ENTREVISTA | JOSÉ JUAN DÍAZ TRILLO, ESCRITOR Y EXPOLÍTICOE ANDALUCÍA

“Hay una polarización tremenda que en una situación de pandemia es muy irresponsable”

José Juan Díaz Trillo, con su antología en la mano, en la librería La Dama Culta de Huelva.

José Juan Díaz Trillo, con su antología en la mano, en la librería La Dama Culta de Huelva. / Josué Correa (Huelva)

Su corazón es socialista hasta la médula, pero la política ya no forma parte de los nuevos y maduros capítulos de su vida. A estas alturas no le apetecen las reuniones de trabajo, “me estoy desintoxicando”. Estas lo alejaron de sus dos hijas mayores, que tienen 30 y 31 años, y “no me va a pasar con la pequeña, de seis: Martina va a disfrutar de su padre”.  Amable y honesto, Pepe Juan habla de tú a tú –abierto en canal– aunque la entrevista se realice por teléfono.

–Estrena un retoño muy especial: la antología poética Donde da la vuelta el tiempo.

–El martes salió a la venta. El año pasado en la Feria del Libro la editorial de José Ángel Garrido, Versátiles, me invitó a presentar un libro de Paco Ruano. Ahí los conocí. Y pensamos que como se cumplían 40 años de mi primer libro podría ser un buen momento para hacer una recopilación. Esta antología, que es muy completa y minuciosa, recoge mis doce libros. La hemos querido ordenar al revés: empezamos con el último libro, Campo de la verdad,  que en realidad es un poema inédito, y terminamos en el año 1979 con Milciades, como en esas películas de flashback.

–Como en el universo paralelo donde dicen que corre el tiempo hacia atrás.

–José Ángel me dijo que tenía previsto hacer alguna colección de antologías y me propuso abrir esa colección. Yo encantado. Nos pusimos a la tarea y el 21 de abril teníamos que haberla presentado en la Feria del Libro. Llegó este episodio, paramos, pero al mismo tiempo decidimos que no pararíamos. Recuerdo que una mañana le dije: no vamos a dar ni un verso atrás, lo vamos a publicar. Previendo que podía aliviarse la situación decidimos posponer su salida al 19 de mayo y no, no dimos ni un verso atrás. Al final le gustó tanto la expresión que le ha puesto ese nombre, Ni un verso atrás, a la colección de antologías. En el título, Donde da la vuelta el tiempo, queda como plegado un mapa de política y poética. Han hecho una portada muy moderna en la editorial y ha quedado muy bonito.

–El prólogo es suyo.

–Así es. Se titula precisamente Poética y política: Donde da la vuelta el tiempo, donde cuento cómo surge la idea. Contiene también una autobibliografía, que es una manera de cerrar el libro, donde de un modo pormenorizado, casi como una biografía, voy contando desde mi primer libro al último.

–No debe ser fácil hacer una selección de su propia obra.

–Es una antología muy completa, que incluye algunos libros completos. Concordia, por ejemplo, que tiene que ver con la relación de España y Marruecos, de la hermandad de sus paisajes, son 30 poemas y va completo porque es como una partitura. También es el caso de Historia general o Tauromaquia de Segismundo. Luego hay otros como El café de los tristes o Delicioso el hereje, de los que extraigo algunos poemas. La antología tiene 350 páginas y más de 200 poemas.

–¿Tiene pensado presentarlo?

–Teníamos varias citas en Archidona, Valverde, Ayamonte o Madrid. Y lo queremos retomar en cuanto sea posible. Ese lugar de encuentro con los lectores es inexcusable. El libro está funcionando bien, se esta pidiendo desde distintos puntos de España y estoy contento.

–¿Saldrá vivo el sector editorial de esta pandemia?

–En España es muy potente, la más importante de las industrias culturales, entre otras cosas porque nuestro gran recurso cultural es la lengua. Y se puede exportar a distintos países. Versátiles, por ejemplo, también vende en América latina y Estados Unidos. Espero que esta industria pueda sobrevivir bien. La fortaleza está en las formas de impresión, que han cambiado mucho, y hoy en día se publica prácticamente a demanda. Aunque publiques el libro en Huelva, te lo pueden imprimir en Miami. Esto ayuda mucho a la industria del libro. Como debilidades, pues estoy muy preocupado por la economía en general y por la Cultura en particular, porque los tiempos que vienen van a ser muy duros.

Díaz Trillo, con un reloj en primer plano. Díaz Trillo, con un reloj en primer plano.

Díaz Trillo, con un reloj en primer plano. / Josué Correa (Huelva)

–¿Son buenos tiempos para la lírica?

–Siempre lo son. No creo que haya habido ninguna etapa, por dura y difícil que haya sido, que no haya dado lugar a buenos poemas, buenas novelas, buena pintura. La creatividad no pierde estímulo en estos casos. Cuando mejor ha ido la literatura española fue con la caída del gran imperio español, que es cuando se escribe El Quijote, aparece Velázquez… esa eclosión de la Edad de Oro de la literatura y la pintura. Otra cosa es la economía asociada a la Cultura. Se está implantando un modelo del “gratis total” del que soy absolutamente enemigo.

–La Cultura hay que pagarla.

–Claro, como se paga un filete de carne o un kilo de fruta. Como diría Machado, “solo el necio confunde valor y precio”. En estos tiempos se consume muchísima Cultura, pero se está pirateando de todo. Si no das de comer a los creadores, si no les facilitas la vida para que puedan crear, se nos van a ir acabando. Volviendo al tema, siempre son buenos tiempos para la lírica, pero estos son difíciles para todos. Me preocupa mucho la experiencia anterior, la crisis de 2008, de la que salimos con más desigualdad, con mucha injusticia social. Ojalá no ocurra con esta. Pero la crisis va a ser del mismo tamaño o mayor.

–Si pudiera elegir a algún poeta célebre para que sus versos ilustraran esta crisis del Covid-19, ¿quién sería?

–¿Me permites dos?

–Por supuesto.

–Unas décimas del cubano José Martí podrían levantarnos el ánimo con su mirada optimista. Y digamos que una mirada cruda, realista y también necesaria, la pondría Jaime Gil de Biedma. O incluso Luis Cernuda. Ya van tres, lo siento (risas).

–Y a usted, ¿le inspira algo esta pandemia?

–He sido poco poeta de circunstancias. Creo que en la poesía te tiene que coger siempre la inspiración trabajando. Pero no particularmente me ha inspirado ni me ha provocado ningunas ganas de escribir algo inmediato. Es verdad que esta va a ser un experiencia que nos va a marcar a todos.

–Traumática.

–Traumática e imprevista para nuestra generación. Vengo de una generación, quizá la mejor tratada de la historia de nuestro país. Toda nuestra vida ha sido estudiar una carrera, encontrar un puesto de trabajo, comprar una casa, tener un empleo fijo… pero esto para mis hijas de 30 años es muy complicado. Una está en un ERTE y la otra trabajando mucho porque es enfermera. Pero es una generación a la que comprarse una casa y este tipo de cosas le queda muy lejos. Esta experiencia… ojalá no se repita. Va a ser la gran experiencia en negativo también para mi generación, que creo que hemos sido muy afortunados.

–A sus colegas socialistas les ha tocado llevar las riendas del Estado en esta crisis. ¿Cuál es su valoración sobre el talante de la oposición?

–Creo que desgraciadamente hay una gran diferencia en la valoración. Porque debía ser como en Portugal o Francia, del conjunto de la representación política que tenemos y poder ponerle nota a todos, porque significaría que han trabajado unidos. Aquí se ha creado un divorcio que ha sido terrible, y eso que yo creo que hay una sola España, plural, diversa. Hay una polarización tremenda que en una situación de pandemia como esta me parece absolutamente irresponsable.

–¿Esperaba otro escenario?

–Viendo las noticias he pensado que qué lástima que hace un año, cuando el PSOE tenía 123 diputados y Ciudadanos tenía 57, sumaban 180 diputados. Mayoría absoluta, amplia, clara. Y digo, qué error cometió Albert Rivera. Tiró por la alcantarilla un proyecto de centro democrático que no había desde Adolfo Suárez. Lo dilapidó. Y ahora le hubiera venido muy bien a este país tener esa estabilidad. Lo lamento muchísimo como español.

–¿Y qué opina de la gestión del Gobierno de coalición?

–El Gobierno me parece que ha hecho una gestión satisfactoria, en algunos momentos casi heroica, porque está a los pies de los caballos de una derecha terrible. Que el PP el miércoles votara en contra de esta prórroga del estado de alarma me parece… Y te lo dice alguien que se abstuvo para que Rajoy fuera presidente de España, porque pusimos el interés del país por encima del de nuestro partido. Así que estoy legitimado para criticar hoy al PP. Ya luego de aquello de, como diría Berlanga, la Cacerola Nacional, ni hablamos. Berlanga ni lo hubiera soñado.

Pepe Juan Díaz Trillo en un rincón de la librería onubense. Pepe Juan Díaz Trillo  en un rincón de la librería onubense.

Pepe Juan Díaz Trillo en un rincón de la librería onubense. / Josué Correa (Huelva)

–¿Con qué etapa de los años que se ha dedicado a la política se queda?

–Me quedo con el final porque ha sido un final feliz. Cuando acaba este periodo de Madrid es en el que tenemos de nuevo un Gobierno socialista. He intervenido 72 veces en el Congreso en tres años. He tenido participación en los asuntos de medio ambiente y transición ecológica y también en los de la educación. Formé parte del Pacto por la Educación, que se frustró, y también en el Estatuto del Artista, quizá menos conocido pero que ha sido uno de los grande acuerdos de ese tiempo en que he estado en el Congreso. Es un buen cierre.

–¿Y cuál fue la más amarga?

–Los momentos amargos quizá estuvieron en la oposición del Ayuntamiento. Viví momentos muy felices en la política local, porque me permitió estar muy cerca de los vecinos, pero también ciertos momentos de amargura de ese papel que es muy ingrato: el de la oposición. Ahí quizá, no lo sé, pude hacer daño a alguien. Pero todo lo hice con la mejor voluntad.

–¿Hay algo de poético en la política?

–Para mí mucho. Hay una visión equivocada desde el punto de vista de que la política, la literatura o el arte son algo ajeno. He tenido el honor de estar en el Congreso, por allí ha pasado toda la intelectualidad española de los últimos siglos. Galdós, Unamuno, Ortega y Gasset también se implicaron en política. Últimamente esto está pasando menos. Pero ese tronco de unión entre política y poética, como digo en el prólogo de mi libro, existe. Juan Ramón Jiménez, de hecho, tiene un libro que se llama Política poética. Ese sentido de la cultura enriquece a la política. Recuperar una especie animal como el lince cuando era consejero de Medio Ambiente está lleno de poesía, como lo está impulsar un proyecto de vivienda social o una carretera que es imprescindible para una comarca, construir un hospital o un colegio… esa es la poesía de todo esto.

–¿Cómo ve la adaptación de la Educación a esta crisis?

–En este tiempo heroico de la clase sanitaria, los maestros y profesores están teniendo un papel clave. Entiendo que esto puede ser un revulsivo para la Enseñanza. Hay gente agobiada porque se va a perder un mes o dos de colegio. Pero con lo que tenemos delante creo que la educación va a ser capaz no solo de superar esto, sino de aprender y adaptarse a los imprevistos. Es cierto que los recursos tecnológicos marcan también una gran brecha social y digital, pues hay que acudir y facilitar ordenadores a quien no los tenga, buscar que todo el mundo esté conectado. Es también cierto que el espacio de socialización y convivencia de un colegio no lo sustituye nada. A mi hija le encanta ir al colegio y eso lo está perdiendo. Pero es que lo que nos ha caído es tan gordo que de estos dos meses o tres hay que sacar lo positivo. Se están desarrollando programas de innovación educativa que nos están agudizando el ingenio.

–¿Cree que el virus ha dado un respiro a la naturaleza?

–El virus no. El encierro de los humanos (risas). El haber encerrado a esta especie, una entre millones, que es el homo sapiens le ha dado un respiro al planeta de categoría. Es que creo que esta semana hablaban de un 40% menos de contaminación. Y antes de este desafío de la pandemia, urgentísimo, el otro importante y no relegable es el del cambio climático. Es un desafío muy serio que hay que abordar. Espero que esta lección que nos está dando la naturaleza de recuperación inmediata sirva también de estímulo para tomar buena nota. Aquí aprendemos también que no era imprescindible estar todo el día con el coche para arriba y para abajo.

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