiempos a causa de la zozobra en la que estábamos inmersos sin saber que iba a ocurrir. A pesar de eso yo decidí seguir, conseguí el apoyo de una casa de discos y gracias a eso hemos llegado hasta aquí y como te he comentado en los próximos 15 días este trabajo estará en la calle. Afortunadamente teníamos muchas de las grabaciones hechas antes de que llegara la pandemia y ahora solo hemos tenido que preocuparnos de los últimos pasos.

–A lo largo de los años su música ha ido evolucionando hasta quizás hacerse más intimista, ¿a qué se debe esa transformación?

–Yo creo que, en general, uno tiende con el paso del tiempo a quedarse con lo esencial y a dejar lo que no es más que simple exhibicionismo o ganas de impresionar al que tienes en frente. Yo estoy en un punto en el que lo único que me interesa es hacer buena música y lo demás pasa a un segundo plano. Creo que los años hacen que vayas componiendo por eliminación y dejando sólo lo que importa, lo esencial que ayuda a contar lo que tú quieres contar y todo lo que sobra lo quitas.

–El año pasado, de repente se para el mundo, se cancelan todos los eventos, ¿cómo ha pasado estos meses?

–He sido de los afortunados que los he podido pasar, desde el punto de vista económico, bien, pero el mundo del flamenco es un sector castigadísimo. De todas las ayudas anunciadas para el mundo de la cultura, los que nos dedicamos a esto no podemos acceder prácticamente a ninguna ya que en la mayoría de los casos no se cumplen los requisitos necesarios. La gente del flamenco lo está pasando muy mal en líneas generales, pasando auténticas penurias, por lo que quiero aprovechar esta entrevista para denunciar que no están llegando las ayudas a este sector y que hay que buscar una solución.

–De cara a un futuro y tal y como ha cambiado todo la llegada del coronavirus, ¿cómo cree que puede recuperase el mundo de la cultura?

–Me gustaría que fuéramos conscientes de que España es mucho más que los bares y el sector de la cultura está completamente herido de muerte. Sé que ellos también lo están pasando bastante mal, pero cada vez que pongo la televisión parece que son los únicos que copan las informaciones. Tardaremos en recuperarnos y de seguro perderemos mucho talento por el camino. Te voy a dar un dato, según las previsiones de nuestro sindicato, Unión Flamenco, aproximadamente el 40% va a tener que abandonar la profesión porque ha dejado de poder subsistir de ella. Y esto pasa en general con todas las artes escénicas, por lo que muchos se verán obligados a abandonar, con la pérdida a nivel de calidad que eso puede suponer.

–¿Qué valoración podría hacer del panorama cultural onubense?

– En los últimos años se han hecho muchas cosas en Huelva, pero siempre se puede y se debe pedir más ya que creo que hay que ser exigentes. En el ámbito que yo conozco, que es el flamenco y todo lo relacionado con este mundo, en Huelva hay una cantera muy interesante en todo lo que hacen, tanto cantando, como tocando, o incluso componiendo y creando. En nuestra provincia hay talento y aquí hay mucha gente con capacidad artística que sin duda hay que cuidar. Pero para eso ya entran otros factores en juego como pueden ser la política, por que desgraciadamente se potencian otros ámbitos que garantizan más votos. A veces ayudar a un artista te da menos rédito político que por ejemplo hacerlo con otros colectivos más amplios y eso hace que a veces se olviden de nosotros. Me gustaría que se premiara el mérito y el talento de verdad, para que atendiendo a esos parámetros se repartieran las ayudas.

–Y por último, ¿se siente profeta en su tierra?

–Me siento relativamente, pero creo que eso es algo que pasa en casi todos los sitios. En muchos casos la tierra deglute a sus propios hijos. A veces te cuesta creer que en la cercanía tienes a alguien brillante y el pensamiento más frecuente es que “cómo va a ser ese alguien importante si me lo he cruzado mil veces por la calle Concepción”, o “cómo va ser talentoso si era vecino mío”, parece difícil de asumir y en muchas ocasiones se niega el talento por la propia sensación de proximidad.

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