José Bretón vuelve a comisaría tras siete días de búsqueda sin resultados Una guardia de nueve horas sin información

El padre de los pequeños desaparecidos acude a las dependencias de Campo Madre de Dios en un taxi y con el rostro descubierto · Tres jóvenes dicen que vieron al progenitor buscando a los niños en el parque La dificultad para contrastar los datos desata los rumores y las falsas noticias

1. El padre de los niños desaparecidos, José Bretón, ayer a su llegada a la comisaría de Campo Madre de Dios subido en un taxi y con la cara descubierta. 2. Imagen de los tres testigos que aseguran que vieron al progenitor de Ruth y José Bretón en el Parque Cruz Conde el pasado sábado tras perderlos . 3. El vehículo del equipo Grupo Especial de Operaciones Subacuáticas, ayer a su salida de la comisaría.
Gema N. Jiménez / El Día

15 de octubre 2011 - 01:00

Una semana se cumple hoy de la desaparición de los pequeños José y Ruth Bretón, de dos y seis años, y aún se desconoce cuál es su paradero, a pesar de la amplia investigación policial que se está realizando en torno a este caso. Los últimos movimientos tuvieron lugar ayer en la comisaría de Campo Madre de Dios de Córdoba capital con la llegada del padre, José Bretón, sobre las 11:45 montado en un taxi. El progenitor acudía en calidad de denunciante a declarar voluntariamente una vez más para arrojar algo de luz a la investigación, que, hasta el momento, no ha conseguido dar sus frutos para conocer dónde se encuentran los pequeños.

Bretón llegó con el rostro descubierto y en el asiento delantero del vehículo sin impedir en ningún momento que los numerosos medios de comunicación que lo esperaban a las puertas tomasen imágenes, a pesar de que durante los últimos días se han publicado diversas informaciones que lo señalaron como el principal sospechoso de la desaparición de los niños. Bretón salía, según fuentes de la Policía Nacional, horas después por la puerta de atrás para evitar enfrentarse de nuevo a los objetivos de las cámaras.

El padre siempre se ha mostrado colaborador en todos los pasos dados por la Policía para esclarecer el paradero de los pequeños. El pasado lunes acudió al registro policial realizado en una finca del abuelo paterno de los niños -junto al polígono industrial de Las Quemadas- y el miércoles permanecía en el interior de la vivienda del mismo familiar, situada en la calle Don Carlos Romero de Córdoba, mientras ocho agentes de la Policía Científica inspeccionaban el inmueble durante más de una hora y media.

Hasta el momento ninguna de estas actuaciones policiales han dado resultados aparentes, al igual que el rastreo del río Guadalquivir el pasado martes. El equipo del Grupo de Operaciones Subacuáticas incluso abandonó ayer las dependencias policiales en un vehículo especial para trasladar la zódiac con la que rastrearon la zona del río más cercana a la parcela cordobesa de Las Quemadillas.

Por las puertas de la Comisaría, minutos después de la llegada de José Bretón, apareció un coche policial ocupado por una persona mayor que todo apunta a que era el abuelo de los niños, Bartolomé Bretón, quien desde que se conoció la desaparición de ambos se ha refugiado junto a toda la familia en su domicilio de La Viñuela. Una de sus hermanas, María Bretón, que visitó la casa el pasado jueves aseguró ayer que el abuelo de los niños está recibiendo tratamiento médico al estar sufriendo fuertes subidas de tensión desde que se conociera la noticia. En cuanto al resto de la familia, detalló que "están hechos polvo" tras siete días sin noticias de José y de Ruth.

Antes de la llegada del padre de José y Ruth, también se produjo un gran revuelo a la entrada de las dependencias policiales con la aparición de tres jóvenes que minutos antes reconocían ante las cámaras de televisión que habían visto a José Breton el pasado sábado tras la desaparición de los niños en el Parque Cruz Conde. Así lo aseguró Mario González, uno de los testigos, quien detalló que, sobre las 18:30, el padre, "nervioso y con la cara desencajada", les preguntó si habían visto por el parque a los pequeños. Según este joven, todos le negaron haber visto a los niños tras lo que Bretón les pidió que informaran a los vigilantes de la Ciudad de los Niños si aparecían por el lugar. "Estaba blanco y pálido", insistió el joven, que incluso detalló que el padre les dijo que "había ido un momento al coche y luego los niños se le perdieron". Los testigos además aseguraron que, a pesar de conocer la gran expectación causada por la desaparición de los pequeños durante la última semana, no se han personado antes en las dependencias policiales a ofrecer su testimonio porque "nadie nos había preguntado". Los testigos, al igual que el padre de los niños, también salieron por una de las puertas traseras de Campo Madre de Dios para evadir las preguntas de los periodistas. Llama la atención, sin embargo, que el testimonio de estas tres personas se realizara primero en un programa de televisión para, a continuación, y a requerimiento de los presentadores de dicho magazín matinal, trasladarse a las instalaciones policiales. Allí les esperaba una nube de periodistas alertados de su inminente llegada.

Hasta el momento la Policía, que lleva con total mutismo la investigación, no ha encontrado la clave que les conduzca al paradero de Ruth y José. En la última semana ha transcendido que existen unas imágenes en las que el padre, efectivamente, aparece en la Ciudad de los Niños hablando solo con los vigilantes. Una pista de un puzzle que hasta el momento no ha encajado todas sus piezas.

Los familiares de los dos menores desaparecidos han convocado hoy a las 20:00 una concentración silenciosa en Parque Cruz Conde.

Los medios de comunicación que siguen desde el sábado la desaparición de Ruth y José se están encontrando con graves dificultades para informar del caso e, incluso, para contrastar los datos con rigor, tal y como el periodismo lo requiere. Hasta el punto de que el mutismo de la Comisaría llevó ayer a decenas de profesionales a mantener una guardia de nueve horas en Campo Madre de Dios sin que el Cuerpo Nacional de Policía ofreciera ninguna información.

Sólo trascendió que el padre de los pequeños, con semblante serio, llegó en un taxi a las dependencias policiales para declarar de forma voluntaria en calidad de denunciante pasadas las 11:15. No se le vio salir, por lo que los periodistas se mantuvieron durante horas en espera de noticias. A las 15:30, un alto cargo policial que salía de la Comisaría les dirigió una breve frase: "Estáis perdiendo el tiempo". Ni una explicación más hasta que, pasadas las 20:00, la Policía reconoció finalmente que el padre había abandonado las dependencias por la mañana.

El silencio que envuelve toda la operación desató numerosos rumores a lo largo de todo el día y en las redes sociales, incluso, hubo quien celebró la aparición de los dos hermanos pequeños, una información que la Comisaría tildó de "bulo". En la calle, no obstante, el rumor siguió imparable y la falsa noticia centró las conversaciones del día.

A primera hora de la mañana, antes de que la Comisaría se convirtiera en centro informativo, los periodistas se reunieron en torno a la vivienda familiar de La Viñuela, un barrio que ya se ha acostumbrado a desarrollar su día a día entre policías vestidos de paisano, cámaras y micrófonos. La presión informativa, sin embargo, empieza a caer, y el lunes se espera un éxodo a Sevilla para cubrir el juicio por el asesinato de Marta del Castillo.

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