Marco es un joven italiano que ha estudiado en su país Antropolología y Sociología pero siempre quiso trabajar con víctimas de violencia de género. En unos días lo hará en Andalucía, en Maracena (Granada), con una asociación local que atiende a mujeres afectadas por esta lacra de especial incidencia en España, y a las que está encantado de poder ayudar. Cumplirá su deseo en este sentido, y lo compaginará con la atención a niños pequeños en una ludoteca de otra asociación. Marco forma parte del programa Servicio Voluntario Europeo (SVE), integrado en el Erasmus Plus de juventud, y acaba de llegar para prestar su servicio en los próximos meses.

El ejemplo de este chico se repite en los otros 23 jóvenes que están en Huelva estos días para formarse en el servicio de voluntariado a prestar en distintas organizaciones e instituciones de todo el país. Ayer se celebró en el albergue juvenil Marchena Colombo el acto de recepción oficial, al inicio de una estancia que les llevará también a conocer la provincia y tener una idea más ajustada a la realidad de España que puedan traer de sus países de origen.

Franka procede de Alemania y Miriam viene de Suecia. Están entre las más jóvenes del grupo y acaban de terminar sus estudios de Bachillerato. Ambas tienen el mismo destino, Baena (Córdoba), para trabajar con niños en talleres y ganar experiencia para la formación como docentes de Primaria que desean realizar en sus respectivos países de origen. Y al mismo tiempo, "mejorar el español". "Me encanta y quisiera saber más de la lengua y la cultura españolas", anota Miriam.

El director del Instituto Andaluz de la Juventud (IAJ), Francisco Pizarro, destacó ayer en Huelva a este periódico que el programa Servicio Voluntario Europeo permanece abierto todo el año y facilita el intercambio de jóvenes para su participación en actividades de distintas áreas en toda España, pero con cada vez más presencia en la comunidad andaluza.

El programa permite a jóvenes entre 17 y 30 años participar en un proyecto solidario, en un país diferente al suyo, normalmente por periodos entre los 3 y 12 meses. A cambio de su colaboración en entidades de voluntariado, previamente acreditadas, el programa, a través de la Unión Europea, financia los costes directos de viaje y estancia mediante una subvención a las organizaciones implicadas.

Durante su estancia en el país de acogida, reciben, además, formación sobre el idioma y la cultura, así como sobre otras materias relacionadas con el programa y sus objetivos educativos: aprendizaje intercultural, resolución de conflictos, metodologías de educación no formal, etc. Los voluntarios reciben al final de su estancia un certificado para acreditar estos aprendizajes que se denomina Youthpass.

"Me gusta mucho la cultura andaluza por sus lazos con la árabe y quiero aprender a hablar mejor el español", confesaba ayer Rafik, llegado desde Francia. Aunque le motiva mucho, acabados sus estudios de Comercio y Marketing, hace una cosa distinta por los demás: la atención a personas discapacitadas, que hará con una asociación de Almería. "Será una experiencia muy especial".

Este programa de voluntariado está abierto también al acceso de jóvenes onubenses que quieran hacer el camino inverso. Esta faceta del Erasmus Plus va al margen de la Universidad y se puede acceder a través de la oficina Europa Direct de la Diputación.