Acabar con la leyenda de que hasta una cierta edad no se pueden elegir a los "clásicos" es una de las máximas de Juan Carlos Girauta. Así lo exponía este martes en el Centro Cultural José Luis García Palacios en el acto de presentación de su último ensayo Sentimentales, ofendidos, mediocres y agresivos, promovido por Fundación Caja Rural del Sur y Grupo Joly. 

Su obra tiene un destinatario principal: el público joven. Y todo ello con el objetivo de que "no se encierren en un pensamiento único y que abran la mente", algo que, según advierte Girauta, "tiene mucho que ver con la formación de las nuevas generaciones". 

Es ahí donde lanza su llamamiento a la necesidad de acabar con esta leyenda, pues los jóvenes "tienen que leer las obras indiscutibles que impregnan la literatura", momento en el que rescata nombres de autores como Homero, Dante, Cervantes o Flaubert. "Son conocimientos que jugarán a tu favor y que te hará ser críticos", explica, toda vez que añade que "si no obtenemos los conocimientos que son canon no podemos entrar en un debate o intercambiar ideas".

De hecho, el hombre que ha leído los clásicos de joven "va muy seguro porque ha estado en contacto con lo más sublime de la civilización, no es únicamente un placer intelectual", apunta el escritor. En relación a la formación de la que habla Girauta, recuerda la importancia de la penetración cultural en todos los ámbitos. Sucede así con la producción de la izquierda, "la que también hay que conocer, independientemente de que discrepes con ello".

Uno de los citados 'clásicos' a los que Girauta se ha referido es la Biblia, pues "es imposible, por ejemplo, disfrutar del arte occidental sin el conocimiento del Antiguo y Nuevo Testamento". Así, "nuestras coordenadas son grecolatinas y judeocristianas", de ahí que la Biblia sea "indispensable" para entender el mundo.