Huelva

José Luis Bonet: “La provincia de Huelva va a ser una de las grandes potencias de España”

José Luis Bonet posa para Huelva Información durante la entrevista.

José Luis Bonet posa para Huelva Información durante la entrevista. / Alberto Domínguez (Huelva)

Habla con calma y seguridad, la que da una carrera de éxito empresarial y la suficiente perspectiva para ver más allá de las nubes inmediatas. José Luis Bonet cree en Huelva. Está convencido del éxito de una provincia que solo necesita que la dejen crecer. En su posición como presidente de Cámara de España y del grupo Freixenet analiza con precisión la coyuntura económica y las perspectivas de futuro para la sociedad española.

–El escenario actual es complejo después de una pandemia y el golpe de la guerra en Ucrania.

–En 2008 tuvimos una crisis financiera que nos cambió muchas cosas. Con ayuda de Europa y el rescate parcial pudimos salir gracias al sector exterior y el turismo. Lo hicieron los empresas con las ayudas de las cámaras. La pandemia ha puesto en valor a algunas instituciones como el estado o la Unión Europea por su reacción solidaria. Sin los fondos europeos no habríamos ertes y los avales ICO. Las cámaras estuvieron al servicio de las empresas desde el primer momento. Además, la pandemia ha cohesionado mucho al acortar la interlocución entre todas las partes. Estamos ante una oportunidad histórica.

–¿Por qué?

–La Unión Europea ha puesto sobre la mesa 140.000 millones de euros para que transforméis el tejido empresarial. Es extraordinario y no se puede desaprovechar.

–¿Y se hará?

–El ánimo y la voluntad de los empresarios es hacerlo. ¿Habrá inconvenientes? Sí. ¿Con más lentitud de la que le gustaría a la gente? Es posible, pero se hará. Las empresas no van a fallar. Las grandes tienen los medios y los recursos, pero es que España es un país de pymes y estoy convencido que el dinero llegará a esas compañías. Todo el mundo está a favor de la transformación empresarial. Uno de los pilares de los Next Generation está enfocado a la digitalización de las pymes. Se inicia primero con el segmento de 10 a 50 trabajadores. La previsión inicial fijaba como éxito llegar a 40.000 de las más de 117.000 pymes existentes. Ya vamos por encima de 63.000. Mi conclusión es que esto va a ir por buen camino. Ya hay 63.000 que han entendido la oportunidad. Y detalle que explica la voluntad empresarial es que van a recibir como mucho 12.000 euros cada empresa. No es una cantidad que permita transformar una empresa de 50 trabajadores. ¿Qué pasa? Que van a ser ayudados, pero el esfuerzo de los empresarios va a cambiar al país.

–La crisis va a acelerar el proceso de digitalización.

-Absolutamente. Ya lo está haciendo. La gente está dispuesta a la transformación porque sabe que quien no lo haga se va a quedar en fuera de juego.

–¿Entonces es optimista con la recuperación económica?

–Soy un optimista irredento. Siempre digo que hay cuatro factores en el éxito económico y los tenemos. El primero es la voluntad de hacer las cosas. El segundo es el consenso político que garantice la estabilidad. Las formaciones deben entender que más allá hay de sus visiones un interés común en que las cosas vayan bien. El tercer pilar es el respaldo de nuestro mundo occidental. Los grandes saltos económicos de España en los 60, la Transición o la entrada en el Mercado Común llegaron en ese contexto. Recuerdo en esos años que nos decían los periódicos que la entrada en la CEE iba a ser un desastre y el salto que pegamos fue abismal. Ahora tenemos 140.000 millones de fondos. El cuarto pilar es el turismo porque amalgama toda la trayectoria económica. No es el 11% del PIB, es mucho más porque es transversal su impacto económico.

–¿Cuál es el estado de salud de la economía andaluza?

–En crecimiento claro y con un potencial descomunal. El sector agroalimentario conquistará el mundo. Está en el inicio de su recorrido, con un margen de crecimiento brutal. En el último mes he estado tres veces en Andalucía y veo la potencia que tenéis aquí. Es el territorio de España que tiene un futuro más claro. A los andaluces les falta reivindicar sin desfallecer y si un día te dicen que no, al siguiente vuelves a llamar a la puerta a pedirlo, y al otro, y al otro. Hasta que te lo den. Con talento, trabajo y tenacidad se consigue todo y eso aquí en Andalucía lo hay.

–¿Y el de Huelva?

–Falta conectividad. No puede ser que una provincia con el potencial de Huelva esté desconectada o con una conexión difícil. Huelva va a ser una de las grandes potencias de España. De aquí se tiene que poder sacar los productos con facilidad y se tiene que llegar con la misma facilidad. Ni periferia ni nada. La provincia debe formar parte de todos los corredores. Si un Gobierno no le da respuesta, debe perder las siguientes elecciones. Y es algo que deben asumir los dos grandes partidos. Huelva tiene que estar en los corredores prioritarios.

–Sin infraestructuras es imposible desarrollar ese potencial.

–Es un problema primordial que hay que resolver. Talento, trabajo y tenacidad. De todo ello hay en Huelva. Los gobernantes están al servicio del desarrollo del potencial de los territorios y aquí es evidente que lo hay, como sucede en Algeciras, Murcia o Tarragona.

–La crisis y los altos costes del combustible alimentan el debate de la transformación energética del país. Con ambiciosos proyectos sobre hidrógeno verde o el Ceus, ¿qué papel le corresponderá jugar a Huelva?

–Huelva debe aspirar a ser la capital energética. Hay que poner los proyectos, los propósitos y trabajar mucho. España tiene una potencia tremenda si no se extravían los esfuerzos como ha pasado en algún otro sitio.

–¿Es más fácil sacar adelante los proyectos que solo dependen de la iniciativa privada?

–Es una cuestión diabólica. La pandemia ha reivindicado el papel de las administraciones. Lo que tenemos que exigir es que las políticas sean coherentes con las necesidades reales. Un Gobierno no puede aplicar políticas económicas contrarias a las compañías que son la clave. Gobernar sin escuchar al mundial empresarial es equivocarse seguro. Por eso desde las cámaras defendemos las iniciativas de cooperación público-privadas.

–¿Un escenario político como el andaluz con una mayoría absoluta facilita esa estabilidad?

–Es más importante el consenso político que las mayorías. Si yo hubiese ganado las elecciones trataría de tener a la oposición seria a mi lado. Hace falta inteligencia y voluntad. Si crees que con haber ganado ya lo has hecho todo te equivocas. Hay que hablar y trabajar. Hay una oportunidad en estos momentos para toda España con los fondos Next Generation.

–¿En el contexto actual de crisis económica y planes de recuperación, qué papel deben jugar las cámaras de comercio?

–Son un instrumento público de base empresarial que son absolutamente necesarias y útiles. Son órganos que funcionan desde el siglo XIX como asociaciones privadas. Desde 1911 una ley las considera corporaciones de derecho público, con todas las empresas adscritas y con financiación. Siempre hicieron un buen trabajo a pesar de las vicisitudes. En 2010 Rodríguez Zapatero por Real Decreto Ley se nos hizo retroceder al mundo de las asociaciones privadas sin el recurso cameral permanente. Las cámaras aguantaron por el apoyo de las empresas. Los grandes grupos políticos llegaron a un punto de reflexión en el que entendieron su valor y de nuevo por ley se les otorgó el estatus anterior pero sin los recursos. Todas las empresas están adscritas a las cámaras, lo que las convierte en un órgano fundamental. Son clave en la internacionalización y el emprendimiento. Desde que me hice cargo de la presidente marqué como objetivo la defensa institucional porque las cámaras por su razón de ser no tiene otro fin que el interés general y social. Las cámaras deben tomar como función principal la defensa de las instituciones consagradas en nuestra Constitución que son las llevan al bienestar de la población a través de la economía social de mercado.

–¿Qué función deben tener en la gestión de los fondos Next Generation?

–En el momento actual las cámaras están consolidadas después del susto de 2010 y han demostrado su utilidad fundamental. Jugarán un papel clave con los fondos Next Generation por tres razones clave: por su capilaridad, al formar un red de 80 instituciones por todo el territorio y por tener adscritas todas las empresas; por la experiencia en gestión de fondos europeos desde hace más de 20 años; y la tercera razón es la naturaleza pública que garantiza la buena implementación de las medidas al buscar el interés público general.

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