Asaja-Huelva celebró ayer la Asamblea General con sus asociados, tras dos años desde la última vez que pudo llevarse a cabo debido a la pandemia y en la que reivindicaron el papel “esencial” del sector agroforestal. Igualmente, se celebró una sesión extraordinaria en la que José Luis García-Palacios Álvarez revalidó por quinta vez la presidencia de la asociación para los próximos cuatro años.

Este encuentro, que se realizó de forma semipresencial, tiene como objetivo poner sobre la mesa todas las cuestiones que atañen al funcionamiento de la organización y las que afectan al presente y futuro del sector agroforestal y tiene también “un importante componente de convivencia” para los asociados que cada verano se desplazan a Huelva desde toda la provincia para compartir unas horas con otros agricultores, ganaderos y propietarios forestales, según informó Asaja-Huelva. Por este motivo, en la Asamblea General Ordinaria que tuvo lugar en la FOE resultaron aprobadas las cuentas de los dos últimos ejercicios, ya que este trámite no pudo realizarse el año pasado por la pandemia.

En esta cita, el secretario general de Asaja-Huelva, José Luis Marín, dio cuenta de los problemas atravesados por las empresas debido al Covid-19, así como de los cambios “constantes” en las normativas, la publicación de nuevas ayudas destinadas a paliar los efectos de la pandemia en las empresas agroforestales o la inclusión en los ERTE de las empresas que lo necesitaron. Igualmente, se valoró la gestión de la contratación de mano de obra o la repatriación de las trabajadoras con contrato en origen procedentes de Marruecos “en un marco inédito de todo ello”, entre otras cosas.

El presidente, José Luis García-Palacios realizó un repaso del estado de salud del sector y habló sobre el futuro de la PAC, señalando que está “llena de ideología y vacía de agronomía”, al tiempo que criticó el proceso de convergencia emprendido por el Ejecutivo tachándolo como “un castigo, más que una estrategia para propiciar el equilibrio” entre territorios. En este punto, el presidente hizo un llamamiento a practicar “una agricultura más cercana, por ser más rentable pero, sobre todo, más sostenible”. Igualmente, destacó “el perjuicio ocasionado por las sucesivas subidas del SMI, sin tener en cuenta ni consultar a los distintos sectores económicos, y que el propio Banco de España ya ha cuantificado en la pérdida de 180.000 puestos de trabajo, eliminación de empleos que impacta sobre todo en el sector servicios y en el agrario gracias a decisiones tomadas desde lo ideológico”.